Las islas occidentales esperaban un fin de semana de temporal que comenzaba ayer sábado a partir de las 00.00 horas. Aunque en Tenerife no hubo incidencias salvo un corte en la carretera TF-21, entre Portillo y el Teleférico, en Las Cañadas, en las islas menores sí se registró viento y lluvia, sobre todo en La Palma, donde los barrancos corren con fuerza, los cultivos se vieron afectados y las carreteras sufren desprendimientos.

El Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes)-112 registró casos puntuales de achique de agua en viviendas a causa de las lluvias en La Palma y El Hierro tras una noche sin grandes incidencias. Muchos vecinos crearon barricadas artesanales para evitar los estragos de las lluvias en las parcelas de cultivo y en sus propias casas. Según TVlapalma, los vecinos de El Remo, en los Llanos de Aridane, se quedaron incomunicados por carretera debido a los desprendimientos de rocas y tierra provocados por la lluvia.

La borrasca atlántica que afecta a Canarias dejó este sábado abundantes lluvias en La Palma, sobre todo en la comarca noroeste donde se registraron hasta 28 litros por metro cuadrado en una hora, según los datos de la web del Cabildo de La Palma.

Desde las doce del viernes se registraron importantes precipitaciones en diferentes puntos de la isla y en la estación del Cabildo ubicada en Topo del Drago en Puntagorda se acumularon a las 10.00 horas 34 litros, mientras que en Bellido, en Tijarafe, eran 39 litros.

En el valle de Aridane destacan los 34 litros recogidos en la Casa Forestal de El Paso, mientras que en Fuencaliente las precipitaciones no superaban los 7 litros. En la comarca este de la isla el máximo de lluvia recogida alcanzó los 10 litros en Las Ledas, en Breña Baja; y 11 litros en Puntallana.

Las rachas de viento superaron los 100 kilómetros por hora en algunos puntos del Roque de Los Muchachos y siguieron por encima de los 30 kilómetros en las medianías de los municipios de Garafía, Puntagorda y Tijarafe, en la comarca oeste. En la otra vertiente de la isla el viento se mantuvo con ráfagas de 20 kilómetros por hora de media, pero no afectaron a la operatividad del aeropuerto de Mazo hasta esa hora de la mañana. A pesar de la aparente calma las autoridades pidieron precaución y el Gobierno canario mantiene la alerta máxima en las tres islas menores por fenómenos meteorológicos adversos.