Los vecinos de La Culata vieron esta mañana cómo quedaban incomunicados. Un desprendimiento sobre la carretera GC-608, la única vía que conecta este barrio tejedense con el resto de la Isla, provocó su cierre durante tres horas hasta que una máquina retroexcavadora retiró las piedras para que los vehículos pudieran circular.

El incidente ocurrió a media mañana, como indicó el alcalde de Tejeda, Juan Francisco Perera. Los servicios de carretera del Cabildo de Gran Canaria fueron alertados de inmediato para acudir al lugar donde se produjo el derrumbe, entre los kilómetros tres y cuatro, para así tratar de restablecer el tráfico.

Los operarios consiguieron en apenas tres horas retirar las rocas que ocupaban el asfalto para liberar la circulación. Así, sobre la una de la tarde el tráfico volvía a la normalidad, aunque afectó a los vecinos que residen en este pequeño pago cumbrero y a quienes iban a pasar el domingo ya que la GC-608 es el único acceso al pago para vehículos a motor.

El regidor, que achacó lo ocurrido a las primeras lluvias del otoño, apuntó que, por suerte, el desprendimiento no afectó al firme por lo que la incidencia fue menor.

Este municipio ya ha sufrido otros incidentes de estas características que han ocasionado quebraderos de cabeza para sus habitantes. Así, el año pasado la ruta más rápida que conecta los cascos urbanos de Tejeda y Artenara (GC-210) permaneció cortada por el riesgo de que un talud se desprendiera sobre la calzada. Aunque el mayor derrumbe se produjo en febrero de 2010 cuando un muro de contención en la carretera GC-60, que conecta el pueblo cumbrero con Tunte, se vino abajo.