El municipio de Telde despertó ayer con bajas temperaturas, fuertes ráfagas de viento y grandes nubarrones que descargaban sonoros chubascos que comenzaron en la madrugada del lunes y se prolongaron a lo largo del día. Ante el panorama, que aumentó sobre las 11.00 horas de la mañana, el Cabildo de Gran Canaria alertó principalmente del peligro de estacionar los vehículos en barrancos y cauce, ya que la riada podría arrastrar los coches hacia el mar tal y como pasó en el temporal del 2015.

Como medida de prevención, en el municipio se prohibió aparcar en el barranco de Ojos de Garza, y se avisaron a los trabajadores del aeropuerto a trasladar sus vehículos en caso de que lo hubiesen estacionado en esa zona, como es común el resto de días. Sin embargo, sobre la una del mediodía se encontraban aparcados bastantes coches en dicho barranco, a pesar de las advertencias. "El agua correrá su cauce natural, es muy peligroso", declaraban con urgencia operarios del Cabildo desde una red social refiriéndose a aquellas personas que contra todo pronóstico seguían aparcadas en el cauce del barranquillo. La Policía Local tuvo que tomar cartas en el asunto y, aunque no se llegó a multar a ningún conductor, se tuvieron que trasladar con una grúa una veintena de coches a espacios mejor acondicionados y sin riesgo de arrastre. A su vez, otros 40 conductores avisados por la policía fueron obligados a mover los automóviles a otros lugares con el fin de evitar cualquier catástrofe.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Telde tomó la iniciativa de cerrar todas las instalaciones deportivas del municipio, a la vez que se suspendían las actividades extraescolares para los más pequeños y otros eventos organizados al aire libre en el municipio tras una reunión que mantuvieron la alcaldesa de Telde, Carmen Hernández y el concejal de Protección Civil, Juan Martel, junto a otros concejales del Gobierno Local. Estos tuvieron en cuenta la decisión del concejal del área, que a su vez siguió las recomendaciones explícitas del Cabildo y la alerta por tormentas que proclamó el Gobierno de Canarias durante la mañana.

Las fuertes lluvias azotaron con especial hincapié a los barrios de las zonas más altas de Telde, y las bajas temperaturas provocaron incluso que cayesen pequeñas granizadas en barrios como Lomo Magullo y La Herradura durante cortos periodos de tiempo. A pesar de esto, las lluvias tampoco cesaron en los barrios costeros ya que se produjeron desprendimientos de rocas en la zona de costa e inundaciones en los accesos al Goro y a Tufia debido a trombas en esos espacios, sin mayores desperfectos ni inconvenientes.