¿Por qué fue tan importante la rebelión de los campesinos en Agüimes en 1818?
Fue como la versión canaria de la Fuenteovejuna de Lope de Vega, en la que la unidad de toda la sociedad se decantó por las justas reivindicaciones de los campesinos y del pueblo y en contra de los abusos del señor de la Vega Grande, Francisco Amoreto. Se implicaron todos los estamentos de la sociedad del momento. El apoyo de los milicianos [ejército no regular] de Agüimes, como los teldenses, de Ingenio y de otros sitios, fue clave para el perdón de los campesinos que acabaron reos. La resolución fue trascendental en la historia del Sureste y Gran Canaria. Tras cinco años, las tierras acabaron en manos de los campesinos que durante siglos la trabajaron, y no del señor de la Vega Grande.
¿Por qué escribe sobre este motín de los campesinos?
La publicación de libro que yo escribo, titulado La rebelión de los sureños, se debe que el 30 de noviembre de este año se cumplirán su tercer centenario. Lo hago desde una perspectiva de profesor, con fácil y atractiva lectura. Esta rebelión frenó el poder señorial gracias a la unidad y al colectivo.
¿Es iniciativa suya?
No, yo soy uno más del equipo, y el que se encarga de escribir, pero también están otras personas importantes que realizan otras tareas. El Consejo de Patrimonio Histórico de Agüimes, del que soy miembro, propone varias iniciativas con motivo de cumplirse 300 años del inicio de estos hechos. Este libro tiene una primera parte con una síntesis histórica, bien documentada, y una segunda parte que es un poema épico con vocación escénica con distintos personajes y diálogos.
Quiénes son los otros miembros de este equipo
El historiador Vicente J. Suárez Guillén es el responsable de la introducción histórica. Nacho Cabrera como director escénico del proyecto. Filiberto Díaz, compositor. El director musical será Rubén Sánchez Araña. Y Paco Suárez, de la escenografía, además del dibujo de la portada de la obra.
Aparte de esta publicación, ¿habrá otra iniciativa por esta conmemoración?
Será una obra de teatro, en la que ya se está trabaja, y que se interpretará ese día en el que se cumplen 300 años, el próximo 30 de noviembre de 2018. Será en el Teatro Auditorio de Agüimes y una semana más tarde en el Teatro Pérez Galdós. Lo hará Teatro La República, que dirige Nacho Cabrera, y contará también con la Orquesta Sinfónica y coros de Gran Canaria.
Habrá una presentación en Agüimes en breve
Sí, se presentará esta publicación de la editorial Canarias ebook el próximo viernes día 6 de abril, a partir de las 19.00 horas, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Agüimes. Está previsto que estén: el alcalde de la villa, Óscar Hernández; el historiador Vicente J. Suárez Grimón; el director Nacho Cabrera; el músico Rubén Sánchez Araña y yo. También se presentarán en Ingenio y en Santa Lucía de Tirajana porque es la historia de la comarca.
¿La unidad fue clave?
Que se recuerde siempre y que no se olvide que la unidad permitió que se hiciera frente a los desmanes y abusos y que haya garantía los derechos de la colectividad.
¿ Y con qué relación con la iglesia?
El clero tuvo un papel muy importante porque apoyó a los campesinos y ese respaldo hizo historia. Por eso, los movimientos sociales y vecinales de la comarca están muy ligados con la Iglesia.
¿Y el dibujo de la portada?
Es obra de Paco Suárez. Es la imagen de tres campesinos, armados con sus instrumentos de trabajo, que representan la unidad de los vecinos sureños.
¿Y el cuervo del dibujo?
Representa al señor de la Vega Grande, Francisco Amoreto. Es mi única licencia de autor que yo le haya dado el nombre de el señor de los cuervos. A parte, tiene los nombres oficiales, según los escritos y documentos de la época, señor de las Salinas y de señor de la Vega Grande. Era detestable y desagradable. No es en contra de esta ave, sino a una representación de enemigo y animal de rapiña.
¿Hay varios topónimos ligados a estos hechos?
El nombre de la población de Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana, procede de la nominación de las tierras que pasan a los vecinos, al concluir el proceso judicial después de la rebelión. Y Doctoral, del título del señor, Alvarado Mendoza, que defendió a los vecinos ante el Consejo Real.
