Expectativas totalmente superadas. La VI edición de la Feria de la fresa de Valsequillo se convertía desde primera hora de la mañana en un rotundo éxito de participación. Desde probar un delicioso helado casero de fresa, hasta disfrutar del espectáculo en vivo de los maestros de la cocina o incluso conocer de primera mano cómo se cultiva el producto más representativo del municipio en las fincas de la zona. La jornada, organizada por el Excelentísimo Ayuntamiento de Valsequillo para poner en valor su producto estrella, ofrecía múltiples posibilidades para pasar un día en familia sin tiempo para aburrirse. El Consistorio buscaba con este evento dar el impulso definitivo a un producto que se ha convertido ya por méritos propios en referente en las islas.

En los últimos años, el cultivo de este producto en Canarias ha crecido en casi un 25 por ciento y es precisamente en el municipio de Valsequillo donde se concentra el 90 por ciento de toda la producción en las islas, con algo más de 36 hectáreas dedicadas a su cultivo y repartidas en más de una decena de fincas, que producen al año más de dos millones de kilos en cada campaña. En total, la fresa supone 200 puestos de trabajo directos además de importantes sinergias entre el sector primario de Valsequillo, el turismo y la gastronomía del municipio, gracias, precisamente a la celebración de la Feria de la fresa. Valsequillo consigue con esta feria hacerse visible y hacer visible el esfuerzo que hay detrás de su producción fresera, explica Francisco Atta, Alcalde de Valsequillo. La excelencia de nuestra fresa nos permite hacer bandera de ella y diversificar la economía del municipio, porque esta feria repercute en todos los sectores, desde la gastronomía, al comercio o el turismo. Estamos muy satisfechos con los resultados de hoy y el ambiente que se vive en el municipio.

2.500 tartaletas para un público muy goloso

Desde las diez de la mañana los cerca de treinta puestos de venta y degustación se abarrotaban de curiosos. Frente al puesto de helados caseros y tartaletas de Chano Benítez las colas daban la vuelta a la plaza.2.448 tartaletas, casi el doble que el año pasado, se exponen al público, ansioso por dar buena cuenta de ellas. Llevo esperando por una tartaleta más de veinte minutos, asegura Mariló Pérez, que ha venido con toda su familia desde Las Palmas de Gran Canaria.

Y merece la pena, está deliciosa. Helados caseros de fresa con leche de cabra, fresas con nata o con miel, brochetas de fresas caramelizadas, e incluso granizados de fresas llenan el ambiente de color y sobre todo sabor. 1.500 kilos de fresas en total, procedentes de la decena de fincas de Valsequillo, que nadie se quiere perder. Valsequillo hace un esfuerzo muy importante tanto con la fresa como con el resto de sus cultivos, declara Miguel Hidalgo, Consejero de Sector Primario y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria, gratamente sorprendido en su visita a la Feria con la acogida de público, desde bien temprano. Valsequillo es ya con esta feria un referente en el archipiélago, y no sólo con su fresa, también con sus vinos, con sus quesos, cada vez más presentes en ferias y concursos, lo que habla muy bien del sector primario del municipio. En el interior del Mercado, decenas de productos competían por conseguir la atención de los visitantes, desde los golosos crepes con fresas y chocolate hasta los singulares pinchos de tortilla con mermelada de fresa. La gente se sorprende mucho cuando lo ve, asegura Jenifer Casimiro, responsable de la idea, pero cuando lo prueban, todos repiten. Queques, tortitas de fresas, batidos...Ya he probado las fresas al natural y los dulces, nos cuenta divertida Lola Pulido, que viene cada año desde Arucas, se me van los ojos detrás de todo. Y eso que en algunas colas hay que esperar hasta media hora.

Premios al sabor y la originalidad

La gran novedad de este año llegaba de la mano del I Concurso Insular de Mermeladas. Se buscaba el mejor sabor, la textura más sorprendente y la originalidad entre más de 50 participantes, que no se lo han puesto nada fácil al jurado, con mermeladas de papayo, de pimiento, de batata, calabaza, y cómo no, de fresa de Valsequillo. Una mermelada de premio es aquella que presenta el mejor color acorde con la fruta que lleva, además del equilibrio perfecto en boca entre el dulzor del postre y a acidez de la fresa, asegura Luis Molina, juez del concurso. Lo conseguían Antonia Galván, con una mermelada de batata que lograba el tercer premio de mermeladas. Fátima Suárez, segundo premio por su mermelada de pimiento y Godina Moreno, primer premio del concurso de mermeladas por su mermelada de manzana. Mermeladas Isla Bonita, en la categoría de mermeladas profesionales, copaban las Medallas de Plata y Oro y entre los aficionados, Antonia Galván repetía con una deliciosa mermelada de fresa como la mejor de todas las elaboradas con el producto más representativo del municipio.

Pero la fresa da mucho más de sí, algo que nos demostraban los 16 participantes del Concurso de postres, un espectáculo de color y originales formas, entre los que conseguían destacar Guayarmina López, y su postre Todo fresa, tercer premio al postre profesional, Carmen Rosa García, con una mezcla entre queque, mus, hojaldre de fresas y chocolate. Carmen Rosa García se hacía con el segundo premio presentando Mi cesta de fresas, una llamativa tarta en forma de caja de madera, completamente comestible. Primer premio para Daniel Orihuela, con su Tatín dulce de yogur y chocolate blanco con corazón y miel de fresa. En la categoría de aficionados, Reyes Herrera se hacía con el tercer puesto con su Nacimiento de una Fresa, una llamativa maceta con queque de chocolate y fresas en su interior. Segundo premio para Enrique Gómez, por su Brazo gitano con fresas y primero premio para el Frío de fresas, un espectacular corazón con helado, que sorprendía al jurado por su sabor.

Una fresa gourmet, que aspira a su propia denominación de origen

El espectáculo llegaba de la mano del Show Cooking, maestros de los fogones que demostraban al público la versatilidad de una fruta como la fresa. Prueba de ello eran el Cherne al jugo de cítrico de fresa gratinado con perejil de Daniel Orihuela, chef del Hotel Cristina, o el Roscón de Reyes de Fresas del maestro repostero Francisco Socorro. El límite está en la imaginación de cada uno, explica Daniel Orihuela, con tiempo y ganas se puede sorprender a cualquier comensal. Lo importante es que los cocineros hagamos uso de los productos que tenemos más cerca, para garantizar su frescura y conseguir además el mejor sabor. Creo que es fundamental que desde las administraciones se conciencie a ello.

De hecho ese es uno de los siguientes objetivos de la fresa valsequillera, obtener su I.G.P., Indicación Geográfica Protegida, o lo que es lo mismo, la Denominación de Origen de los productos de cultivo, lo que supondría su propia marca de la zona. Trabajamos conjuntamente con los freseros de la zona para ello, asegura Eduardo Déniz, Concejal de Desarrollo Local, es un trabajo muy duro, porque hay cumplir una serie de parámetros en cada una de las fincas, pero será un gran valor añadido a la fresa de la tierra.

En familia para disfrutar de la fresa

Y para entender el porqué de la importancia de la fresa de Valsequillo lo mejor es conocer de primera de dónde sale y cómo se cultiva. Por eso en la Feria de la Fresa de Valsequillo los asistentes han podido participar en unas rutas guiadas a algunas de las fincas de la zona. En grupos de 15 personas han conocido las explotaciones freseras del municipio y han escuchado las explicaciones de los freseros sobre las prácticas del cultivo, recolección y envasado. Animación en las calles, talleres de maquillaje, zumba o manualidades y mucho ambiente en torno a los puestos de venta completaban una jornada familiar y sobre todo muy dulce, en la que la fresa de Valsequillo, en esta ocasión, se convertía en la guinda del pastel.