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Tejeda

Los opositores a las obras fueron al juez cuando se cambió la tala por el traslado

Los vecinos que protestaron por la eliminación de los árboles demandaron al Ayuntamiento justo cuando decidió trasplantarlos, con el fin de frenar los trabajos

Los opositores a las obras fueron al juez cuando se cambió la tala por el traslado

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 6 de Las Palmas de Gran Canaria celebró durante la mañana de ayer una vista para resolver uno de los dos autos que mantienen paralizada la obra de zona comercial abierta en el pueblo de Tejeda, y que está frenada por el trasplante de cuatro árboles de la calle principal.

La asociación de vecinos Avete, creada exprofeso como plataforma en contra de estos trabajos, logró bloquear el trasplante de árboles la pasada semana a través del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 por orden del magistrado Alfonso Silos López de Haro. La magistrada del número seis, prolongaba el pasado lunes esa misma orden, pero convocando para ayer a las dos partes a comparecer para dirimir nuevas disposiciones.

Lo que se debatía ayer en la Ciudad de la Justicia es si existe una denominada 'vía de hecho', que es una actuación previa al recurso del Contencioso Administrativo.

El proyecto original expone que los once árboles, según los números que ofrece el Ayuntamiento, iban a ser talados. Pero ante la protesta suscitada, la Corporación acuerda realizar una poda y traslado de los ejemplares a una zona cercana, que ya ha hecho efectivo con cuatro de ellos. Ese cambio de actuación consiste, para los demandantes, una "modificación de obra", motivo por el cual se activa la paralización cautelar.

A la vista celebrada ayer acudieron por la parte demandante abogado y procurador, mientras por la demandada también asistía el alcalde de la localidad, Francisco Perera, acompañado del director de obra y el ingeniero del proyecto.

Perera sostiene, según explica, que no se trata de una variación en los trabajos que supongan un modificado de proyecto como tal, dado que el cambio "es insignificante teniendo en cuenta que en el proyecto figura que había que realizar una poda, tala y arrancado del cepellón para enviar ese material a más de 40 kilómetros de distancia que es donde se encuentra el vertedero aprobado para ello".

El cambio se limita "a podar el mato, en vez de talarlo, y depositar el tronco y el cepellón convenientemente trasplantado a apenas 800 metros de distancia, en unos hoyos para acogerlos realizados por el Ayuntamiento. Es como si lo cojo, y en vez de tirarlo, lo planto".

Según su criterio la demanda va justo contra lo que los propios defensores de los árboles proponían como último recurso, ante la inminente desaparición de los ejemplares afectados.

"Lo que hemos hecho es o lo tiro al vertedero o lo coloco en una maceta", sostiene Francisco Perera, por lo que se deduce que "en realidad, solo persiguen dilatar la construcción de la zona comercial abierta". El primer edil espera, según expresa, "a que su señoría dicte una resolución para ver qué hacer en el plazo más breve que le sea posible".

En este sentido asegura que se expusieron durante la vista imágenes del actual estado de la calle principal del pueblo, "que se encuentra patas arriba", afirma el alcalde, "con los establecimientos comerciales y de restauración así como los vecinos que residen allí sufriendo muchas incomodidades y perjuicios, todo por el capricho de cuatro personas que ni siquiera viven en la calle afectada".

Hay que recordar que las obras de zona comercial abierta, financiadas por el Cabildo de Gran Canaria con 1.300.000 euros, dotarán a la calle principal del centro, Doctor Domingo Hernández, y según expone el proyecto, de una vía diáfana sin aceras, que también cuenta con mirador y que permitirá el tránsito de peatones en exclusiva en determinadas horas del día, organizando el conjunto para dar cabida a terrazas y otros servicios.

Perera sostiene que para ello se quitarán "once árboles, y no treinta como dicen los que se oponen al proyecto, porque sus matemáticas son distintas a las nuestras", y que forman un grupo de ejemplares que se han convertido en el eje de las protestas de las plataformas.

Ambas posturas se han visibilizado en las últimas semanas con dos manifestaciones. Una celebrada el pasado 30 de mayo, a la que acudían representantes de Avete, de la Unión de Asociaciones de la Reserva de la Biosfera, con cuyos presidentes intentó este periódico recabar información sin éxito, así como de la Asociación para la Defensa del Árbol y el Paisaje y de Ben Magec-Ecologistas en acción.

En ella se exponía que esa "treintena de árboles" forman parte del paisaje que ha dado pie a la inclusión de Tejeda en la asociación Pueblos más Bonitos de España. En esa concentración la diseñadora Siona García declaraba como un éxito de las movilizaciones el hecho de que el Ayuntamiento optara por trasladar los ejemplares, y no talarlos como estaba recogido en el proyecto, decisión que ahora es precisamente el objeto de la demanda interpuesta por Avete.

Ese mismo día 30 de mayo varios muros del pueblo amanecían con pintadas con insultos a Perera, creando una tensión creciente que motivó una segunda manifestación el pasado domingo protagonizada por los que sí respaldan la actuación municipal.

Algo más numerosa que la primera, estuvo protagonizada por buena parte del empresariado local, con un manifiesto en que se recordaban las dificultades que hace unos diez años sufría el municipio, donde llegó a desaparecer la única tienda del centro urbano. Según apuntan, la rehabilitación de senderos, la instalación de terrazas o la ampliación de la oferta alojativa, que cuenta con unas 200 camas repartidas en casas rurales y establecimientos hoteleros, han permitido la creación de empleo y fijar población. En ese contexto defienden que la obra busca mejorar los servicios para afianzar la tendencia.

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