"No sé de dónde salieron tantas ambulancias", afirmó un vecino a otro en uno de los bares de la calle Alcalde José Ramírez Bethencourth, en El Burrero. "Incluso pasaron unos por mi casa para pedirme vendas", agregó. Varios residentes se asustaron y se extrañaron al oír muchas sirenas y ver pasar tantos vehículos de emergencias y de cuerpos de seguridad del Estado.

Un avión ATR (aeronave de dos motores turbohélice para vuelos regionales o de corta duración), con quince personas a bordo, fue el protagonista del simulacro de ayer en la cabeza de una de las pistas del Aeropuerto de Gran Canaria, por arriba del barranco de los Aromeros y de la playa, y junto a una antigua casa canaria abandonada.

Tras pasados unos minutos de las diez de la mañana comenzó el simulacro. Un vehículo del Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) fue colocado como señuelo, como si fuera el avión ficticio que de forma hipotética se estrelló junto a la pista aérea. Varios muñecos se colocaron en los alrededores como si fuesen los afectados, y después se añadirían más de una decena de figurantes.

Un gran despliegue de medios comenzó a llegar a El Burrero. El jefe de la Policía Local de Ingenio, Justo Santana, ya en el lugar, empezó a coordinar y a dar instrucciones a varios unidades de policías que se colocaron en Carrizal y en barrio costero con el fin de facilitar la llegada de las ambulancias y unidades de los distintos cuerpos, y darles prioridad.

Los Bomberos del Aeropuerto, con tres camiones y un vehículo de mando, fueron los primeros en llegar, junto a coches de Aena. Los bomberos extinguieron las llamas que hipotéticamente se encontraban en el coche que hacía de avión. Después, comenzaron a buscar afectados en la zona cero.

Al poco tiempo llegaron, entre otros, cinco vehículos de la Guardia Civil; Unidad Medicalizada del Aeropuerto; dos vehículos del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES); Protección Civil; varios vehículos del Servicio de Urgencias Canario (SUC); un vehículo de intervención rápida (VIR) y tres ambulancias del SUC; cinco ambulancias de Cruz Roja y Equipos de Respuesta Inmediata de Emergencias (ERIE), uno de ellos procedente de Lanzarote; un vehículo de la Unidad Móvil para Catástrofes (UMCAT); y al menos una ambulancia de Provital.

De forma rápida, se instaló el hospital de campaña, con la zona de triage, es decir de clasificación de los heridos tras la primera atención, y el puesto de mando de toda de la operación.

El equipo médico del SUC fue atendiendo a cada uno de los quince afectados, que eran los once pasajeros y cuatro tripulantes del fingido avión siniestrado, que eran llevados al lugar de clasificación por parte de Cruz Roja, Protección Civil y por Provital. Al mismo tiempo se llevó a cabo un rastreo a fondo por los alrededores para asegurarse de que no habían más heridos por el siniestro. Cada herido fue trasladado en ambulancia al centro de salud y hospital.

Este simulacro organizado por Aena es la segunda vez que se hace fuera del aeropuerto y el primero junto a un núcleo poblacional.

José Gutiérrez, médico director provincial del SUC, calificó este ejercicio hecho ayer como "muy interesante e importante". Por su parte, Enrique Tadeo, gestor operativo del 112, también hizo una valoración positiva del simulacro porque "se cumplió con la hora de oro. Es decir, que en ese tiempo se asiste y se trate a todos los heridos. Lo cumplimos". Poco antes del mediodía comenzó a recogerse todo, a marcharse los vehículos y a volver a la normalidad.