El Cabildo de Gran Canaria afronta la campaña de riesgo de incendios insistiendo en la prevención y la colaboración ciudadana para sumarla al operativo insular, que este año cuenta con seis nuevos vehículos y una ampliación de la contratación del personal de refuerzo de cuatro a seis meses, del 15 de mayo al 15 de noviembre. Todo ello en una isla que el pasado año protagonizó los cuatro grandes incendios que se registraron en el Archipiélago.

El despliegue de 2018 cubre seis puntos fijos de vigilancia, con treinta vigilantes en total, así como el refuerzo para las brigadas, tres pilotos, dos mecánicos, dos analistas y dos técnicos de Protección Civil. En total, 89 personas, según detalló ayer el presidente del Cabildo, Antonio Morales.

El resto de las funciones las asume el personal del Cabildo, subrayó el consejero de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, lo que hace un total de 235 efectivos para componer un operativo de diez brigadas terrestres, cinco patrullas, seis equipos helitransportados (Presas), un vigilante móvil, un equipo de logística, nueve directores de extinción, once agentes de Medio Ambiente como mandos intermedios, cuatro agentes de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) y diez mandos intermedios.

El dispositivo cuenta con dos helicópteros con base en Artenara, ya operativos. El primero por seis meses, desde mayo a noviembre, y el segundo de junio a octubre. En cuanto a medios terrestres, este año se estrenan cinco nuevos vehículos de transporte ligero y una autobomba, que se suman a las otras 12 autobombas y seis nodrizas que ya estaban operando.

Por otra parte, el Cabildo aporta medios de extinción en caso de que se produzca un gran incendio en alguna otra isla. El operativo de apoyo inmediato se compone de un equipo Presa (5+1) con dos todoterrenos ligeros, una brigada terrestre con una autobomba y un todoterreno ligero, un técnico helitransportado, un técnico de extinción, un técnico analista, un agente de Medio Ambiente y un oficial de comunicaciones.

De la misma manera, el Cabildo cuenta con el apoyo de los medios, algunos con base en Gran Canaria, del Gobierno canario, el Estado y los otros cabildos.

La campaña 2018 se dio por iniciada el 18 de junio, día de incorporación del refuerzo de personal de brigadas forestales (Bravo) y los vigilantes de incendios.

En esta situación juega un papel fundamental las protecciones civiles de los municipios, que son muchas veces los primeros en llegar y no dejar que un fuego pase de unos metros cuadrados, por lo que el Cabildo reconoce nuevamente su labor. Particularmente importante, como ya se demostró en el pasado incendio, es que las propiedades se mantengan limpias de maleza quince metros alrededor.

El próximo 1 de julio comienza la época de alto riesgo, en la que no están permitidas, bajo ningún concepto, las quemas agrícolas ni los espectáculos pirotécnicos en terreno forestal ni tampoco el uso de la maquinaria sin las máximas precauciones. Se podrá hacer fuego en las barbacoas de las áreas recreativas y en las cocinas de gas con bombonas de hasta 13 kilos. Estará prohibido hacer fuego en las barbacoas portátiles.

El 30 de septiembre comienza un periodo de medio riesgo, que se extenderá hasta el 30 de octubre, aunque la fecha del fin de la campaña puede variar en función de las condiciones meteorológicas.

En todo caso, durante las declaraciones de alerta quedará automáticamente prohibido todo tipo de fuego. Es más, apuntó el jefe de los equipos Presa, el analista forestal Federico Grillo, evitar las zonas de riesgo es la mejor actitud porque con altas temperaturas y ambiente seco, hasta los tubos de escape hacen prender la hierba seca.

Estadísticas

De los 84 fuegos registrados en el conjunto de Canarias en 2017, 39 tuvieron lugar en Gran Canaria, lo que supone un 51,2 % del total. La mayoría fueron conatos (menos de una hectárea) y cuatro de ellos fueron incendios (más de una hectárea), todos ellos en la Isla.

Tal y como recoge la estadística de 2017 de la Brigada de Investigación de Incendios forestales (BIIF) del Cabildo, la causa principal de los fuegos es la imprudencia, en primer lugar por las quemas agrícolas en entornos rurales o forestales, con cinco fuegos, y las relacionadas con el uso imprudente de distintos medios de ignición, con otros cinco fuegos.

Con respecto a los fuegos intencionados, siguiente causa, destaca la motivación relacionada con la limpieza de terrenos forestales y su relación con el aprovechamiento ganadero con un total de tres incendios forestales.

Uno de ellos fue el gran incendio forestal de Gran Canaria (GIF-más de 500 hectáreas) originado en septiembre de 2017 en Tejeda, que afectó a 1.909 hectáreas. Tanto la investigación de este incendio como el de otro incendio forestal intencionado que tuvo lugar en la misma zona en mayo dieron como resultado la identificación del presunto responsable, relacionado con la limpieza de terrenos con destino a su aprovechamiento para la actividad ganadera.

El tercer incendio forestal intencionado durante el pasado año 2017 se produjo en las inmediaciones del barrio de Cazadores, en el municipio de Telde, donde existe una alta incidencia de incendios forestales reiterados.

Entre 1999 y 2017 se contabilizaron en la isla de Gran Canaria 1.028 fuegos forestales que afectaron a una superficie de 25.544 hectáreas, de las cuales 24.574 eran forestales.

Pero el fuego no solo afecta a las masas forestales, también a la población rural. Desde el año 2007 a 2017, más de 28.900 personas fueron evacuadas de sus hogares en Canarias debido al fuego.