Los bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria denunciaron ayer un nuevo agravamiento del servicio por falta de personal, pues durante la jornada solo estuvo totalmente operativo el parque de Arinaga y los responsables del turno se vieron obligados a solicitar el apoyo de los cuerpos de extinción de incendios de Las Palmas de Gran Canaria y San Bartolomé de Tirajana.

La Junta de Personal del Consorcio aseguró que ayer martes solo hubo 19 agentes operativos en los siete parques de bomberos repartidos por la Isla y que el único preparado a acudir a incendios estructurales fue el de Arinaga. "Es una situación de alto y grave riesgo porque el mínimo que debería haber es de 47 personas, lo que ha obligado al Cabildo a declarar esta emergencia para que sean otros cuerpos los que atiendan las emergencias en incendios que deben realizar los bomberos del Consorcio, con el retraso que ello conlleva en los tiempos de respuestas y las consecuencias que derivarán", precisaron los representantes de los trabajadores en un comunicado.

La falta de personal y la negativa a realizar horas extras por parte de los bomberos dejó a Arinaga como única dotación para atender incendios estructurales, pues en Telde solo hubo dos bomberos, uno en Puerto Rico, dos en La Aldea, Gáldar y Arucas, y tres en San Mateo. "Esto es algo inédito y consecuencia de la pésima gestión que se ha llevado a cabo en el Consorcio por parte de Nueva Canarias en el Cabildo y de Antonio Morales como máximo responsable", agregó el comunicado.

"Los bomberos del Consorcio -añadió- no sabemos a dónde va a ir a parar esta situación, que es de máxima urgencia y debe ser solucionada lo antes posible con la incorporación de nuevos agentes, el establecimiento de dotaciones mínimas de seguridad y la suspensión inmediata de las condiciones laborales impuestas".

Para los trabajadores, "es inaudito que desde la corporación insular se tenga conocimiento desde hace años de que esto podía pasar y no solo no se ha solucionado, sino que además ha ido a peor, dado que jamás se había visto algo así en el Consorcio. Al respecto, sostuvieron que Morales "está jugando con la seguridad de los bomberos y de toda la ciudadanía por su intransigencia y poca capacidad de diálogo, pues hace que los tiempos de respuestas se retrasen y todo lo que eso conlleva, a lo que se suma la campaña forestal, que agudiza aún más el riesgo y peligros".

Ni el gobierno insular ni el presidente del Consorcio, Pedro Justo, rebatieron ayer estos datos ni respondieron a las acusaciones.