"Ha sido muy interesante ver esta exhibición de la lucha canaria. Me pareció un deporte noble y sano. Además, fue una buena manera de conocernos más y de tratarnos al participar miembros de los grupos folclóricos de cuatro países. También estuve con el temor de que alguien tuviese una mala caída, pero no fue así", manifestó ayer Miguel Ángel Santos, director del grupo zamorano Doña Urraca, una de las formaciones participantes en el XXIII Festival Internacional de Folclore de Ingenio Muestra Solidaria de los Pueblos.
Miguel Ángel Santos hizo estas declaraciones tras la demostración de este deporte vernáculo, que tuvo lugar por la mañana en el terrero de Los Molinillos, que contó con varios miembros del club de lucha Maninidra de Ingenio, ejerciendo de mandador Antonio Pérez Acosta Tonono.
Tras la muestra representativa de este noble deporte, en la que no faltaron mañas, caderas, burras, toques por dentro o traspiés, los chicos y chicas más valientes de los grupos folclóricos de México, Argentina, Bielorrusia y Zamora, ataviados con la ropa de brega se lanzaron al terrero para competir entre ellos, despertando el aplauso y la ovación del público asistente.
Tatiana Totolina, directora del grupo Burshtyn, de Bielorrusa, también quedó impresionada al conocer la lucha canaria. "Se parece a la lucha clásica. Me gustó su nobleza y las muestras de amistad con el adversario", afirmó Totolina, quien agregó que "estamos muy contentos con el festival, por lo que vivimos y por la amabilidad de la organización y de todos".
Tras la luchada y las vivencias en el terrero, la plaza de Los Molinillos fue después el escenario de las actuaciones y bailes de cada formación, siendo la primera Huayra Moyoj, procedente de la provincia de Jujuy, la más al Noroeste de Argentina y que hace frontera con Chile y Bolivia. La interpretación del Carnavalito fue la invitación ideal para el baile por parte de los componentes de los otros grupos musicales, aunque no vistieran sus trajes típicos.
"Todo es muy lindo en el festival e ideal para compartir y aprender. La cita es enriquecedora para todos", afirmó Rodolfo Rebollo, de 55 años, director de Huayra Moyoj, cuya treintena de miembros tiene entre 15 y 32 años.
Rebollo resaltó que, en su opinión, "en esta era de la globalización se hace más necesario que nunca poner en valor el folclore".
"Si un pueblo desconoce de dónde viene, es imposible que encamino con certeza su futuro. Nicolás Avellaneda decía que los pueblos que olvidan sus tradiciones pierden la conciencia de sus destinos". agregó Rodolfo Rebollo.
Tras los argentinos, llegó la música y el baile propuestas por la formación biolorrusa Burshtyn, tras la cual lo hizo el ballet folclórico Gustavo Vaquera Contreras, del estado mexicano Zacatecas, del centro-norte del país. Sus músicos interpretaron dos rancheras, que volvieron a invitar otra vez al baile. Fabricio Sánchez, el máximo responsable de la formación, destacó que "estamos muy contentos de estar en este festival. El trato y la hospitalidad son excelentes".
El grupo Doña Urraca, procedente de la capital zamorana, ofreció un baile de rueda, al ritmo de la jota y del pasadoble.
Coros y Danzas de Ingenio, que es el que organiza este festival desde hace más de dos décadas, puso el broche final a este programa de actuaciones y bailes desarrollado durante la mañana de ayer en la plaza de Los Molinillos.
Esta XXIII edición del festival tendrá esta noche, a partir de las 21.00 horas, la gala de clausura en el Parque Néstor Álamo, en Ingenio. El espectáculo, que presentarán los profesores Yeray Rodríguez y Manuel Pérez, será abierto por la Escuela Municipal de Danza que dirige Gema Pérez, para proseguir con la banda de la Sociedad Musical Villa de Ingenio bajo la batuta de José Buceta, la agrupación folclórica de Guayadeque y los solistas canarios Luzmila Valerón, Pedro Manuel Afonso y Federico Santana. Y finalmente serán las actuaciones del grupo Doña Urraca y de los otros tres internacionales.
