María José Rodríguez Santana tuvo una infancia en estricto formato grancanario. Playa de Las Canteras, margullos en Peña la Vieja, tardes de salitre por el Reina Isabel y veranos en el apartamento familiar de Playa del Inglés.
Nace el 22 de noviembre de 1980 y estudia primaria en el colegio del Carmen, en el Puerto, entre clases de ballet y gimnasia rítmica y secundaria en el Isabel de Hungría. Le atrae la sociología, la psicología y la lengua, en un mixturado que luego deriva en una licenciatura en Periodismo por la Universidad San Pablo CEU de Madrid, en la que ingresa con solo 17 años.
Durante la licenciatura tiene la oportunidad de hacer prácticas en Expansión.com y en Ganar.com, ambas revistas financieras del Grupo Recoletos, y así es como repara en aquellos profesionales de la comunicación que convocan a la prensa y a los que llevan las relaciones con los medios desde las propias empresas. Y decide hacer un postgrado en la Complutense de Comunicación en Instituciones Públicas y Políticas, cuyo contenido ofrece materias que abarcan desde el protocolo, a la gestión global de campañas de marcas.
Durante ese máster entra como becaria -elaborando bases de datos de periodistas y medios o convocando ruedas de prensa-, en Best Relations. Su cliente principal es Microsoft, que en esos momentos lanza la consola Xbox en 2001. María José participará de esa campaña, así como la de los juegos, tanto para esa plataforma como para PC, e incluso para su evolución, Xbox 360, que llegaría cinco años más tarde.
Ahora las reuniones son de otro nivel, con directores comerciales, directores de producto y decide que debe mejorar su inglés y también sus conocimientos en economía y contabilidad, "porque cuando empiezas a gestionar campañas tienes que gestionar un budget elevado, presentar presupuestos y cuentas de resultados".
"Un día de 2006 decido irme de España a mejorar mi inglés, era algo que llevaba mucho tiempo pensando, pero me iba bien profesionalmente así que nunca encontraba el momento. Llamo a mis padres, buscando a alguien de confianza que me diera el empujón. Y ellos, como siempre, me apoyaron y me dijeron: márchate".
Entra al despacho del director. Éste se queda a cuadros, pero además del finiquito, le firma un cheque de su bolsillo para los gastos del viaje, "por valiente, o porque soy de la creencia que cuando das lo mejor de ti, todo vuelve".
Empieza su periplo en Gran Bretaña. Primero en Exmouth, luego ocho meses en Brighton y otros ocho en Londres. La experiencia internacional incluye un trabajo en un restaurante italiano. "Tomaba el menú a los clientes con una chuleta en la que tenía apuntada vocabulario por si no sabía decir algo o me solicitaban algo fuera de carta". Pero también triunfa. "Con las propinas ganaba más que con el salario y me pagaba la casa".
Cuando se muda a Londres trabaja para el mismo grupo de restaurantes en lo suyo, ayudando en el posicionamiento de la marca de la cadena, con los contenidos la web, elaborando material de promoción y llevando las relaciones públicas.
"Pero decido que ya es momento de volver a trabajar de verdad y regreso a Madrid". Al llegar, la invitan a la presentación del juego Halo 3, donde desde dirección de Comunicación Corporativa de..., sí, Microsoft le dicen que necesitan a alguien que apoye el Área de Propiedad Intelectual y de Partners and Customer Care de la compañía. Y que trabajaría junto a un directivo de mucha experiencia. Había trabajado en Seattle, muy cerca de Gates. Pues fenomenal".
Así entra en Asesores de Relaciones Públicas y Comunicación. Es 2008. "Fue en ese momento cuando también comienzo a trabajar con otro tipo de clientes de gran consumo como la coreana LG Electronics, GHD, Windows Mobile y a viajar a congresos y ferias internacionales como IFA Berlín y London Fashion Week o nacionales como el Mobile World Congress, 080 Barcelona, se aprende mucho cuando tienes la oportunidad de trabajar con grandes profesionales".
Hasta que llama la atención de un proyecto en ciernes en Barcelona. Groupalia, fundada en 2010, justo un año después de culminar su segundo Postgrado en el Instituto de Empresas (IE) de Madrid en Business Administration and Management Communication. En Groupalia crea los departamentos de comunicación y relaciones públicas en Italia, Argentina, Chile, Brasil, Colombia y Perú, "pero en 2012 la empresa cierra delegaciones, hago las maletas y me voy vivir a Berlín".
Allí se ocupa como freelance para varias startups durante casi dos años, "una experiencia brutal en la que aprendí muchísimo. Estaba acostumbrada a trabajar para grandes grupos y marcas, ahora estaba sola", hasta que recibe una llamada tentadora. Es del portal especializado en ocio y viajes Atrápalo.
Y ahí sigue desde entonces, en el Departamento de Marketing y Comunicación, gestionando campañas y como responsable de la comunicación y relaciones públicas de la firma para España y Latinoamérica.
El trabajo es ingente. "Son nueve verticales de negocio diferentes. La parte de ocio vacacional con vuelos, hoteles, larga distancia, coches, trenes y cruceros. Y la de urbano con entradas, actividades y restaurantes, me divierto mucho". Todo ello pendiente al hilo de ocho millones de usuarios y nueve mercados diferentes, volumen que se traduce en una facturación de 335 millones de euros anuales. "Aun así, continúo invirtiendo tiempo en formación, este año he hecho un curso de marketing online en ESIC Business and Marketing School".
Lleva más de 17 años dedicándose a crear mensajes y campañas de cara al exterior, pero subraya que lo importante es el interior. "Las grandes corporaciones están formadas por personas, y los clientes también son personas, no hay que olvidarlo. Por esto reservo también tiempo para mí, mi familia y para practicar yoga ¡soy profe de yoga tibetano Lu Jong!, una disciplina que aún no es muy conocida en occidente".
Tras un repaso a su aventura, María José sentencia que es importante transmitir a los jóvenes que inviertan en formación, que salgan y viajen, que se atrevan a vivir, a rodearse de personas que les ayuden a crecer, y a no tener miedo a equivocarse.
"Lo peor que puede pasar es que tengas que volver a empezar o si te has ido fuera, regresar a Gran Canaria, al paraíso, un lugar maravilloso. ¿Qué tiene eso de malo?".
