Más que una descripción del Ayuntamiento suena a culebrón, ¿no le parece?
Es el resultado de las elecciones locales de 2015 y del devenir de la actividad política diaria que propició un pacto de gobierno entre cinco fuerzas políticas con el que arrancamos y que ahora está sustentado por Ando Sataute, el PSOE y Nueva Canarias. La población había expresado en las urnas un deseo de cambio de las mayorías absolutas a una situación en la que el diálogo y el consenso diera respuesta a sus preocupaciones y a una forma de gestionar el municipio más plural.
¿Le preocupa la incertidumbre que algunos señalan que padece su mayoría de gobierno, que en la actualidad la conforman seis concejales de 17?
A menos de un año para la convocatoria de elecciones locales tenemos que centrarnos en la gestión y en resolver los problemas que este municipio acarrea desde hace años. Pero hay que reconocer que hay un enorme porcentaje de asuntos que son aprobados por amplias mayorías y por unanimidad, imponiéndose el criterio de hacer lo mejor para este municipio como un ejercicio de responsabilidad en el que participamos todos los concejales y concejalas de esta corporación, si bien es cierto que la carga de trabajo de los componentes del grupo de gobierno es muy grande. Mucho trabajo y muchas dificultades a la hora de lograr acuerdos para aprobar las necesidades del día a día.
Tres de sus seis ediles (ahora son dos por una reciente dimisión) son jubilados ¿Es por ahorro o por aportar experiencia?
(Risas) Es una situación poco habitual, pero lo importante no es la edad de los concejales ni se debe pensar que una persona jubilada ya no sea útil para la sociedad por la edad, ya que la experiencia y conocimientos es lo que importa y su capacidad para gestionar el municipio y para trabajar por la comunidad no es cierto que decaiga, sino más bien lo contrario. En ese sentido tengo que agradecer el esfuerzo a estas personas que podrían estar disfrutando de su merecida jubilación, pero han decidido contribuir para lograr lo mejor para todos y todas los satauteños y satauteñas.
¿Cómo se gobierna con la mitad de concejales que los que están en la oposición?
Con muchas dificultades, más esfuerzo y diálogo, atendiendo y escuchando a la oposición, a los vecinos y vecinas y con el apoyo de un personal municipal que también está bajo mínimos a causa de los recortes y los límites impuestos por el Estado al incremento de gasto y plantilla. No obstante, en este Ayuntamiento -y supongo que en muchos más- ha habido gobiernos en mayoría que han sido inestables y han tenido una presencia negativa en los medios de comunicación. Ahora gobernamos en minoría desde hace aproximadamente un año, pero le recuerdo que la mayoría de los miembros de la oposición han estado en el mismo partido, el PP, pero han tomado derroteros distintos y de ahí que esté tan repartida la representación política en nuestro Ayuntamiento.
Este Ayuntamiento ha pagado en los dos últimos años más de 13 millones de euros en sentencias por la parcela de Santa Fe y el edificio de aparcamientos y multicines. Esta cantidad supone el presupuesto municipal de un año y queda por pagar otro tanto. ¿Le queda dinero para mantener abierto el Ayuntamiento?
Los recursos económicos que deberían utilizarse para mejorar las condiciones de vida de la población satauteña son muy reducidos por causa de estas condenas judiciales que pudieron evitarse, pero que son una realidad que hemos de afrontar. Pero no hemos de mirar hacia el pasado, sino intentar dejar las cosas mejor de como las encontramos para que el municipio pueda afrontar un futuro en el que los servicios municipales puedan atender correctamente las necesidades de la población y mejorar la calidad de vida de todos y todas.
¿Es la solución al centro comercial (o el mal llamado 'mamotreto') la única preocupación durante su periodo de gobierno?
Es la cuestión fundamental que afecta a la gestión del Ayuntamiento y a toda la población por ser una obra inacabada desde hace quince años en la parcela más visible del municipio con una potencialidad de dinamización económica incuestionable, pero que ha actuado en sentido contrario, ahuyentando a visitantes e inversores. Además, ha supuesto un coste económico, social y de gestión administrativa extraordinario que en horas de trabajo del personal municipal es incuantificable y cuyo coste recae en el conjunto de los vecinos y vecinas de Santa Brígida.
¿Cómo puede compensarse todo esto?
Pues hay otros temas que se pondrán en marcha como las obras pendientes cuyos proyectos ya están aprobados (antiguo Matadero, Agencia de Extensión Agraria, Mercadillo Municipal, parque municipal, cubrir la cancha del colegio Juan del Río Ayala, finca de El Gamonal, mejora del entorno de la Casa del Vino y Finca El Galeón y otros), los servicios a la infancia, a los jóvenes y mayores, la modernización de las infraestructuras y la administración, o la urgente rehabilitación de los bloques de viviendas sociales. Entre muchísimas otras cuestiones del día a día de un municipio y aquellas oportunidades o necesidades que no podemos ni plantearnos por la falta de recursos que nos imponen estas sentencias.
¿Cuánto le ha costado este asunto a los vecinos?
Además de los millones de euros por sentencias, el Ayuntamiento ha dedicado una cantidad de horas de trabajo administrativo que tienen un valor incalculable y poco visible para los ciudadanos y ciudadanas que quieren un buen alumbrado, unas carreteras en buen estado, una limpieza adecuada, unas redes de saneamiento eficientes y muchísimas más necesidades.
¿Y cómo lo va a pagar? ¿No supondrá la ruina para los satauteños?
El Ayuntamiento tiene solvencia, no debe dinero a los bancos y puede afrontar el coste de las sentencias, pero es cierto que un gran porcentaje de nuestro presupuesto se destinará a esos pagos y no podremos actualizar otros servicios o necesidades como el parque móvil o la ejecución de obras que tenemos proyectadas, pero que hemos de buscar financiación en otras instituciones. Hay que recordar que en este mandato pudimos lograr parar el reloj de los intereses por la condena judicial que incrementaba en más de 3.000 euros diarios lo que teníamos que pagar a la Unión temporal de empresas e iniciamos un procedimiento con el acuerdo unánime de la corporación anular el contrato.
¿Y después qué pasará con ese edificio a medio construir?
Tendremos que ver en qué condiciones está lo ya ejecutado y qué podría hacerse, teniendo en cuenta el coste de las diferentes opciones. Hay que valorar las opciones y las posibilidades que tiene el Ayuntamiento para tomar una decisión que sea asumible y pueda reactivar el desarrollo del municipio.
¿Los servicios municipales que recibe la ciudadanía satauteña son mejorables?
Siempre se puede mejorar, pero estamos en una situación en la que no disponemos de recursos suficientes, económicos y humanos, por lo que estamos manteniendo los servicios fundamentales y ya disponemos de un Plan Estratégico que nos permitirá organizar prioridades y acudir a fondos de otros organismos para presentar nuestros proyectos y conseguir financiación para su ejecución. Aún así, hemos recuperado y aportado nuevos eventos a la actividad cultural en el municipio.
-¿Cuáles destacaría?
El Rally, que cumplirá 35 años en 2019 y 45 años FloraBrígida, el Festival de Jazz, de cortos, eventos deportivos, el impulso más pedagógico de la celebración de El Batán, ferias de solidaridad o consumo responsable, ermitas con música, la actividad permanente de mayores, etcétera. Hemos intentado mejorar sus fiestas, impulsar las políticas sociales, siempre mejorables, tenemos en trámite obras importantes para reformar algunos edificios o dotar al municipio de nuevas infraestructuras, pero el pago de las deudas, la falta de personal o las modificaciones que obligan a trámites más complejos en los procedimientos administrativos nos ha impedido hacer mucho más.
Hay muchos vecinos que necesitan ayudas del Almacén de Alimentos, ayudas de emergencia, del Ropero Social, Cáritas... ¿Cómo afrontan esas situaciones?
Santa Brígida es el municipio con las mayores disparidades sociales del Archipiélago. Tenemos el mayor nivel de renta de Canarias y a la vez es uno de los seis municipios con menor presión fiscal de la provincia, según el Ministerio de Hacienda. Figuramos entre los municipios con mayor porcentaje de titulados universitarios de España. Pero, paralelamente, tenemos una población pobre y sin formación. Es un municipio dormitorio de la capital, residencial y con urbanizaciones de chalés, pero también hay personas que habitan en condiciones muy precarias, que necesitan de los recursos sociales y ayudas de emergencia y de las personas que voluntariamente hacen posible que puedan disponer de alimentos, ropa y, cada vez más, de compañía ante el problema de soledad actual.
¿Cómo va el Plan General de Ordenación?
Esperamos que sea aprobado en estos días, lo que dará un impulso al ordenamiento urbanístico tras décadas con unas obsoletas Normas Subsidiarias. Hemos pedido (con una moción planteada por todos los concejales y concejalas) que parte de los fondos del Convenio de Carreteras Canarias-Estado se destine a vías como la GC-15 que va desde la capital a la cumbre y soporta casi 23.000 vehículos diarios.
Respecto a la reforma de las '96 viviendas', se ha aprobado 2,1 millones de euros para la rehabilitación de dichos edificios en la Villa ¿Como va a afrontar la ejecución de estas obras que afectarán a numerosas familias?
El programa interadministrativo Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) aprobado para nuestro municipio cuenta con financiación estatal, autonómica, del Cabildo y municipal, además de un pequeño porcentaje que han de aportar los residentes de los bloques conocidos por las '96 viviendas'. Se trata de una obra muy compleja y urgente que permitirá rehabilitar los edificios y el entorno urbano, pero los vecinos y vecinas afectados están ilusionados con la idea de que sus viviendas sean rehabilitadas y mejoren las condiciones de humedades, salubridad y accesibilidad. Estamos en permanente comunicación con los vecinos y con las administraciones para que el proyecto comience antes de fin de año.
