Tercera presencia de marrajos en menos de una semana en Las Burras. El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ordenó en la tarde de ayer prohibir el baño en la playa ante la presencia de al menos tres de estos tiburones en las aguas del sur de Gran Canaria. Ya durante el pasado fin de semana se tuvo que tomar la misma medida en dos ocasiones cuando decenas de personas aprovechaban los días de verano para disfrutar de la costa.
La decisión se tomó sobre las seis de la tarde cuando los socorristas de Cruz Roja fueron alertados de que, de nuevo, había tres crías en el agua. Por ello, de inmediato se izó la bandera roja para prohibir el baño mientras los vigilantes los ahuyentaban de la zona para así recobrar la normalidad, como indicaron fuentes municipales, que precisaron que esperaban que en cuestión de minutos el baño se volviera a permitir.
A este cierre se une los dos que se produjeron el pasado fin de semana, uno de ellos el sábado y el otro el domingo. El primero de los casos sucedió a primera hora de la mañana cuando había marea alta. Los miembros de la Cruz Roja sacaron de inmediato a todos los bañistas. "Impidieron que nadie se metiese en el agua durante varias horas", dijo un testigo. Sobre las once de la mañana, la playa recobró la normalidad. Los bañistas indicaron que se trataba de tres crías de aproximadamente un metro de longitud.
El domingo, nuevo episodio. En esa ocasión, Las Burras estuvo cerrada durante aproximadamente dos horas hasta que las crías, que llegan en busca de alimentos, abandonaron esta zona del litoral de San Bartolomé de Tirajana.
En cualquier caso, Cruz Roja ya ha recalcado que no son animales que suelan atacar a los humanos aunque reconocen que no es normal que estén cerca de la costa del sur de la Isla.
Acerca de la presencia cada vez más habitual de los marrajos en Las Burras, las fuentes municipales consultadas indicaron que una de las posibilidad es la localización cercana de las piscifactorías que atraen a las crías ante la abundancia de comida en el lugar; aunque precisaron que aún no se conoce el motivo a ciencia cierta de la llegada de estas crías.
