Gran Canaria alberga el mayor centro de maduración de quesos artesanales de España, un auténtico paraíso para los amantes del queso, ya que recorrer las instalaciones de Quesos Bolaños, que adquiere cada mes 60 toneladas de variadas exquisiteces a una treintena de pastores, es todo un deleite para los sentidos.

Esta empresa familiar, que quiso mostrar sus instalaciones los responsables de Comercio y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria, Minerva Alonso y Miguel Hidalgo, arrancó hace más de 70 años repartiendo a pie y cargando a hombros los quesos tienda por tienda en el norte de Gran Canaria.

Tras cuatro generaciones, ahora no solo tiene producción propia, sino que madura, envasa, etiqueta y distribuye los productos de decenas de pastores de distintas zonas, desde el norte al sur, pasando por la cumbre, que de esta manera dan salida a su producto, explicó el gerente Aarón Bolaños, que sigue la estela de su padre Manuel y su madre Reyes Déniz, que permanecen en la quesería.

El exquisito sabor de los Quesos Bolaños le ha hecho merecedor de múltiples premios en certámenes insulares, regionales, nacionales e internacionales. De hecho, entre 2017 y 2018 ya suma 18 galardones, algunos tan importantes como los Súper Oro que obtuvo el de oveja Lomo del Palo y el Isla Bonita ahumado en la última edición de la World Cheese Awards, además de la Medalla de Plata al Fontanales en Madrid Gourmet el pasado mes de mayo, y dos primeros premios en el Concurso de Quesos de Gran Canaria.

Los representantes del Cabildo, cuyos departamentos están implicados junto al de Desarrollo Económico en el ambicioso programa Gran Canaria Me Gusta para la promoción de los productos locales, conocieron las más de diez cámaras que tiene la empresa para madurar los productos con temperaturas que oscilan entre 8 y 12 grados para conseguir el punto exacto para su consumo. Y es que este proceso es uno de los momentos claves para que cada uno consiga el sabor perfecto, lo que requiere de un control exhaustivo para darle la vuelta regularmente y que además quede homogéneo.

Miles de quesos elaborados con leche de cabra, oveja y vaca, además de mezclas, untados con pimentón o con gofio, de Flor o Media Flor, esperan de esta manera pacientemente en las instalaciones, algunos de ellos hasta un año, para convertirse en auténticos productos gourmets, que no solo avalan los premios sino también el interés mostrado por empresas de Madrid, Barcelona y Gijón que ya le han hecho pedidos tras su participación en las ferias de Alimentaria y Madrid Gourmets bajo el paraguas del Cabildo de Gran Canaria a través de la iniciativa Gran Canaria Me Gusta.

Gran Canaria, que entre sus riquezas atesora la conservación de la ancestral trashumancia, destaca en España por ser un enclave que espacio limitado y reducido produce la mayor de las variedades de quesos gracias a sus microclimas y pastos, y este hecho es palpable en Quesos Bolaños, que alberga un importante recorrido por inigualables sabores y texturas.