La Consejería de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo de Gran Canaria pondrá en marcha en octubre la división operativa costera, creada para mantener y conservar ocho espacios naturales protegidos en el litoral de la isla. El presupuesto para el primer año de funcionamiento se eleva a 200.000 euros y sus funciones serán, entre otras, la limpieza de residuos, la conservación de senderos, el control de flora y fauna invasoras, la reposición de señales, el mantenimiento de las repoblaciones o la realización de encuestas entre los visitantes de esas reservas naturales en la costa. El equipo estará formado por seis personas, un capataz, dos operarios especializados y tres trabajadores.
La propuesta del departamento que dirige Miguel Ángel Rodríguez incluye ocho de los nueve espacios protegidos: la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas; el Monumento Natural de Arinaga; el Paisaje Protegido de La Isleta; las Zonas de Especial Conservación de Punta del Mármol (Guía) y Punta de la Sal (Agüimes); y los Sitios de Interés Científico de Juncalillo del Sur (San Bartolomé de Tirajana), Tufia (Telde) y Jinámar (Las Palmas de Gran Canaria y Telde). Se excluye de esta actuación el Sitio de Interés Científico del Roque de Gando "por las dificultades de acceso, los riesgos laborales que comporta y la elevación sustancial que produciría en el presupuesto.
La división operativa costera (DOP), cuya creación se encargará a la empresa pública Gesplan, se justifica por la "escasa atención" que reciben estos espacios protegidos por parte del personal de las comarcas forestales debido a los precarios recursos humanos y materiales, así como la lejanía de sus centros de trabajo, explica la propuesta de la Consejería.
Incongruencias
"Esto resulta paradógico porque es precisamente cerca del litoral donde se asienta la mayor parte de la población de Gran Canaria y donde se ubican la mayoría de las infraestructuras públicas y privadas", sostiene el documento de Medio Ambiente, que añade que "resulta incongruente que donde el número, la extensión y la frecuencia de los impactos ambientales son mayores, sea donde menos recursos se dispone para corregirlos".
El primer objetivo, la retirada de residuos, "tratará de conseguir el mejor estado posible de limpieza en todo el suelo rústico de los espacios naturales protegidos". Se eliminarán todos los materiales de plástico, metal, madera, escombros o restos vegetales. "E incluso los peces muertos que se producen eventualmente en la Charca de Maspalomas, así como las hojas secas de palmeras que caigan al suelo", señala la propuesta.
Respecto al tercer objetivo, el control de la flora y la fauna invasoras, se procederá al arranque o tala, acopio y traslado al vertedero de vegetación invasora, conforme a las especificaciones que se vayan dictando para cada espacio protegido. Entre esas especies se cita el tabaco moro, pequeños rodales de rabo de gato, acacias, tuneras, verdolaga de playa, ricino y mato azul.
También se capturarán los animales invasores de esos espacios protegidos, siguiendo los protocolos establecidos para ello, como en el caso de los gatos y los conejos en el SIC de Jinámar. Entre las especies a tener en cuenta, se incluyen los erizos, ratas y ratones. Entre las aves solo se capturarán los patos criollos.
El cuarto objetivo se refiere a las señalizaciones de los senderos y se ejecutarán tareas de mantenimiento, reposición o nueva instalación. "En varios espacios costeros existen delimitaciones con bolardos o postes de madera con cuerdas (Dunas de Maspalomas, La Isleta, Punta de la Sal, Jinámar) y se tratará de mantener en un estado de conservación favorable", precisa el documento.
En cuanto a las repoblaciones, "se realizarán plantaciones de pequeña entidad de diversas especies en los espacios protegidos costeros, así como la instalación de sus protectores, además de los riegos que sean necesarios.
La propuesta de Medio Ambiente está planteada para un plazo de realización del servicio durante un año, pudiendo prorrogarse por un periodo de igual duración. Se prevé que se inicie su ejecución material del proyecto el 1 de octubre de 2018 y que finalice el 30 de septiembre de 2019.
El presupuesto para el primer año de la división costera del Cabildo asciende a 199.951 euros, de los que 51.500 euros se gastarán en 2018 y 148.451 euros en 2019. Por conceptos, los gastos de personal se elevan a 119.635 euros, seguidos del uso de dos vehículos y combustible (32.425 euros), materiales y maquinaria (22.363 euros ) y el vestuario de seguridad de los seis trabajadores (1.961 euros).
