Lo que parecía que iba a concluir como una fiesta de cumpleaños de uno de los componentes de una pareja en el interior de una casa terrera de Pozo Izquierdo, en el municipio de Santa Lucía de Tirajana, acabó con una agresión con un cuchillo pequeño de cocina, un hospitalizado grave, una detención y con la destacada presencia de los cuerpos de emergencias y seguridad en este pueblo costero.

Una mujer, con el nombre de pila de Dominga y de unos 50 años, causó supuestamente más de cuarenta cortes y heridas a su pareja, de una edad similar, después de acorralarlo en el interior de esta vivienda familiar. Un miembro de la familia que también asistía a esta celebración logró, por fortuna, separar a la pareja durante la pelea en la que ella contaba con un cuchillo de cocina de pequeñas dimensiones. De esta forma, la persona que consiguió que no continuase la agresión evitó que todo finalizase con consecuencias peores.

Estos hechos poco habituales en Pozo Izquierdo, como resaltaron este lunes varios vecinos, sucedieron en una vivienda de la calle Arenal (no en la calle La Salema, como se publicó en un primer momento) en torno al mediodía del pasado sábado. Sin embargo, este lunes aún era el argumento de conversación entre residentes y foráneos en locales públicos, como supermercados, fruterías y bares. También continuaban este lunes los rumores en relación a este suceso que se había dado a conocer el sábado a través de distintas redes sociales con diversos datos no verificados.

Tras las llamadas de alerta al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes)-112, a la citada calle se desplazaron agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, como al menos una ambulancia del Servicio de Urgencias Canario (SUC).

Los efectivos de seguridad y emergencias pretendían entrar en la casa para atender al herido. Sin embargo, la presunta autora de las múltiples heridas y cortes se negaba a abrir la puerta. Entonces, la situación se complicó más cuando la novia del herido, tras sufrir una crisis, comenzó a tirar diversos muebles y objetos desde el balcón de la vivienda.

Los agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil lograron llegar hasta la casa donde sucedían los hechos tras acceder por una vivienda colindante. Tras ser reducida, la agresora fue detenida.

Poco después, el herido fue asistido por los servicios médicos y sanitarios y trasladado en estado grave al Hospital Insular de Gran Canaria.

La arrestada pasó supuestamente este lunes a disposición judicial por ser autora de una agresión con arma blanca y desacato de la autoridad.

Al parecer, esta mujer se encuentra bajo un tratamiento psicológico. Sin embargo, ella y su pareja sentimental son conocidos en Pozo Izquierdo por ser presuntamente habituales consumidores de bebidas alcohólicas, las cuales al parecer tampoco faltaron durante la celebración de la fiesta por el cumpleaños de unos de ellos.

Ninguno de los dos tiene trabajo fijo, sino que realizan alguno relacionado con la agricultura de forma muy ocasional.

Con ellos reside en la misma casa un hermano de ella, exactamente en la azotea de este de inmueble de dos plantas de la calle Arenal. Este hermano cuenta también una pareja sentimental que es una mujer que registra una deficiencia.

"No son conflictivos, simplemente que se sabe que suelen beber y tienen sus cosas y malos días, como todo el mundo", comentó un vecino de Pozo Izquierdo, quien también señaló que esta pareja "también es conocida por sus riñas familiares, que suelen ser habituales o en ocasiones. Eso sí, la del sábado pasó a mayores y creo yo que fue la más fuerte por haber un cuchillo en medio. Menos mal que no acabó con consecuencias peores".

Otro residente de la misma calle, que prefirió conservar el anonimato, indicó que se han presentado "varias denuncias por mala vecindad contra ellos por la forma de comportarse y de molestar a los demás". Por otro lado, en una frutería cercana a su casa, exactamente en la calle Tanque Redondo, ya se les denunció y no se les permite que se sienten en las escaleras de acceso a la entrada del establecimiento, ya que en numerosas ocasiones anteriores compraron bebidas en el local que luego consumían en dichas escaleras.