El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales llamó ayer "a la responsabilidad" a los bomberos del Consorcio de Emergencias de la Isla, a los que acusó de "jugar con la seguridad pública para defender intereses laborales", algo que señaló que "no se puede hacer".

Morales, de Nueva Canarias, hizo ese llamamiento en respuesta a las críticas de los bomberos, que han asegurado que carecen de los medios y del personal adecuados para desarrollar su labor correctamente y han achacado la situación a incumplimientos del Cabildo de Gran Canaria en sus obligaciones para con el Consorcio.

Un planteamiento que rechazó el presidente, aduciendo que el servicio de bomberos insular es un ente mancomunado en cuyos órganos directivos están presentes también diecinueve de los ayuntamientos grancanarios, "de todos los colores políticos", y el Gobierno autónomo, de Coalición Canaria.

"Por lo tanto, no es el Cabildo el que toma las decisiones" en el Consorcio, sino que debe consensuarlas con las demás administraciones de las que depende, subrayó.

Y añadió que, además, los alcaldes afectados, todos los de la isla salvo los de la capital y San Bartolomé de Tirajana, que poseen servicios de emergencias municipales, se han pronunciado ya días atrás sobre el asunto y han dicho que "consideran que las demandas de los bomberos son inasumibles".

El presidente insular destacó que otra de las reivindicaciones del colectivo es que los bomberos del Consorcio pasen a ser funcionarios del Cabildo, algo que "no puede ser" porque ni siquiera son personal contratado por la corporación sino por un organismo autónomo que no depende de él.

Por todo lo expuesto, Antonio Morales negó que la situación del colectivo dependa de la corporación, como han sostenido sus representantes sindicales, e insistió en que "la posición del Cabildo es que las decisiones se adoptarán en el marco del Consorcio".

El cual, recordó, que congrega a "alcaldes de todos los colores, incluso de esos partidos que quieren aprovechar el conflicto" por intereses electorales.

El comité de empresa del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria ha alertado de las deficiencias que sufren los agentes en su equipamiento y de la falta de efectivos para cubrir su tarea de manera satisfactoria y segura. El pasado junio, la inundación de las instalaciones de bomberos en San Mateo hicieron saltar las alarmas sobre el mal estado de algunos parques como el de Puerto Rico. Además, el 24 de agosto, 26 coches ardieron en Jinámar (Telde) y en el parque del municipio solo había un bombero con el llamado equipo de protección individual (EPI) necesario para acudir a la emergencia. Según los propios bomberos, la tardanza, alrededor de 30 minutos, hizo imposible salvar ninguno de los vehículos. Y es que el propio Consorcio ordenó en junio no acudir a las llamadas sin los equipos adecuados. En ambos casos, los agentes se han quejado de una situación que ya se prolonga desde hace muchos años. La solución que proponen es que haya entre 40 y 50 bomberos diarios para los siete parques y, con ello, cumplir con la legislación de prevención y riesgos laborales.