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Turismo

Canarias descarta prohibir el alcohol en los 'todo incluido' como Baleares

El Govern limita el consumo de bebidas espirituosas a comidas y cenas

Canarias descarta prohibir el alcohol en los 'todo incluido' como Baleares

El Govern balear se ha propuesto acabar con el mal llamado turismo de borrachera en la comunidad autónoma y para ello ya elabora una ley que prohibirá el consumo de alcohol en los regímenes hoteleros de todo incluido y lo limitará a las comidas y las cenas. Una medida que no ha gustado nada al sector hotelero pitiuso al considerar que reduce la competitividad de destinos tan demandados por los turistas europeos como Ibiza o Formentera. En Canarias, donde lugares como el sur de Gran Canaria cuentan cada vez más con establecimientos que se acogen a este modelo, tanto Gobierno como patronales hoteleras descartan la aplicación de una normativa similar ya que el destino recibe un mercado completamente distinto, conformado en gran parte por personas jubiladas y familias con niños, y no por jóvenes que ingieren grandes cantidades de alcohol provocando problemas de desorden público y situaciones tan dramáticas como la muerte tras saltar desde los balcones de los hoteles.

En un hipotético escenario similar en el Archipiélago, el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricúa, considera que, como principio general, restringir la oferta de un destino cuando un 30% de los clientes son de todo incluido "sería ya un grave error", sobre todo en un momento en el que la llegada de turistas a las Islas muestra ya síntomas de desaceleración ya que, hasta julio, Canarias acumuló cuatro meses consecutivos de descensos que supusieron la pérdida de más de 330.000 turistas internacionales.

Sin incidencias

"Esto no debe ocurrir, porque la consecuencia será que muchos turistas que vienen a Canarias en régimen de todo incluido y quieran aprovechar para tomar una copa elijan otros destinos alternativos", apunta Mañaricúa, "provocando así una nueva caída del sector". En este sentido, se muestra tranquilo porque, dice, el problema de Baleares es específico y no se da en este Archipiélago. "Aquí no existe un turismo de masas que viaje para beber", apunta, "somos un destino de media distancia donde el billete de avión es como mínimo un tercio más caro que para viajar a Baleares". Así, el elevado coste del precio de los desplazamientos aéreos se convierte en una barrera de entrada para este tipo de turismo. "Apenas recibimos turistas de fin de semana; así que ese modelo aquí no se dará", añade Mañaricúa.

El Govern balear esgrime la salud pública entre los motivos para la aplicación de esta polémica medida, "pero no impedirá que los clientes consuman grandes cantidades de alcohol fuera del hotel al venderse paquetes en discotecas", señala el presiente de la FEHT, "es un problema de educación y concienciación en los países emisores, no un problema que competa a las administraciones pública españolas". En todo caso, Mañaricúa ve un error este tipo de restricciones y apela a los políticos a no inmiscuirse en qué modelos deben ofrecer los empresarios.

Desde el Gobierno canario, la directora general de Ordenación y Promoción Turística, Candelaria Umpiérrez, elimina la posibilidad de una hipotética aplicación de esta normativa. "Canarias no tiene los problemas que sufre Baleares derivados del elevado consumo de alcohol, así que entendemos que no es necesario adoptar esta medida", explica. Umpiérrez recuerda que solo un 5% de los turistas que llegan al Archipiélago en régimen de todo incluido lo hacen en grupo, "y no tenemos conocimiento de incidencia alguna relacionadas con el desorbitado consumo de bebidas alcohólicas".

Por su parte, el presidente de la Comisión de Turismo y Seguridad de la FETH, y también presidente de la Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos de la Provincia Las Palmas (AEAT), Tom Smulders, considera que deben aplicarse otras medidas para minimizar el consumo de alcohol ya que los empresarios solo aplican el régimen de todo incluido por la propia demanda de los clientes. "Hay una tendencia a pensar que en el sector aplaudimos este modelo con sumo entusiasmo", apunta, "pero no es así, solo se aplica porque supone un reclamo directo por parte de los touroperadores a la hora de contratar paquetes vacacionales, derivado de la alta demanda de sus clientes".

Para Smulders, "no es sencillo cambiar este producto" porque durante la época estival "los grandes destinos también lo ofertan, y si frenamos en calidad y servicio, caeremos". En todo caso, sostiene, la oferta del régimen del todo incluido es limitada durante el invierno aunque más demandada en verano, sobre todo por familias con niños que desean conocer el gasto final de sus vacaciones y asegurarse de que todos los servicios que necesitan están cubiertos.

Sobre la fusión del alcohol y la noche, Smulders señala que "los jóvenes que vienen en verano y están en edad de beber apenas generan un impacto negativo en las Islas, no se considera un problema de orden público". En este sentido, opta y anima a las autoridades a poner el foco sobre los jóvenes canarios que durante el fin de semana participan en "botellones salvajes y desmesurados". "Toman más alcohol muchos menores isleños que los turistas que disfrutan del todo incluido", concluye.

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