La Villa de Santa Brígida cuenta actualmente con una decena de obras en las vías del municipio que están en trámite para su adjudicación y ejecución por un importe de 1.841.065,84 euros con cargo a los programas de Cooperación con los Ayuntamientos, Obras Públicas e Infraestructura Rural.

Las obras con mayor presupuesto son las de la carretera de Lomo Espino (GC-151) hacia Pino Santo y el acondicionamiento de la intersección de la GC-15 con la GC-80 (La Atalaya), prevista para 2019, por un importe de 623.000 y 481.297 euros, respectivamente. Todas las obras han tenido que adaptar sus proyectos a la nueva legislación de contratos públicos que entró en vigor el pasado mes de marzo, y alguno de los proyectos dependen de la culminación del proceso de expropiaciones.

El Consistorio realiza gestiones para que puedan ejecutarse las obras aprobadas y en trámite para la mejora de carreteras del municipio previstas para este ejercicio, entre las que figuran la repavimentación de viales en Parralillo, Hoya Chiquita y Arenillas (103.372 euros), rehabilitación de firmes y barreras anti raíces en las calles José Cabrera y Agustín Millares Carló (34.305 euros), ambas con cargo al Plan de Cooperación con los Ayuntamientos.

A estas obras se suman las actuaciones de la Consejería de Obras Públicas del Cabildo de Gran Canaria con la repavimentación de tramos en Pino Santo Bajo, La Atalaya, La Concepción, Camino de la Presa y Casa del Mocán (83.671 euros). Además del acondicionamiento peatonal de la carretera Juan Bordes, en La Atalaya (213.723 euros), la mejora del drenaje en la GC 320 en Las Meleguinas (49.042 euros), la carretera de Lomo Espino y el acondicionamiento de la intersección de La Atalaya con la GC-15 y de la parada de guaguas e itinerario peatonal en la carretera de La Atalaya.

En el programa de actuaciones en infraestructuras rurales están en trámite los proyectos de repavimentación y mejora de la carretera de Lomo Lucas (123.144 euros) y de la carretera Bajo Risco (129.510 euros). Las obras a concurso producirán bajas en los procedimientos de selección de las empresas que las ejecutarán, por lo que los importes remanentes se destinarán a otras obras necesarias en las vías del municipio, cuyos proyectos están realizados y su elección dependerá del importe que quede libre tras finalizar el proceso de adjudicación.