La búsqueda de Juana Ramos vuelve a coger carrerilla. El juzgado de Violencia de la Mujer que lleva el caso de la empresaria del barrio de La Paterna, en Las Palmas de Gran Canaria, que desapareció el 20 de agosto de 2016, moviliza de nuevo al Ejército para tratar de localizarla en Arucas. Un nuevo informe de la Policía Nacional ha detectado la existencia de un hasta ahora desconocido punto físico en el que los teléfonos móviles de la desaparecida, que ahora tendría 60 años, y de su supuesto homicida, Miguel Ramos, coinciden el día en el que se perdió su pista.

La costa de Arucas, desde la zona de la Granja del Cabildo, pasando por Las Salinas, Punta de los Palomares y El Guincho, ha sido hasta ahora la zona cero de búsqueda, aunque también se ha extendido el trabajo hasta el barranco de Moya y a otros núcleos del interior. Pero sin éxito hasta la fecha. Ahora, más de dos años después de su ausencia, volverán a patear Arucas para tratar de hallar alguna nueva pista.

La magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, Auxiliadora Díaz, envió ayer una petición a la Delegación del Gobierno para movilizar a la Unidad Militar de Emergencias (UME) para rastrear parajes en Arucas en busca del cuerpo de Juan Ramos. La magistrada sigue esta nueva pesquisa tras recibir un segundo informe del grupo de Homicidios de la Policía Nacional sobre la geolocalización de los teléfonos móviles del presunto autor de su desaparición y de la desaparecida. Según un portavoz judicial, el análisis de la policía ha detectado un nuevo punto físico en el que los teléfonos de ambos coinciden el día en el que dejó de ser vista Juana Ramos, esto es, la noche del 20 al 21 de agosto.

Tal y como publicó este periódico, en la reconstrucción de los hechos se apuntaba que ambos estuvieron en Bañaderos. A partir de ahí, la señal de ella se evaporó y sólo está activo el móvil del investigado, que llegó hasta la zona conocida como El Guincho. Además, la geolocalización desvela que el cocinero y pescador, que conoce muy bien la costa de Arucas, fue tres veces más en días posteriores a esa misma zona. Al ser preguntado por qué fue a este sitio, la expareja afirmó durante su declaración que "fui sólo a pensar".

Los investigadores entregaron a la juez un conjunto de informes, mapas, así como cuadros que muestran en dónde fueron localizados los móviles de cada uno, de Miguel y de Juana, en dónde y cuándo.

La geolocalización de los teléfonos móviles es una prueba fundamental en este caso, ya que sitúa donde estaban a unas horas determinadas cada uno de los terminales durante esa noche del día 20, en la que desapareció Juana Ramos. Y ahora ha surgido una nueva pista, que se espera ponga fin al caso.