La tranquilidad de la playa de Mogán Ayer fueron muchas las personas que escogieron el arenal del suroeste grancanario para pasar el día festivo. El ambiente familiar y la paz que se respira en la media luna moganera fueron algunos de los motivos para plantar la sombrilla, la toalla y los traseros en esta parte de la costa. No obstante, la mayor parte de las playas de la Isla colgaron ayer el cartel de lleno. Aparcar se volvió cosa complicada en algunas de ellas y lo mismo para encontrar un hueco para sentarse entre bañista y bañista. Las temperaturas, cercanas a los 30º en la costa, y la incertidumbre sobre la llegada de la tormenta tropical Leslie al Archipiélago durante el fin de semana ayudaron a más de uno a escoger el día de la Fiesta Nacional para pasarlo de relax fuera de casa.

Cuerpos al desnudo y olor a crema solar, con un toque de cerveza, cebolla frita y paella del supermercado. El ambiente en las playas de Gran Canaria es de lo más variopintos en jornadas festivas como la de ayer. No obstante, muchos son los que trabajan hoy sábado, por lo que había que exprimir al máximo las horas libres. Es el caso de la familia de Carmen Rocha. Naturales de Telde, escogieron la playa del Puerto de Mogán por la tranquilidad que se respira. "La gente es muy respetuosa, nadie te invade el espacio, no hay aglomeraciones y puedes estar con los niños sin preocuparte mucho", recalca. "Encima es viernes, por lo que hay mercadillo", recuerda su hija Mónica.

La familia llegó a esta parte de la costa grancanaria el jueves por la noche en su autocaravana. Al fin y al cabo, se definen como buenos campistas. "El campismo no es algo para todo el mundo, mucha gente no sabe convivir con los demás o no son respetuosos con el medio ambiente", señala Carmen. Y así llevan ya cuatro o cinco años, buscando el mejor espacio para plantarse unos días. "La semana pasada estuvimos en el Corral de los Juncos, en Tejeda, lo bueno es alternar playa y montaña", añade Mónica mientras prepara los bocadillos de tortilla de papas.

Por suerte o por desgracia, en la tarde tendrán que poner rumbo a Telde, puesto que hoy les tocaba trabajar. Quienes sí pasarán todo el fin de semana en Mogán, y en este caso por primera vez, son Silvia González y Salvador Alonso. Esta pareja de comerciales de Santa Cruz de Tenerife decidió cruzar el trozo de Atlántico que separa ambas islas para pasar todo el puente a remojo. Llegaron en la tarde del jueves y piensan disfrutar de la costa grancanaria hasta el próximo domingo. "Nos está gustando mucho, está muy bien para estar con las niñas, porque es muy tranquilita la playa", apunta ella. La pequeña Elena ratifica las palabras de sus padres mientras juega en la arena con su hermana Martina.

El destino también llevó a la familia de Marisol Brito y Sergio Espino al Puerto de Mogán. "Íbamos a pasar la noche en la presa de Las Niñas, tenemos una furgoneta preparada, pero había demasiado calor, pensamos que era mejor bajar a la playa porque arriba no se podía", señala Brito. "Aquí se está muy bien con la brisa de la marea", apunta Espino. Lo cierto es que las temperaturas se contuvieron en la jornada de ayer y apenas lograron rozar los 30º, incluso, a partir de medio día el cielo se fue nublando poco a poco. Un día de lujo que acompañaron con paella, revuelto de champiñones, chorizo de Teror y "la ropavieja, que ya voló".

Junto a Sergio estaba su hermana Francisca, quien vive en Valladolid desde hace años. "Todos los años vengo con mis hijos y mis nietos a pasar dos semanitas con los míos", recalca. Un total de diez miembros de la familia se aglutinaron ayer entorno a las mesas y las sombrillas para pasar un día de playa. Más teniendo en cuenta que el domingo pondrán rumbo a tierras castellanoleonesas, por lo que no les queda ya mucho tiempo para disfrutar del océano y el sol del Archipiélago.

Sombrillas de octubre

En mitad del mar de sombrillas de Kalise, Frigo o Tropical afloraban muchos turistas europeos que han escogido el mes de octubre para pasar sus vacaciones. Las colas para alquilar un equipo deportivo acuático o reservar una plaza en una embarcación de recreo se hicieron notorias. Muchos latinoamericanos residentes en la Isla también escogieron la playa de Mogán como destino final en este 12 de octubre.

Es el caso de las familias de Teresa y Alba Cruz. Llegaron a Gran Canaria hace 18 años procedentes de Colombia y en este tiempo han aprendido a disfrutar de las bondades de la costa moganera. "Nos encanta por la tranquilidad", matiza Teresa. "Playa del Inglés nos gusta por su extensión, pero hoy [por ayer] hacía demasiado viento, entonces decidimos cambiar", explica Alba mientras le hinca el diente a un trozo de pollo.

Lo reconocen, para pasar el día de playa les gusta disfrutar de la comida tradicional de su país de origen. En el menú tenían pollo y papas asadas, guacamole y arepas a la plancha. "Y el café, sin el no podemos vivir", recalca con gracia Cristian. Sin duda, la mejor bebida para una tarde festiva.