Erio Ziglio, exdirectivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) , calificó ayer como un "problema gordo" el aumento del gasto en salud que están teniendo que asumir los ciudadanos de muchos países de Europa debido a que el sistema público no cubre sus gastos de enfermedad. Según explicó en su intervención en el II Encuentro Regional 'Islas y Municipios Promotores de Salud', que se celebra en el Teatro Víctor Jara de Vecindario, de los 900 millones de personas que viven en el continente europeo cerca de 100 millones están en riesgo de pago catastrófico porque para afrontar sus problemas de salud se ven obligados a endeudarse, y hasta llegan a vender sus casas.
"El sistema en vez de ayudar a sacar a la gente de la situación de vulnerabilidad o de pobreza genera parte del problema, y lo que hay que evitar es que crezcan estos casos de personas que se ven abocadas al pago catastrófico" remarcó el experto europeo en Salud Pública, que actualmente es profesor distinguido en el Management Centre de Innsbruck (Austria).
Asimismo, Erio Ziglio apuntó que si bien a nivel de Europa se está detectando una mejora de la salud de los ciudadanos, lo cierto es que no está produciendo de forma equitativa, de tal forma que" hay grupos que lo llevan muy bien y otros muy mal, lo que provoca que la brecha esté aumentando".
Para afrontar este problema público dijo que es necesario que los gobiernos apliquen políticas sanas en otros sectores económicos más allá del sanitario. En este sentido, rechazó que se pueda achacar a la OMS el fracaso del acuerdo sobre cobertura universal establecido en la Estrategia Mundial de Salud Para Todos del año 2000, ya que han sido los gobiernos de los distintos países miembros los que no se han tomado en serio esa meta.
Respecto al hecho de como los gobiernos intentan recortar la inversión sanitaria, puntualizó que hay evidencias científicas que señalan que si se mejoran los niveles de esperanza de vida sana se genera un impacto positivo en las condiciones desarrollo . Destacó además, que hay estudios que revelan que si se baja la mortalidad cardiovascular en un 10% se produce un impacto sobre el PIB de cualquier país, y sentenció que "la salud no es un impuesto sino una inversión a la largo plazo".
El exdirectivo de la OMS apuntó que Canarias tiene que aprovechar la oportunidad de ser un ejemplo a nivel mundial en materia de salud y desarrollo sostenible. A este respecto, comentó que las Islas deben aprovechar el clima y la identidad de comunidad para basar su crecimiento a partir de sectores como el turismo y la agricultura teniendo claro el enfoque en la salud.
Por su parte, Juan Manuel Acosta, alcalde de Santa Úrsula, municipio donde el pasado año se celebró la primera edición de este encuentro aseguró que han aumentado los municipios y corporaciones canarias que se han adherido a la Estrategia Promoción de la Salud, incluido en el Programa Interreg de la Macaronesia 2014-2020, ya que de 11 los ayuntamientos que suscribieron el acuerdo el pasado año se ha pasado a 22, y dos cabildos, uno más que el pasado ejercicio.
En esta ocasión, Dunia González, alcaldesa de Santa Lucía, municipio anfitrión de esta edición, señaló que lograr que la población tenga hábitos de vida saludables necesita de acciones, y los resultados se logran a largo plazo, y "los políticos sabemos que es algo en lo que se invierte y no se ve ni se puede inaugurar al día siguiente".
De otro lado, el consejero de Sanidad del Gobierno canario, José Manuel Baltar, que también participó en la apertura de este encuentro regional que se clausura hoy, manifestó que la estrategia de las Islas se basa en coordinar los esfuerzos de promoción de la salud y prevención de la enfermedad entre todos los sectores y actores implicados favoreciendo la sostenibilidad del sistema sanitario.
