Los dueños de la quesería Frescos del Norte, en la Villa de Moya, llevan más de una década con la incertidumbre de perder su negocio familiar por el trazado que propone el Cabildo de Gran Canaria, que pasaría por encima de su quesería, del espacio destinado al ganado y de su vivienda.

La portavoz de la empresa, Pepa Lorenzo, sostiene que una sentencia del Tribunal Supremo ratificó en el año 2011 que la ampliación de la GC-2 debía preservar la actividad agrícola y ganadera tradicional de la zona, por lo que la vía no podía atravesar el terreno que ocupa su quesería, ubicada junto a la carretera, a la altura de El Pagador. Por otra parte, esta sentencia vela por el alto valor paisajístico del entorno y recoge que el trazado no contaba con informe medioambiental.

El Plan Territorial Parcial del Litoral del Norte: Arucas-Moya-Guía (PTP-15), planteado actualmente por el Cabildo grancanario, incluye la ampliación de los viales con un recorrido que coincide parcialmente con el anulado por el Tribunal Supremo. Por este motivo, Lorenzo muestra su indignación con el Cabildo insular "por destinar recursos públicos, tanto humanos como económicos, a promover un proyecto que no puede salir adelante porque ya hay una sentencia que lo impide", explicó.

Además, este plan de ordenación territorial no contempla espacio suficiente para la reubicación de las 72 viviendas afectadas por el proyecto y el trazado de la vía a su paso por el litoral moyense. La extensión entre la costa, los límites del Parque Rural de Doramas y los riscos del macizo de Los Blanquizales es insuficiente para albergar una zona residencial y una carretera de 8 carriles, dos en dirección a Las Palmas de Gran Canaria y dos en dirección norte, más los cuatro actuales que se convertirían en un eje verde estructurante.

Con el actual planteamiento del PTP-15, tanto los vecinos como el Consistorio moyense coinciden en que se terminaría con la costa y las casas se quedarían ante un muro de hormigón de 19 metros de altura, sobre los que se soportarían los carriles.

En este sentido, Pepa Lorenzo se niega a que, además de perder el negocio que garantiza el sustento de su familia y su única casa, los reubiquen lejos de la costa. "Llevo toda la vida viviendo junto al mar y de aquí no me sacan, esta es nuestra forma de vida", afirmó, al tiempo que aseveró rotundamente que "nací en la costa y moriré en la costa".

Uno de los motivos por los que se debate sobre el desdoblamiento de la carretera del Norte es la gran afluencia de tráfico que soporta la vía. "Me gustaría que Antonio Morales se levantara temprano y viniera a ver el tráfico que hay, yo solo veo a primera hora pequeñas retenciones generadas por las rotondas, por lo que no entiendo la necesidad de ampliar los carriles teniendo en cuenta que perjudicaría a tantas familias", declaró Pepa.

La quesería Frescos del Norte produce 1.200 kilos de queso al mes desde hace casi treinta años. Esta sacrificada labor conlleva trabajar 365 días al año "sin saber lo que son las vacaciones", explicó Pepa, "como para que encima nos añadan el miedo de poder perder la quesería", concluyó.