Romper los estereotipos sobre el mundo rural y luchar contra las desigualdades de género, son los principales objetivos del Foro Interdisciplinar por la igualdad de las mujeres del ámbito rural de las Islas Canarias, organizado por el Ayuntamiento de la Villa de Moya y que celebra esta semana su tercera edición.

En esta ocasión, el encuentro se desarrollará bajo el lema Surcando con valores, cognición e identidades. Aproximación científica para una educación consciente y responsable, para abordar materias como la educación feminista para la igualdad de género; los principales riesgos que corren los jóvenes al hacer un uso inapropiado de las redes sociales e Internet; y se presentarán los primeros resultados de los proyectos piloto EducoSurca y Eirene, que desarrolla el Consistorio moyense en centros escolares del municipio para la visibilización de la mujer rural y la prevención de la violencia digital entre los estudiantes, respectivamente.

El curso pasado, EducoSurca arrancó su andadura con un estudio que analizaba la percepción de la población infanto-juvenil del municipio norteño sobre las mujeres rurales y arrojó respuestas que invitan a la reflexión y la acción inminente. Por esta razón, el proyecto dio el salto, de manera experimental, a las aulas del CEIP Agustín Hernández Díaz en las que Mónica Pulido, antropóloga social y cultura, trabajadora social y coordinadora de EducoSurca, trabaja con los tres pilares de la comunidad escolar, los alumnos, las familias y el profesorado.

"Lo que queremos conseguir es reducir los estereotipos asociados al medio rural y dar visibilidad a todas las oportunidades que tienen los niños de este entorno", señala Pulido. Quien añadió que dentro del ámbito de la igualdad "tenemos que mostrar la complejidad y la diversidad del medio rural, que va más allá de lo estrictamente agrario". Por otro lado, como explica la antropóloga, trabajan para modificar el concepto de mujer rural, porque "los adultos siguen simplificando la realidad y lo asociando a la mujer agraria, por lo que los niños se imagina que el mundo rural se ciñe a lo agrario y, probablemente, esto reduzca su capacidad de proyección en el futuro".

En este sentido, lo que diferencia a EducoSurca de otras iniciativas del ámbito de la igualdad es que es un proyecto que se dirige a niños de 6 a 10 años, una fase temprana de la vida escolar en la que "hay una mayor capacidad de aprendizaje", y no a los adolescentes, ya que "cuando las acciones se ponen en marcha en Secundaria se llega tarde, porque ya hay una serie de ideas implantadas", asegura Pulido.

El primer paso que han dado en las aulas es abordar con los menores las emociones desde la perspectiva de neurociencia afectiva. "Trabajamos el autoreconocimiento de emociones y la empatía, ya que si los menores son capaces de identificarlas y normalizarlas, aprenden a generar actitudes de apoyo y refuerzo colectivo", explica Pulido. Quien explica que los siguientes pasos serán "estudiar cómo se proyectan las niñas y los niños dentro del aula" para, a partir de ahí, trabajar la igualdad y, por último, "relacionarán el concepto de igualdad con el medio rural".

Con todas estas herramientas, EducoSurca genera en los alumnos actitudes, valores y alternativas de resolución de conflictos para evitar que los niños recurran a la violencia como vía para solucionar los problemas. Para que rompan los estereotipos, "trabajamos con las ideas preconcebidas poniéndolos contra las cuerdas hasta que ellos rompen los estereotipos y, aunque intentamos hacer lo mismo con los padres y los profesores, los adultos tenemos más resistencia a ser plásticos", segura la trabajadora social.

Además, Pulido asegura que el concepto de ruralidad ha cambiado mucho en los últimos años y pone como ejemplo que en una visita a una granja agrícola, "los niños de campo estaban preocupados por ensuciarse los zapatos". Por lo que, es evidente que "la realidad rural ha cambiado mucho y tenemos que repensarlar, desde el ámbito urbano y desde el ámbito rural".

Por otra parte, el Ayuntamiento de Moya desarrolla el proyecto Eirene en el IES Doramas con el que combate desde hace varios meses el ciberacoso y la violencia digital en todas sus variantes, especialmente la violencia de género, a través de actividades de formación y concienciación en el uso apropiado de Internet, redes sociales y las aplicaciones móviles entre los jóvenes, padres y profesorado del municipio. Una iniciativa pionera en Canarias, diseñada específicamente para llegar al medio millar de chicos y chicas moyenses de entre 11 y 17 años y hacer frente a una problemática que en 2018 sitúa a nuestro Archipiélago a la cabeza de todo el Estado en el índice de víctimas de ciberacoso o ciberbullying frecuente.

Con un 1,8%, siete décimas por encima de la media española, y dos de cada tres víctimas mujeres, tal y como registra el Informe sobre la situación de la infancia y la familia en Canarias elaborado a instancias del Ejecutivo autonómico.

"Es un problema real que las administraciones públicas debemos combatir con firmeza y de manera decidida e inmediata, para evitar que se convierta en una situación inabarcable con consecuencias aún más graves para nuestros jóvenes", defiende la concejala de Políticas Sociales del Ayuntamiento de la Villa de Moya, Elsa Maroto.

En este sentido, Maroto apeló a un uso controlado y adecuado de las nuevas tecnologías por parte de los jóvenes y, sobre todo, "a la comunicación fluida e interés de los padres por conocer con qué fines utilizan sus hijos las redes sociales, además de aprender con ellos las posibilidades que ofrecen". Pues convenientemente empleadas, concluye la concejala, "pueden ser muy beneficiosas y una oportunidad profesional, pero es fundamental también saber detectar y actuar a tiempo si sus hijos participan en la violencia digital o si son víctimas".

Por su parte, Juan Francisco Herrera, director del proyecto Eirene, explica que "no se trata de que los padres prohiban a sus hijos de manera autoritaria usar el móvil o que les impidan acceder a Internet, sino de que se sienten con ellos a aprender cómo se hace y aborden juntos los riesgos y ventajas que suponen las nuevas tecnologías". Y es que, en su opinión, "la forma de relacionarse ha cambiado y existe un miedo a lo desconocido por parte de los padres que les impide afrontar los peligros digitales que pueden encontrar sus hijos si no se les orienta y forma para prevenirlos".

Herrera subraya que esta violencia "puede darse desde cualquier parte del planeta y durante las 24 horas al día, pero hacemos hincapié en que son las herramientas del siglo XXI y en su buen uso". En este sentido, el director también señala que Eirene "es un programa abierto y moldeable, que se irá adaptando a las necesidades que vayamos encontrando en el municipio y cuyos primeros resultados podrán obtenerse antes de final de año".

Los estudios preliminares y de evaluación previa realizados en la población objetivo en Moya reflejaron datos que han preocupado al Consistorio norteño, como que el 96% de los estudiantes moyenses no sabe identificar situaciones de acoso, vejaciones o chantaje entre personas de la misma edad a través de Internet, redes sociales y teléfonos móviles; el 90% desconoce cuáles son sus datos de carácter personal; el 72% desconoce que se dan situaciones de grooming o acoso de un adulto a un menor por estos medios; el 68% desconoce que el envío de fotos íntimas entre parejas puede dar lugar a casos de sexting o que el 4% ha enviado fotos de índole sexual a otras personas.