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San Bartolomé de Tirajana

Las mareas aceleran la recuperación de arena de las dunas de Maspalomas

En solo 15 días, el mar devuelve a la orilla 7.000 metros cúbicos de áridos

La naturaleza está colaborando en la recuperación de las dunas de Maspalomas En tan solo 15 días, las mareas han devuelto a la orilla 7.000 metros cúbicos de arena después de que el Cabildo de Gran Canaria haya iniciado los trabajos de extracción y traslado del árido desde la Punta de La Bajeta hasta Playa del Inglés, en el marco del proyecto Masdunas, el primero en el mundo en el tratamiento y recuperación de dunas áridas. Desde el inicio de los trabajos, la Corporación ha reubicado ya 5.500 metros cúbicos de arena de los 60.000 previstos para todo el proyecto, que durará hasta finales del año 2019.

La franja de 50 centímetros de profundidad que se genera tras la extracción de la arena se está rellenando de árido de forma natural con ayuda de la acción del mar, que arrastra la arena hasta el hoyo y ha acumulado ya esos 7.000 metros cúbicos. "Ha sido algo inesperado para el equipo de trabajo", afirmó ayer Miguel Ángel Peña, director conservador de la Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas, durante una visita institucional a la zona para conocer el estado de los trabajos. Y es que la previsión inicial era que este proceso tuviera lugar solo con las tormentas procedentes del Sur.

Tras unos días de prueba en los que se desplazaron unos 350 metros cúbicos de arena cada noche desde la Punta de La Bajeta hasta Playa del Inglés, el Cabildo reubica ahora 1.230 metros cúbicos cada día, cuatro veces más que al inicio de la operación, y que ha requerido de hasta 82 viajes de camiones.

Captadores

La arena que se ha trasladado está en "perfectas posibilidades de uso" y ya está entrando en el sistema dunar, explicó Peña. A lo largo del espacio se han instalado ya numerosas rejillas de madera que funcionan como captadores de arena para retener el árido y formar una nueva duna; en su interior se han plantado balancones.

En apenas 15 días de trabajo estos captadores ya acumulan arena. "Estamos asistiendo al nacimiento de las nuevas dunas", afirmó el director del proyecto de conservación de este espacio.

Peña recordó que las dunas costeras de Maspalomas se encontraban inicialmente a 70 metros de la orilla, pero la pérdida de arena ha provocado que ahora estén a más de 200 metros. El director de Masdunas se mostró muy satisfecho con la evolución de los trabajos, método que, insistió, servirá para establecer un protocolo de actuación en la contención de la pérdida de arena en los distintos sistemas dunares del mundo.

El proyecto Masdunas pretende frenar la pérdida de arena por un acantilado de 70 metros de profundidad ubicado en el mar; árido que jamas se recupera. El Cabildo traslada la arena hasta el inicio del sistema, en Playa del Inglés, para que sea la acción del viento la encargada de volver a colocar la arena en su lugar y formar de nuevo las dunas.

Durante una visita ayer a las dunas de Maspalomas, el presidente del Cabildo, Antonio Morales, mostró su satisfacción por los resultados de esta primera experiencia y se manifestó convencido de que el proyecto tendrá que continuarse en el futuro. "La idea planteada por los técnicos responde a los objetivos que perseguíamos", afirmó Morales, quien confió en que otras administraciones se sumen al proyecto. Por su parte, el consejero de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, recordó que se realiza un seguimiento por parte de tres equipos científicos para poner los resultados a disposición de la comunidad internacional.

Masdunas prevé trasladar 60.000 metros cúbicos de arena en varias fases, la siguiente durante la primavera. El sistema dunar consiste en un circuito de arena transportada por el viento que se inicia en Playa del Inglés, atraviesa las dunas y llega a Maspalomas. "La mano del hombre no ha sido inocente", apuntó ayer el técnico insular, Miguel Ángel Peña, en referencia a las construcciones turísticas en la zona, que han afectado al ciclo de la arena.

Hace más de cuatro décadas que se inició el deterioro de las dunas de Maspalomas, un proceso acentuado en los últimos años, ya que se han perdido cerca de 40.000 metros cúbicos al año. El proyecto pretende que el principal atractivo turístico de Gran Canaria no se desangre.

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