"No es para mí una obligación hacer iglesias en miniatura o casas para belenes. Ni vivo de eso. Es una afición que me hace feliz cuando la hago", manifestó el artesano Manuel López, de 64 años y cerca de cumplir los 65, que durante más de treinta años trabajó como albañil y que ahora está jubilado.
Aunque sienta felicidad cuando se distrae y tiene la mente ocupada haciendo maquetas, aseguró que "para mí lo primero es la familia, y me dedico a este hobby cuando puedo, en vez de estar viendo la televisión y espantando las moscas". "Soy creyente, pero no prácticamente. Voy a la iglesia si hay que ir", señaló en relación a si construía miniaturas por devoción religiosa.
La exposición denominada De orar y lijar iglesias recoge 26 iglesias hechas por Manuel López, y que se encuentra en el Museo de la Zafra, en Vecindario. El horario de las visitas, que pueden ser hasta el día 15 de enero, es de 09.00 a 14.30 horas de martes a viernes, y de 09.30 a 14.30 horas los sábado.
Entre las obras que se pueden contemplar en el museo, están, entre otras: la iglesia de San Juan Bautista de Tenteniguada (Valsequillo); San Rafael, de Vecindario (Santa Lucía de Tirajana); la catedral de Santa Ana (Las Palmas de Gran Canaria); y la iglesia de Santa Rita, de Ojos de Garza (Telde).
A expuesto antes sus miniaturas en muchos sitios, como en Carrizal (Ingenio), Los Espinales y Cruce de Arinaga (ambos en Agüimes), Orilla de Sardina (Santa Lucía de Tirajana) y en San Fernando de Maspalomas (San Bartolomé de Tirajana), y participó ya en ocho ediciones de la Feria del Sureste.
Manuel López nació en 1953 en Las Majoreras, en Ingenio. Sin embargo, dos años más tarde su familia y él se mudaron a Los Espinales. El cambio fue porque el padre trabajaba en los cultivos de tomate, lo que le obligó a esa mudanza.
A los 23 años, Manuel López se trasladó a Orilla de Sardina cuando se casó con Eloína Araña. Es decir, reside con su esposa en Orilla de Sardina desde hace 42 años. Ambos tienen tres hijas: Elena, Vanesa y Cristina López Araña.
Antes, este artesano había comenzado su vida laboral a los doce años en los tomateros, dejando la escuela. También trabajó después en las plataneras y a la recogida de estiércol. Luego, se formó y lo hizo como albañil.
Esta afición la realiza desde hace más de 40 años. Primero lo hacía en cajas de turrones y zapatos, las cuales las forraba de fósforos. Lleva más de veinte fabricando miniaturas de iglesias, primero, con una base de un metro por un metro, y en la que añadía otros inmuebles. "Ahora los hago con base de 20 x 20 centímetros o de 15 x 15, porque así hay más espacio en el coche para llevarlos y porque es mejor para el cliente al ser más pequeños", comentó.
Las iglesias las fabrica, partiendo de fotos en las que se ven bien los cuatro lados del edificio, con tablas de las cajas de naranjas y chapas de madera. "Todo es cola y madera. No tienen clavos, ni vergas", aseguró el artesano, quien indicó que "me sale mejor hacer cinco u ocho a la vez de la misma iglesia, que sólo una, porque cuando voy por la quinta ya está seca la primera y puedo seguir con esa primera. Ves cuatro de la misma iglesia y parecen iguales, pero no, cada es única por ser una obra artesanal".
También se atrevió a fabricar las miniaturas del Vaticano, el monasterio de Monserrat y la Sagrada Familia de Barcelona, entre otros.
Los precios de sus miniaturas están entre 20 y 30 euros. "La catedral de Santa Ana está a 200 euros por el trabajo que me supuso y por el gran cariño que le tengo", afirmó.
