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Agüimes

"Nadie quiso liderar Roque Aguayro y buscamos a alguien externo"

"Los vecinos daban dinero. Se crearon bonos para financiar el partido como hoy el "crowfunding", manifiesta Fernando Romero, historiador y uno de los fundadores de Roque Aguayro

"Nadie quiso liderar Roque Aguayro y buscamos a alguien externo"

¿Cómo surge la idea de crear el partido Roque Aguayro entre el movimiento vecinal de Agüimes en 1978?

En Agüimes, que no es una excepción, había asociaciones de vecinos en muchos barrios y se coordinan para reclamar de forma conjunta servicios al Ayuntamiento. Había asociaciones en el casco, en Cruce de Arinaga, Montaña Los Vélez, Las Rosas, Arinaga y en Temisas. Y cuando se convocan las primeras elecciones democráticas se plantean que lo que se demandaba desde fuera se podía intentar resolver desde dentro. Se trataba de que esas voces sin voto pasaran a poder tener voz en la gestión política.

¿Y cómo se decide crear esta formación política?

Fue a raíz de que se acercaban las elecciones cuando se decide crear una candidatura y el nombre de Roque Aguayro se elige porque es muy identificativo, ya que desde todos los barrios se ve el roque.

¿Fue sencillo hace 40 años consensuar el cabeza de lista y los candidatos entre las cinco asociaciones vecinales?

Sí. Antes no era como en la actualidad, que hay mucha lucha por el liderazgo en los partidos. Precisamente el problema que había era que nadie quería encabezar la candidatura y hubo que buscar a una persona al margen de las asociaciones de vecinos, y por eso fracasamos. Ese fue el primer error que cometimos.

¿Y quién fue el primer cabeza de lista ?

Antonio Muñiz González, vecino de Agüimes, que trabajaba en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. Pensamos que podía tener formación en la gestión municipal. Hay que tener en cuenta que la edad media de los que formábamos la lista era de unos 26 años. Creíamos que podíamos lograr de tres a cuatro concejales y al final sacamos diez en las elecciones de 1979, y obtuvimos mayoría.

¿Creo que intentaron prescindir de ese primer alcalde y no pudieron?

Sí, quisimos cambiarlo, pero la ley no lo permitía. Le invitamos a que se marchara de forma tranquila, pero no quiso. El voto de censura no era efectivo para que dejara el puesto, y Muñiz optó por quedarse todo el mandato aunque sin el apoyo del partido desde 1980.

¿Cómo consiguen la financiación para hacer frente a los gastos de hacer los carteles y papeletas?

Con la ayuda de los vecinos, incluso había unos bonos que le dábamos a la gente y a cambio recibíamos dinero. Es lo que hoy se conoce como crowdfunding .

¿Recuerda cuánto era el dinero con el que arrancaron?

No. Eran cantidades mínimas para las pancartas. Se hizo mucho un trabajo de puerta a puerta en el que cada uno hacía lo que podía después de su trabajo.

¿Cuáles eran las ideas que querían que se pusieran en práctica en la gestión municipal?

Ante todo queríamos que se atendieran las necesidades de los vecinos. Una ideología de la cruda realidad porque la gente salía de su casa en Cruce de Arinaga y no tenía ni aceras ni calles. Si eso se identifica con la izquierda, pues éramos de izquierda, pero la realidad marcaba la pauta. Había gente diversa, cada uno con su mentalidad, cultura y formación, que trabajaba unido a través de la asamblea con la idea de atender los problemas de los vecinos. Y fue un partido muy de la base hacia arriba. Tanto es así que nadie quería liderar las candidaturas.

Todo lo contrario a lo que ocurre hoy. ¿No?

Hoy día los partidos sabemos como están. Pero, en realidad en Roque Aguayro no hay luchas por el poder, quizás si eso hubiera ocurrido se hubiera roto. Los liderazgos han ido surgiendo en Agüimes de forma natural.

¿Aguantó sólo un mandato?

Sí. Fui concejal de Personal y Cultura, y ya en la segunda legislatura no me presenté. La dinámica no tiene nada que ver con la de ahora. La mayoría éramos muy jóvenes.

¿Cree que Roque Aguayro sigue teniendo como prioridad al vecino?

Sí. Se siguen haciendo asambleas por los barrios dos veces al año. La gente tiene contacto directo con los concejales, y no se ha roto esa forma de trabajar. Tanto es así que cada cuatro años la gente puede decir si siguen o no esos políticos, y ahí están los resultados.

Ese modelo que adoptaron en Agüimes fue seguido también en Santa Lucía. ¿se asesoraban con ediles de este municipio?

Fue todo a la vez. Nos reuníamos con Carmelo Ramírez, incluso un miembro de Roque Aguayro se presentó al Cabildo por Asamblea de Vecinos. Es decir, que la base de los inicios era parecido. Los problemas de la comarca del Sureste eran los mismos, era una población formada en su mayoría por trabajadores que vivían del tomate, y que sufre muchas carencias. Sin embargo, el Norte era una zona más desarrollada entonces.

Y no hubo renovación hasta que Antonio Morales aceptó ir de candidato de NC al Cabildo.

¡Vamos a ver! No hubo renovación porque la gente quería que continuara. Eso es como el vino, si se es bueno cuánto más tiempo se conserva mejor. No es lo mismo una organización política en la que los miembros escalan puestos y luchan por el poder que una en la que se prioriza lo que decide la asamblea. Si en Roque Aguayro hubiera existido esa lucha por el poder quizás Antonio Morales no hubiera estado tanto tiempo. Esa dinámica interna del protagonismo de una sola persona no ha funcionado aquí.

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