Un centenar de militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) inició ayer junto a la Policía Nacional una nueva búsqueda de Juana Ramos, la empresaria del barrio de La Paterna, en Las Palmas de Gran Canaria, que desapareció en la noche 20 al 21 de agosto de 2016. El dispositivo, que se extendió entre barrancos desde la costa de Quintanilla, en Arucas, al entorno de la presa de Los Dolores, en Firgas, contó con la colaboración de buzos, y empleó drones y perros adiestrados, a lo que se podría sumar en las próximas horas si el mar lo permite el uso de una lancha neumática.

Los dos grandes intentos anteriores terminaron sin éxito. Sin embargo, la magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, Auxiliadora Díaz, emprende una nueva intentona, tras solicitar el 3 de octubre la ayuda militar, siguiendo una nueva pista. Un segundo informe del grupo de Homicidios de la Policía Nacional basado en la geolocalización ha detectado un nuevo punto físico en el que los teléfonos móviles de la desaparecida, que ahora tendría 60 años, y de su supuesto homicida, Miguel Ramos, coinciden el día en el que se perdió su pista.

El rastreo se hizo efectivo desde primera de ayer, y se extendió durante toda la jornada. El operativo contó con la participación de un grupo de buzos, que inspeccionó el fondo de estanques situados entre las plataneras el barrio costero de Quintanilla. Mientras, perros especializados en búsquedas humanas rastreaban las laderas de la montaña.

El dispositivo recurrió a distintos drones, que visualizaron desde el aire esta zona limítrofe entre Arucas y Firgas. Al mismo tiempo, durante la mañana un grupo de hasta 16 militares 'peinó' de forma coordinada las faldas de las montañas en busca de alguna pista que permita dar con el paradero de la comerciante, desaparecida hace más de dos años. El equipo se adentró entre cañaverales, donde pudiera haber quedado oculto su cuerpo.

Mientras, en el centro de mando del dispositivo, situado en la Granja del Cabildo de Gran Canaria, permanece una lancha neumática de la Unidad Militar de Emergencias, que podría emplearse en el caso de que mejoren las condiciones del mar.

En conjunto, la delegación del Gobierno ha activado un centenar de militares para este rastreo, que se ha centrado en esta ocasión en una amplia zona situada entre el barrio firguense de Los Dolores y el aruquense de Quintanilla. Así como 33 medios, junto a unidades caninas y de Homicidios de la Policía Nacional, que han venido siguiendo el caso desde un primer momento.

El operativo se mantendrá en estos próximos días, salvo que se obtenga algún resultado antes.

La búsqueda de Juana Ramos ha tenido tres grandes momentos. Tras su desaparición, los investigadores se centraron en seguir las pistas en la costa de Arucas, desde la Granja del Cabildo a Las Salinas, Punta de los Palomares y El Guincho, hasta Bañaderos.

La segunda batida emprendida en junio del año pasado se focalizó en pozos y en la zona del Barranco de Moya, pero también sin éxito.

El principal sospechoso es Miguel Ángel Ramos, su exnovio, que ha sido interrogado ya varias veces como sospechoso de la muerte y desaparición de Juana Ramos, que tenía 52 años, pero hasta el momento no se ha podido averiguar qué le pasó a la mujer ni dónde se encuentra. El cocinero afirmó que la llevó aquella noche a su piso de La Paterna. Pero las geolocalizaciones de los móviles descartan que esa noche hicieran el recorrido entre Bañaderos y el barrio capitalino.