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San Bartolomé de Tirajana

Una familia entierra a su difunto a oscuras en Maspalomas

La concesionaria asegura que "no es habitual" y culpa al Ayuntamiento de la falta de luz

Una familia entierra a su difunto a oscuras en Maspalomas

Las familias Abrante, García, Gil y Mendoza, residentes en San Bartolomé de Tirajana, tuvieron que enterrar a un difunto a oscuras, alumbrando el nicho con los faros del coche y con las linternas de los móviles porque el cementerio de Lomo de Maspalomas, donde descansa el finado, no tiene luz. Una situación que el representante de la familia, el empresario sureño Pablo Mendoza, calificó ayer de "vergonzosa e indignante", al tiempo que criticó el "estado de abandono" al que están sometidos los vecinos del municipio. El Ayuntamiento recuerda que la empresa concesionaria del servicio, Alianza Canaria, tiene abierto un expediente sancionador desde hace más de un año por la gestión de los cementerios y velatorios.

Los hechos sucedieron el pasado 12 de noviembre sobre las 19.00 horas. "Es lamentable que tuviéramos que alumbrar al sepulturero con las linternas de los móviles porque el camposanto no tiene luz", explicó ayer Pablo Mendoza, visiblemente enfadado, "pagamos impuestos para que alguien gestione, y debemos tener cubiertas unas mínimas condiciones; hace falta mantenimiento". La familia ha mostrado estos días su indignación a través de las redes sociales, donde ha recibido el apoyo de los convecinos. "Mucha gente me apoya porque parece ser que ya hay precedentes de esta situación", afirmó Mendoza. El de Lomo de Maspalomas, dijo, "es un cementerio abandonado a pesar de ser una edificación nueva".

La directora de la empresa adjudicataria, July Rodríguez, culpó de esta situación al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, donde asegura haber remitido varios escritos solicitando el enganche de luz. "El cementerio lleva 15 años abierto y desde entonces el Consistorio no ha conectado el camposanto al alumbrado público, que termina en San Fernando", argumentó. Así, la compañía defendió su gestión. "Esta situación no es habitual, es la primera vez que ocurre", matizó Rodríguez, quien explicó que ha sucedido porque "para hacer un favor a la familia y evitar que tuvieran que esperar a la mañana siguiente para enterrar al difunto" abrió el camposanto después de las 17.00 horas, su horario de cierre. La misa funeral fue a las 17.30 horas. "De otra forma, la iluminación del cementerio está perfectamente cubierta con la luz natural", apuntó.

La empresa asumió la gestión de los cementerios y de los velatorios del municipio hace cuatro años, y desde entonces, señaló su directora, no solo solicita el enganche de luz, sino también la aprobación de las tasas para poder utilizar el horno crematorio de Lomo Maspalomas, que se nutre de un generador eléctrico, y que obtuvo la licencia en junio pero continúa sin operar. Paga al Ayuntamiento un canon anual del 30% de los ingresos obtenidos.

Rodríguez criticó además la "parálisis" del Consistorio y anunció que Alianza Canaria está estudiando la posibilidad de llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento para devolver el servicio después de cuatro años, lejos de los 30 por los que le fue adjudicado.

Esta no es la única polémica en la que se han visto envueltos los cementerios del Sur. En julio de 2017 el Ayuntamiento abrió un expediente sancionador a Alianza Canaria por el cobro de una tasa de mantenimiento de 30 euros anuales a los usuarios del camposanto; un impuesto que "estaba en el contrato" y que hasta ahora no se había cobrado.

Por su parte, el Ayuntamiento no oculta su descontento con la gestión de Alianza Canaria. "Somos los primeros que no estamos contentos con el servicio que se está prestando porque hay ciertos incumplimientos en el contrato", afirmó ayer el concejal responsable del área, Fernando González Montoro, "la Administración está actuando, pero lleva un proceso administrativo que no podemos saltarnos". "La empresa concurrió al concurso con una baja importante y ahora se ha dado cuenta de que para ellos el servicio es deficitario", prosiguió el edil, en relación a las obras que ha tenido que acometer la adjudicataria.

González Montoro añadió que "llegado el momento habrá que realizar la obra para conectar el cementerio al alumbrado público", unos trabajos que no se hicieron en su día porque se trataba de una obra anexa que costaba más de un millón de euros.

El concejal se mostró dispuesto a resolver el contrato con la adjudicataria si ésta lo propusiese. Mientras tanto, las familias Abrante, García, Gil y Mendoza, indicó Pablo Mendoza, no descartan la posibilidad de emprender medidas legales.

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