Adrián Navarro se quedó anoche atrapado en sus tierras del Polígono Industrial de La Cazuela, en el barrio capitalino de Tenoya. "No puedo salir ni para adelante ni para atrás", decía indignado al ver cómo las tierras acumuladas por los desmontes de las montañas para construir la Circunvalación de la capital grancanaria corrían por el barranco hasta enterrar la única carretera de acceso a su finca, en la que tiene 150 vacas, y a otra granja con unos 15.000 pollos, que anoche quedaron incomunicadas.

Al ganadero sólo le preocupaba cómo iba a dar de comer hoy a los animales ya que, como apuntaba, era imposible utilizar el camino. "Aquí antes había una presa donde se quedaba el agua cuando llovía, pero con las obras llenaron todo el barranco con las tierras del desmonte y ahora con las lluvias el relleno se vino encima de la carretera", explicaba Navarro anoche por teléfono y a la espera de que intervinieran los servicios de emergencias para poder abandonar el lugar.

En su caso, tiene 150 vacas que no sabe cómo alimentará hoy ya que, como apuntó, los camiones tampoco pueden entrar a los terrenos. "Intenté salir con mi todoterreno Toyota Hilux, pero me quedé atrapado en medio del barrizal", indicó. "En 37 años nunca había pasado esto", añadió. Muy cerca, una granja con aproximadamente 15.000 pollos tiene el mismo problema.

Y es que las zonas situadas por encima de los 200 metros de altitud fueron las más afectadas por las intensas precipitaciones. En la cara norte de Gran Canaria dejó incidencias en Arucas, donde los bomberos del Consorcio de Emergencia tuvieron que actuar en garajes que quedaron anegados en el casco, y en la calle Fortaleza de Chipude en San Francisco Javier, que quedó regada de ratas muertas por el reboso del alcantarillado. En las medianías cayó más agua, como en Teror, donde se acumularon 31,8 litros, y Valleseco con 28,6.