"Llegamos tarde con las políticas en dependencia, pero aún no se ha perdido el tren para facilitar el acceso a los jóvenes a viviendas a precios asequibles," destacó ayer el arquitecto y profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Vicente Díaz, en unas jornadas sobre la covivienda organizadas por el Consorcio de Vivienda del Cabildo de Gran Canaria .
Para vivir en una casa que solo cueste entre 300 o 400 euros mensuales basta con formar parte de una cooperativa, que consiga una cesión de suelo público por un periodo de 75 o 90 años, y a su vez llegue a un acuerdo con una entidad bancaria que facilita la inversión para construir el edificio. La aportación mensual es para hacer frente a ese crédito inicial, pero nadie es propietario del inmueble que habita, y en caso de abandonar la cooperativa puede recuperar su aportación sin intereses.
El modelo habitacional no es nuevo, pues procede de Uruguay y de Dinamarca, donde se puso en marcha en los 60 y 70, respectivamente. Pero, además, la idea de vivir en comunidad, que ahora se está imponiendo en Barcelona y en Madrid como innovadora, también la experimentó en Santa Brígida la cooperativa Alternativa 1, que levantó en los 60 unas viviendas conocidas como 'casas cambadas', según contó este profesor y coordinador de las jornadas que llevan por lema 'Las ventajas de compartir y colaborar'.
Díaz dejó claro que "este tipo de viviendas exige un compromiso social, y más trabajo, pero salen más rentables porque se evita la especulación bancaria". Comentó que además tienen en cuenta la sostenibilidad porque se comparte desde la aspiradora o el taladro hasta los coches.
Ante estas ventajas, hizo un llamamiento al Gobierno canario, Cabildos y Ayuntamientos para que cedan suelo a estas cooperativas de viviendas de propiedad colectiva. Adelantó que hoy Iván Gallardo, técnico municipal de Barcelona, expondrá cómo el Ayuntamiento de esta ciudad ha cedido cinco solares a las cooperativas, mientras que la arquitecta Cristina Gamboa dará detalles del proyecto en Barcelona de La Borda, que ha construido 28 pisos en la antigua fábrica Can Batlló y donde ella también reside. También Adrián Rodríguez de Hyperhabitat dará cuenta hoy en esta jornada de un proyecto de este tipo en Tenerife.