El Partido Popular (PP) sostuvo ayer que el mandato de Antonio Morales al frente del Cabildo de Gran Canaria "está agotado seis meses antes de acabar" y criticó que Nueva Canarias (NC) y el PSOE hayan sido "incapaces de realizar un solo proyecto u obra pública de relevancia" en los tres años y medio que llevan en el gobierno insular. Ante esa "parálisis", los dirigentes populares consideraron que la isla necesita "un cambio de rumbo urgente" para relanzar la actividad económica y resolver problemas como el desempleo, las listas de espera de la dependencia o la disminución del número de turistas.
La presidenta del PP de Gran Canaria, Australia Navarro, declaró que el gobierno de Antonio Morales "está sumergido en la crispación y en un victimismo ramplón pese a disponer de la mayor cantidad de recursos en la historia del Cabildo". A su juicio, eso es lo que opinan también los sectores económicos, pues Gran Canaria es la isla "con los índices más bajos de afiliación a la Seguridad Social, de creación de empleo, de hipotecas o de confianza empresarial".
"Desde el PP observamos con estupor cómo Gran Canaria languidece porque está estancada y en retroceso; hemos estado buscando una obra trascendente de este gobierno desde el punto de vista económico, que pueda dar impulso a la isla, y no hemos encontrado ninguna", apuntó Australia Navarro en un desayuno con los medios de comunicación en el que estuvo acompañada por el candidato del partido al Cabildo y actual alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez; el portavoz en la corporación, Carlos Ester; y los consejeros insulares Ana Kurson, Aurora del Rosario y Francisco González.
Iniciativas
Carlos Ester precisó que ninguna de las grandes obras de las que presume Morales se ha terminado, y algunas ni siquiera se han empezado, entre las que citó la central energética de Chira-Soria o el museo de bellas artes. "Ningún proyecto se ha concluido, ni siquiera los que inició el PP en el anterior mandato, como la rehabilitación del Faro de Maspalomas o el parque Tony Gallardo, obras en las que se han enredado estos tres años y medio".
Por su parte, Marco Aurelio Pérez recordó que la previsible declaración de Risco Caído como Patrimonio Mundial de Humanidad es una iniciativa del anterior gobierno del PP, cuando Larry Álvarez dirigía el área de Cultura. "Ahora están estirando el chicle y lo quieren vender como el gran logro de este mandato porque no tiene otra cosa que ofrecer, ni carreteras, ni gestión de residuos, todo está bloqueado", añadió el candidato.
Pérez comentó que el único dinero que se ha movido en Gran Canaria en el último año es el del Plan de Desarrollo de Canarias (Fdcan), que procede del Estado y de la Comunidad Autónoma, pero ni siquiera se está materializando en obras, sino en facturas de proyectos ya ejecutados por los ayuntamientos. "Hemos escuchado muchos discursos de buenas intenciones y muchas palabras huecas, pero obras son amores", recalcó.
Los dirigentes populares acusaron al gobierno de NC y PSOE de "dividir a los ayuntamientos de Gran Canaria, cuando el Cabildo siempre se había distinguido por buscar el consenso entre todos los municipios". Carlos Ester puso como ejemplo que "en el último reparto de 30 millones de euros se dejaron fuera a ocho ayuntamientos que no eran del color político del gobierno insular".
Otra crítica del PP, lanzada el día anterior en el debate de los Presupuestos de 2019, es la baja ejecución de las inversiones, que según datos del propio gobierno rondan el 45%, así como la acumulación de remanentes de un año a otro que finalmente pasan a engordar las cuentas corrientes en los bancos, donde a día de hoy, según el PP, existen más de 500 millones de euros. Navarro también recriminó la actuación de Morales ante las denuncias del PP sobre irregularidades en el centro de mayores de Agüimes y consideró que es "una auténtica inmoralidad".
Por último, los dirigentes del PP anunciaron que seguirán denunciando y haciendo propuestas para mejorar la situación de la isla, pero señalaron que todas sus iniciativas en el Cabildo "han sido rechazadas por el sectarismo de los dos grupos del gobierno".
