El Cabildo de Gran Canaria pretende reabrir durante el mes de febrero el Parque Tony Gallardo, situado junto a las Dunas y la Charca de Maspalomas, y se reunirá este próximo jueves con el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, para presentarle el plan de mantenimiento que se ha encargado a la empresa pública Tragsa, por el que el gobierno insular se encargaría de la conservación del recinto, con un gasto de unos 180.000 euros al año, hasta que se acuerde otro modelo de gestión que no implique un alto gasto al erario público.

Las obras de rehabilitación del parque, que han costado 2,2 millones de euros, concluyeron el pasado 8 de noviembre y ya han sido recepcionadas con todos los informes favorables de la Intervención del Cabildo, pero no se puede reabrir al público hasta que lo autorice el Ayuntamiento de San Bartolome de Tirajana, que es el propietario de la parcela.

El consejero insular de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, confió ayer en que el alcalde sureño no ponga objeciones a la propuesta elaborada por el Cabildo para encomendar el mantenimiento del parque a la empresa Tragsa, lo que permitirá su apertura en el mes de febrero. Esa es la fórmula elegida por el gobierno insular de Antonio Morales ante la negativa del Ayuntamiento sureño a asumir la conservación de las instalaciones, pues poner personal del propio Cabildo retrasaría durante meses el procedimiento administrativo. También se ha descartado, de momento, un concurso público para ceder la gestión a empresas privadas.

"La idea es abrir el parque en febrero y el Cabildo se encargará del mantenimiento el primer año o incluso de forma permanente, será cuestión de negociarlo con el Ayuntamiento", explicó Rodríguez. A su juicio, después de que el Cabildo haya invertido más de dos millones de euros en la remodelación del Tony Gallardo para volver a ponerlo en funcionamiento, "no es lógico" que se pongan reparos y "sería una irresponsabilidad no abrirlo por diferencias entre las administraciones".

El proyecto de mantenimiento encargado a Tragsa, según el consejero de Medio Ambiente, "es muy básico" y recoge, entre otras actividades, la presencia de personal para la apertura y el cierre de las instalaciones en el horario que se establezca, el riego y la conservación de la maquinaria hidráulica, las podas y el cuidado de los jardines, y la seguridad. De momento no se prevé abrir la cafetería anexa al edificio de entrada, aunque ya existe una propuesta de un particular para explotarla.

"Lo importante ahora es reabrir el parque y garantizar que no se vuelve a abandonar a los pocos meses, como ha ocurrido hasta ahora; después habrá tiempo de buscar un modelo de explotación, si lo hubiera, como puede ser la cafetería u otras actividades que generen ingresos y ayuden al mantenimiento", apuntó Rodríguez.

Pese a la cascada de enfrentamientos entre el gobierno insular de NC y PSOE y el consistorio de San Bartolomé a lo largo de este mandato, y que amenaza con agudizarse en los próximos meses porque el alcalde sureño Marco Aurelio Pérez es ahora candidato del PP al Cabildo, el consejero de Medio Ambiente se mostró convencido de que en la reunión del próximo jueves se alcanzará un acuerdo.

Puesto que el Ayuntamiento ya ha comunicado que no se hará cargo del mantenimiento, la alternativa a Tragsa sería convocar un concurso público para ceder la gestión a una entidad privada, lo que conllevaría un mínimo de seis meses de trámites.

El parque fue diseñado en 1993 por el escultor grancanario Tony Gallardo y está considerado como la joya botánica de la zona turística de Maspalomas, con charcas de agua y senderos para observar la flora autóctona. Sin embargo, en estos 25 años ha estado más tiempo cerrado que abierto.