La obra de ampliación de la carretera de Teror a Las Palmas de Gran Canaria (GC-21) obligará al cierre del tráfico de lunes a viernes en horario diurno a partir del lunes 28 de enero desde el acceso a Las Mesas a la rotonda de Miraflor, reabriéndose los fines de semana. Las restricciones no afectarán a los residentes y propietarios, "que podrán acceder al tramo cerrado desde ambos municipios, pues los trabajos están planificados de forma que no quede ningún acceso y propiedad en medio con la entrada bloqueada", según el Cabildo de Gran Canaria.

El uso de maquinaria pesada está obligando en estos momentos a la regulación del tráfico en algunos puntos por la ocupación de uno de los carriles. Sin embargo, el proyecto obligará a mayores restricciones en diez días, afectando a peatones y ciclistas.

El cierre total de la vía entre los puntos kilométricos 6,200 y 6,500 tendrá lugar desde las 9 horas de los lunes hasta las 18 horas de los viernes, hasta la finalización del movimiento de tierras necesario para ensanchar la carretera.

La consejería de Obras Públicas del Cabildo, que ya ha colocado carteles informativos para los usuarios, ha pedido "que prevean esta circunstancia y usen la carretera por Arucas como vía alternativa, aunque también pueden usar la de San José del Álamo".

Las alternativas son la carretera de Arucas a Teror (GC-43) y la de San José del Álamo (GC-211) aunque por las características del trazado de ésta última, aconseja "que los vehículos pesados, salvo los destinados a transporte público y escolar, utilicen la de Arucas".

Residentes y titulares de propiedades podrán acceder al tramo cerrado, tanto desde Las Palmas de Gran Canaria como desde Teror, pues los trabajos están planificados de forma que no quede ningún acceso y propiedad en medio con la entrada bloqueada.

El Cabildo adjudicó en junio el proyecto a la empresa Petrecan con un importe de 4,22 millones de euros, y su inicio tuvo lugar en octubre. Tiene un período de ejecución de 12 meses, y se desarrollará en el tramo que va desde la glorieta de conexión con la urbanización de Ciudad del Campo hasta el comienzo del viaducto de Teror. La carretera de Teror registra una media diaria de 1.044 vehículos, según datos del año 2015.

Las obras incluyen el ensanche de la calzada mediante desmontes o muros de contención, la pavimentación de los arcenes en todo el recorrido, y la mejora del trazado en los tramos más dificultosos. Todo ello para proporcionar una mayor visibilidad y seguridad.

El proyecto también contempla la ejecución de intersecciones en en el acceso a San José del Álamo (GC?211) y en la conexión con el barrio de Las Mesas, para evitar las retenciones de tráfico y mejorar la movilidad de las guaguas. También incluye el refuerzo del firme en todo el tramo de actuación, con la reparación previa de algunas zonas, la sustitución de las barreras de protección para igualarlas en todo el tramo, y la mejora de la señalización y el balizamiento, con la sustitución de los elementos defectuosos.