La Audiencia Provincial de Las Palmas ha sentenciado a seis años de prisión al padre por cometer malos tratos y abusos sexuales a sus dos hijas mientras eran menores de edad y 18 meses de cárcel a la madre por abusar físicamente de ellas. Los condenados afirmaron durante el juicio que las víctimas habían sido adoptadas en Rusia y "venían con enfermedades mentales".

Los hechos sucedieron a lo largo de los años 2005 y 2013 cuando Engracia C. B. y José P. A. tenían la custodia de las niñas a las cuales adoptaron en Rusia. Estos, según el escrito de la Fiscalía, con la intención de deshonrar la integridad moral y física de ambas, las obligaron a dormir en unas colchonetas que tenían en la cocina de su casa en Teror y las castigaban dejándolas sin desayunar.

Igualmente, las jóvenes sostuvieron durante el juicio que primero vivieron en Carrizal y que fue allí cuando comenzaron los abusos por parte de sus padres, y afirmaron que en reiteradas ocasiones durante las mañanas José P. A. les realizaba tocamientos a las dos en sus partes íntimas.

Una de las hijas relató que llegaron a meterla en un cuarto oscuro para atarla a una silla utilizando cadenas como forma de castigo, señalando que su madre era quien mayormente las maltrataba. Ambas expresaron que permitieron los abusos por parte de su padre pues primero creyeron que era un juego y, cuando crecieron, se dieron cuenta de lo que realmente sucedía y les dio miedo prohibirle que las tocara porque además, resaltaron, este a cambio les daba comida.

La sentencia señala que condena a Engracia C. B. a 18 meses de prisión por un delito de malos tratos y a indemnizar a cada una de sus hijas con 5.000 euros, mientras que José P. A. deberá cumplir una condena de seis años de cárcel por el delito de malos tratos y dos de abusos sexuales por lo que también tendrá que pagar 8.000 euros a cada una de las afectadas a cuenta de los daños morales causados.