¿Qué significa para usted y para su familia la distinción de su marido Antonio Lozano, fallecido el día 10 de febrero, como Hijo Adoptivo de Gran Canaria?
Estoy y estamos muy orgullosos de recoger esa distinción en su nombre. Somos sus pies y sus manos en la tierra. Es un honor para mí. Antonio Morales [presidente del Cabildo y exalcalde de Agüimes] le comunicó a mi marido en el hospital, cuatro días antes de morir, que la comisión cultural decidió asignarle este nombramiento. Fue muy emocionante que Antonio Morales, su amigo y hermano, se lo dijera a Antonio [Lozano]. Se fue sabiendo que es Hijo Adoptivo de Gran Canaria. Y me da más fuerza recogerlo en su nombre al saber que él lo supiera y que estuviera tan orgulloso de ello.
La comunicación de la decisión de la comisión que hizo el presidente sería delicada.
Mi marido dijo, en broma, que 'no puede ser, al ser ya Hijo Adoptivo de Agüimes'. De todos modos, hay que tener en cuenta que Antonio Lozano le plantó cara a los seis años que duró la enfermedad. A pesar de que los tratamientos daban en varias ocasiones resultados negativos, él no caía. Sí, estaba un día triste y se reponía. Nos contagiaba del optimismo y de la serenidad que él sentía. Se preparaba para asumir la enfermedad y al mismo tiempo seguía activo con sus compromisos profesionales. En cambio, nosotros no estábamos preparados para su marcha y nos ha dejado un vacío enorme.
¿Será muy especial para usted que muy probablemente sea Antonio Morales quien entregue esta distinción?
Seré yo quien lo recoja y tendrá una carga positiva y emotiva enorme. Antonio Morales fue de las primeras personas que conoció Lozano cuando vino a Agüimes. Llegó [en 1985] como profesor de lo que se llamaba antes Educación General Básica (EGB) y sólo iba a estar dos años. Y se quedó 34 años. Morales lo incluyó en le proyecto del partido político Roque Aguayro.
¿Cómo quiere que sea recordado por todos como persona Antonio Lozano?
Era un gran humanista. No soportaba, entre otras cosas, ni el machismo ni la xenofobia. Era un entusiasta de la vida, era una persona positiva que creía en el ser humano y en sus bondades. Tomaba los errores como una oportunidad para continuar. Se ha escrito mucho sobre él. Por ejemplo, Carlos Zanón escribió en La Vanguardia un texto precioso con el título Mi hombre bueno.
Es inevitable pensar en África cuando se hace sobre Lozano.
Siempre hay una mirada a África en su obra, en su persona y en su vida. En 1988 comenzó con el Festival de Teatro Tres Continentes. En su obra literaria, como también en la de docente, siempre estaba la mirada a África. También criticaba siempre a todo aquello que impide el desarrollo del continente africano.
¿También tenía la inmigración un espacio en sus críticas?
Por supuesto. Denunciaba el colonialismo y en contra de los poderes económicos y políticos. Se enfadaba mucho con los muros y las vallas. Él consideraba a los africanos como valientes a los que, erróneamente, se les condenaba. Me llamo Suleimán es su obra que refleja esos pensamientos. Cuenta las desgracias que tiene que soportar el niño Suleimán que huye de la pobreza de su país [Mali] y va a Europa para conseguir alimentar a su familia. Es también una crítica a los prejuicios de los países desarrollados. Antonio Lozano también escribió la adaptación teatral de su novela homónima. Estaba muy contento con que esta novela sea material de estudio de los alumnos de los institutos, cómo no.
¿Cómo desea que sea más recordado a nivel profesional, como profesor, concejal, escritor o traductor e intérprete?
Todo a la vez. Él destacó muchas veces que estaba muy agradecido a Agüimes, como a Gran Canaria en general, por haber podido desarrollar en esta tierra todas las ideas que tenía en la cabeza y todas sus facetas. Como te dije, Antonio Lozano [nacido en Tánger en 1956] fue profesor de EGB. También fue concejal durante 16 años, no sólo de Cultura en ese tiempo, sino también asumió en distintas etapas las Concejalías de Desarrollo Local, Educación y Festejos. Hay que ver la dinamización del casco histórico que llevó a cabo y que se nota al recorrerlo. Asimismo cabe recordar su labor cultural, el haber creado el festival de narración y el festival de teatro Tres Continentes. Era un dinamizador y agitador cultural. También está su trabajo como profesor y la de escritor. Nos queda el legado de sus novelas. Para él, estaba el ser humano sobre todas las cosas.
No paraba a pesar de su enfermedad durante seis años.
Cumplía con sus compromisos con la Casa de África, con lo que estuviese escribiendo, con el festival de teatro Tres Continentes. Antes de fallecer, en el hospital, firmó el contrato con la editorial Alrevés de la que será su novela titulada El desfile de los malditos, dentro de la saga del inspector García Gago. También se acaba de publicar Como tú: 20 relatos y 20 ilustraciones por la igualdad, de Anaya. Su relato se titula La libertad de Penélope.
Es usted mucho más que la mujer de Antonio Lozano
No le doy importancia que se diga que soy la mujer de Antonio Lozano, igual que él es el marido de Clara Herrera, o Clari, como también me llaman. Hemos estado juntos 24 años. Nuestros pilares eran el amor y la libertad de cada uno, siempre. No me siento subestimada por llamarme la mujer de Antonio. La mayoría de las veces nos llamaban Antonio y Clari los muchos amigos, actores, escritores y artistas africanos o latinoamericanos que venían a casa cuando había un festival de narradores o el de teatro. Muchas personas me escribieron para darme el pésame. Lo más importante de esta entrevista es Antonio Lozano y lo agradecidos que estamos por su nombramiento como Hijo Adoptivo de Gran Canaria. Sobre mí, puedo decir que soy profesora de Educación de Secundaria Obligatoria (ESO), exactamente de Economía. En 2015 volví a la enseñanza, después de haber estado doce años trabajando en el Ayuntamiento de Agüimes como concejala de Desarrollo Local y de Urbanismo.
¿Cómo están los tres hijos de Antonio Lozano?
Nuestros hijos Carlos y Javier, como su hija Carolina, están muy orgullosos con el hecho de que se le nombre hijo adoptivo de Gran Canaria, como muy emocionados con todo lo que se ha escrito sobre él. Nos invade a todos una gran tristeza.
