Mientras los agentes forestales apagan los últimos restos del incendio de Fataga y los especialistas del Cabildo de Gran Canaria y de la Policía Nacional inician las investigaciones de las causas del siniestro, la actuación de los responsables políticos ha abierto dos nuevos fuegos en torno al siniestro que el pasado sábado quemó 35 hectáreas, incluido el palmeral de Fataga y el hotel rural Molino de Agua.

Por un lado, el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, lanzó ayer duras críticas contra el gobierno insular de Antonio Morales (NC-PSOE) por lo que considera "pasividad" de la corporación ante el incendio y el "desprecio" a la labor de los bomberos del municipio. Por otro, los trabajadores del Consorcio de Emergencias denunciaron el abandono de un parque de bomberos inaugurado en el pueblo de Tunte hace 21 años y que nunca fue operativo, de lo que responsabilizan tanto al Cabildo como al Ayuntamiento sureño.

En respuesta, el consejero insular de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, se mostró sorprendido por los ataques del alcalde Marco Aurelio Pérez, que también es candidato a la Presidencia del Cabildo por el PP, y aseguró que la coordinación entre todas las administraciones que han participado en la extinción del fuego "ha sido excelente y con absoluta lealtad". Como prueba, informó de los detalles del operativo y negó que haya menospreciado la labor de los bomberos del Sur. Al contrario, en todas sus declaraciones alabó la actuación de todos los cuerpos que participaron en la extinción.

El alcalde de San Bartolomé consideró que la actuación del consejero de Medio Ambiente fue "vergonzosa" y criticó que tanto Rodríguez como Antonio Morales, "estuvieran sentaditos viendo un partido de baloncesto [Herbalife-Unicaja] mientras se estaba quemando un pueblo".

En el caso de Morales, apuntó, con la agravante de que no había acudido a los últimos encuentros del equipo de baloncesto y sí a ese partido, que coincidió con la hora de mayor movilización por el incendio. El alcalde señaló que "la desidia" de los representantes del Cabildo contrastó con la "sensibilidad" del Gobierno de Canarias, que envió dos helicópteros para sofocar las llamas en las zonas más altas y alejadas, y del delegado del Gobierno, Juan Salvador León, que llamó para ofrecer su colaboración.

En el otro frente de las críticas, el presidente del comité de empresa del Consorcio de Emergencias, José María Monzón, tachó de "postureo" la actuación del gobierno de Morales y denunció la falta de soluciones para garantizar la seguridad en Gran Canaria. Así, recordó que el incendio de Fataga "se produjo a escasos kilómetros de un parque de bomberos construido por el Cabildo en 1998 y que jamás se abrió".

"Justamente los dos incendios que han sido bastante virulentos en los últimos años se han producido en Tejeda y Tunte, con parques del Consorcio, dependientes del Cabildo, cerrados; y aunque es bien cierto la labor de los compañeros de Medio Ambiente, la realidad es que es vital contar con estos parques, que se gestaron en su día y que siguen sin estar operativos", añadió el portavoz de los bomberos.

Monzón aseguró que estas críticas no se realizan con ánimo de aprovechar la situación, sino que "es algo que vienen denunciado los bomberos desde hace años y es a modo de recordatorio para evitar que finalmente suceda algo irremediable".

El 23 de noviembre de 1998, los entonces presidente de Cabildo, José Macías, y el alcalde de San Bartolomé, José Juan Santana, inauguraron el parque de bomberos de Tunte y anunciaron que solo se estaba a la espera de los vehículos. Sin embargo, ese edificio, que costó unos 900.000 euros, nunca fue utilizado, ni por el Cabildo ni por el Ayuntamiento, y actualmente está abandonado y desvalijado, lo que a juicio de los bomberos "demuestra que solo fue una foto para las elecciones".

Según Monzón, en diciembre de 1999 también se anunció que el servicio insular contraincendios tendría 14 parques de bomberos, pero "la realidad es que solo hay 11 operativos y, lo peor, divididos operativamente en tres cuerpos de bomberos que nadie quiere unificar, siendo esa unión una parte de la solución al problema de operatividad". Al respecto, criticó que Marco Aurelio Pérez no haya querido entrar en el Consorcio ni tampoco usar el parque de Tunte.