La Agrupación de la Policía Canaria de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras Canarias (FSC-CCOO) ha denunciado que en la cabalgata de carnaval celebrada el sábado 16 de marzo en Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana, con más de 10.000 personas en un recorrido de más de tres kilómetros y durante más de tres horas, la Delegación del Gobierno no dispuso de ningún operativo especial para preservar la seguridad pública en el recorrido.

FSC-CCOO denunció que hasta pasada las 23.00 horas no acudió ningún agente de la Guardia Civil, debiendo los policías locales de Santa Lucía de Tirajana realizar sus funciones de control del tráfico al mismo tiempo que tuvieron que realizar todas las funciones de seguridad ciudadana durante la cabalgata.

Según la Ley orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la competencia de la seguridad ciudadana es responsabilidad del instituto armado en el municipio santaluceño, si bien prácticamente a diario los policías locales deben acometer estas funciones ante el déficit de agentes de la Benemérita.

Por ese motivo, casi toda la plantilla de la Policía Local tuvo que trabajar ese día, debiendo algunos duplicar turno con más de 13 horas seguidas trabajando para preservar la seguridad.

Para CCOO, con decisiones así, la Delegación del Gobierno busca "asfixiar" a los ayuntamientos para obligar a los alcaldes a contratar seguridad privada, dado que saben que estos eventos públicos se deben celebrar al estar organizados con meses de antelación.

El sindicato instó al Ayuntamiento a denunciar en la Delegación del Gobierno la falta de apoyo respecto a la cabalgata, pues la aglomeración del numeroso público participante no contó con las medidas de seguridad que debían disponer los responsables políticos de la Delegación del Gobierno.

Finalmente, la formación sindical señaló que a pesar de haberse producido distintas reuniones de coordinación previas a la celebración de la cabalgata de carnavales y la posterior verbena, la Delegación del Gobierno únicamente dispuso de un grupo de 12 a 15 guardias civiles a partir de las 23 horas del sábado, para cubrir una verbena donde a esa hora el aforo no era ni de 600 personas.