¿Desde cuándo viaja a Gran Canaria y qué hace cuando está aquí?
Llevo 25 años viajando a la Isla; al principio me alojaba en un hotel de Arguineguín. Son los mismos años que hace que accedí por primera vez en mi carrera política al Bundestag alemán. Aquí divido mis vacaciones en dos, los primeros días no hago nada, me dedico a descansar (risas), pero después de varios días necesito empezar a hacer deporte, me gusta mucho el tenis y ahora también juego al golf en Meloneras. No es un campo fácil, pero precisamente eso me atrae.
Se ralentiza la llegada de turistas alemanes a Gran Canaria. ¿Qué cree que estamos haciendo mal y cómo podemos reconquistarlos?
No tiene nada que ver con la Isla en sí misma, su gente o el clima. Tiene que ver con al situación de la economía mundial y con el cambio en los hábitos de los viajeros. Ya no se hace un solo viaje de larga distancia o duración, sino varios, pero más cortos. Desde Alemania a Baleares o a Turquía hay tan solo dos horas y media; a Canarias cinco, y a la gente le gusta volar más cerca de su casa. En mi caso, a veces estando de vacaciones tengo que volver a mi país, y estando en Mallorca puedo ir por la mañana y volver por la noche; no así en este archipiélago. Pero desde luego Gran Canaria no tiene ningún problema, lo está haciendo muy bien. Para convencer a mis compatriotas para venir aquí les diré que la isla está mucho más bonita y que tiene una amplia oferta cultural.
Hace poco impartió una conferencia titulada '2019: prueba de resistencia para Alemania y Europa'. ¿Qué análisis hace de la situación?
El nacionalismo europeo está perdiendo su esencia. Los políticos se están mirando su ombligo y solo piensan en el nacionalismo de su propio país, pero no el del conjunto de una Europa unida. El concepto de Europa se está difuminando, todo el mundo piensa en sí mismo, pero sin embargo a todos les gusta estar dentro de la Unión Europea por los beneficios que ello conlleva. Ahora parece que solo nos preocupa la vertiente económica, pero no debemos olvidar que la UE es un proyecto de paz después de épocas de dolor y pobreza. Hemos ganado en libertad, sobre todo para las nuevas generaciones, y tenemos que luchar para mantenerla.
¿Está en juego esa libertad?
Cada día hay más crispación en la convivencia y nacen cada vez más movimientos antieuropeístas. Y necesitamos todo lo contrario, necesitamos que, aunque nuestras culturas sean distintas, haya un pensamiento común, porque el que teníamos inicialmente se está perdiendo. Véase el caso de España: hay muchas culturas diferentes bajo un mismo paraguas.
De esos movimientos antieuropeístas el más destacado es el del Reino Unido. Prórroga tras prórroga, ¿cómo ve la situación del 'brexit'?
Siento mucho que Gran Bretaña quiera marcharse del proyecto europeo. Pero Europa no puede incrementar más aún los compromisos políticos con ese país. Tristemente, creo que aunque la situación es complicada y hay movimientos cada vez más fuertes para que no se vaya de la Unión Europea, eso acabará ocurriendo. Debemos convencer al resto de los países para que no hagan lo mismo y entiendan que lo mejor es permanecer en la alianza comunitaria, y para ello debe haber diferencias entre quienes están fuera y quienes están dentro de ella.
Durante los años de la crisis, Alemania fue uno de los motores de Europa. ¿Qué papel cree que juega ahora? ¿Se ha cansado de tirar del carro?
Vivimos en el corazón del continente y tenemos nueve países alrededor, así que estamos muy interesados en llevarnos bien con nuestros vecinos. Somos una de las economías más fuertes, pero recuerde que el mejor de la clase no tiene por qué ser el más listo
Vamos hacia unas elecciones europeas. ¿Qué espera de ellas?
Me gustaría que las fuerzas europeístas obtuvieran mayor representación; no quisiera que los partidos que quieren acabar con el proyecto comunitario crecieran tras las urnas.
En Europa ha habido un importante crecimiento de la extrema derecha. ¿Cómo lo valora?
Es un fenómeno que están viviendo casi todos los países por igual. Enfadarse y gritar no sirve para nada. En Europa se está volviendo a utilizar otra vez el miedo para hacer política, pero debemos pensar que somos fuertes y podremos derribar esa tendencia. Es importante que no hagamos pensar a la gente que solos somos más fuertes, necesitamos estar unidos. Y esos mensajes negativos debemos combatirlos de la mano de los medios de comunicación, porque parece que cuanto más grave es el mensaje, más rápido se extiende. Deberíamos lanzar mensajes igual de potentes que las fuerzas extremistas para salir adelante y, sobre todo, cuestionar a esos partidos que nunca informan de dónde obtienen esa información, muchas veces falsa. Ahí es cuando tenemos que echar mano del periodismo de calidad.
España va a elecciones generale. ¿Qué opinión tiene?
En España hay demasiados partidos políticos; hace dos décadas no era así. Pero como político extranjero que soy, será mejor que no opine sobre política nacional española. Tan solo deseo que tras las elecciones se consiga una política estable.
Recientemente, una formación de su país, Los Verdes, anunció que quieren limitar por ley que solo se pueda volar tres veces al año para reducir la contaminación. ¿Una propuesta acertada o un disparate?
Se lo resumo: la vicepresidenta del Bundestag, que es de Los Verdes, vuela 41.000 kilómetros alrededor del mundo para hablar del clima; eso lo dice todo de Los Verdes.
