Infecar olía a queso en la tarde de este jueves. Quesos de todos los gustos y de todos los rincones de la isla. Los salones de la Institución Ferial de Canarias se llenaron de quesos duros, curados, semicurados, tiernos y mantecosos. De vaca, cabra, oveja y mezcla de los lugares más recónditos de Gran Canaria en una cita en la que el premio gordo se lo llevó el queso Lomo El Chorrito de Valleseco como mejor curado.

Hasta 39 queserías participaron en el XXVI Concurso Oficial de Quesos de Gran Canaria 2019, que fue inaugurado por el consejero de Soberanía Alimentaria del Cabildo, Miguel Hidalgo. Nada menos que 94 quesos distintos compitieron para lograr los primeros premios de las trece categorías que participaron. El resto de premiados fueron los siguientes: El Chorrito de Valleseco (curado de mezcla), Del Rosario de Agaete (curado de vaca), Cortijo de las Hoyas de Moya (curado de oveja), El Caidero de Moya (curado de cabra), Los Altos de Moya (de Flor de Guía y de Media Flor), El Brezal de Moya (semicurado de vaca), Angelita de Valsequillo (semicurado de mezcla), Cortijo de Pavón de Guía (semicurado de oveja), Era del Cardón de Agüimes (semicurado de cabra), Artesana Guedes de Santa Lucía (tierno), Caseros de Valleseco (pasteurizado curado) y Naranjo de Las Palmas de Gran Canaria (pasteurizado semicurado). Así, Moya es el municipio más premiado con cuatro quesos diferentes.

Dieciséis catadores de queso (11 mujeres y 5 hombres) fueron los encargados de hacer la cata a ciegas. Cada uno sentado en una mesa distinta, con el avituallamiento de una botella chica de agua de Teror, varias rodajas de manzana y pan bizcochado para discernir y separar el sabor de un queso de otro. Elizardo Monzón, el veterinario del Cabildo, controlaba todo como máximo organizador para que no falte de nada en la cata.

Mientras ellos cataban, un grupo de una veintena de personas del público y aficionados queseros, que también pudieron degustar, seguían atentamente la interesante charla de Judith Silvela, la técnico de Productores de Queso Artesano del Noroeste (Proquenor) y representante de la Casa del Queso de Montaña Alta de Guía, que desveló datos poco conocidos en la producción del queso, desde la adhesión de Canarias a la Corona de Castilla, "época en la que aquí se elaboraba queso tal y como se conoce hoy en día. Hacían unas tortas de leche ácida para conservar los excedentes de leche, como hacen en el Norte de África, en Marruecos".

La isla quesera

La isla quesera

"En Canarias hay mucha cantidad de queso. Los canarios somos los que más consumimos en España: once kilos y medio por habitante y año, tres kilos por encima de la media nacional. Pero estamos muy lejos de la media europea, que ronda los 17 kilos por habitante al año. Dentro de Canarias, Gran Canaria es la isla quesera por excelencia", aseguró.

El consejero de Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo, señaló que "ya son 26 años los que llevamos celebrando el concurso de catas de queso de Gran Canaria. En este acto queremos poner en valor nuestros quesos y que pasen la rueda de reconocimiento de diferentes expertos para saber que este producto relacionado con nuestros pastores está recibiendo el reconocimiento regional, nacional e internacional".

La veterinaria Nena Romero, que suele acudir a casi todas las catas de quesos, afirma que "esto lo hace una por amor al arte. Hay gente que aprovecha su tiempo libre pero no siempre le cuadra. También hay gente con el colesterol disparatado que no quiere volver a comer queso. Hay de todo. Algunos quesos de flor han ido desapareciendo porque no hay gente que lo haga porque es más complicado de producir. En Gran Canaria tenemos los mejores quesos".

El quesero Cristóbal Moreno, que había ganado el primer premio al mejor queso de Canarias con Cortijo de Caideros de Gáldar, en 2011, 2013, 2017 y 2018, detalla: "Los quesos han mejorado todos en todas las islas; ayudan a mantener nuestras tradiciones, el medio ambiente, el paisaje. Esto es sacrificado porque con los animales no se puede descansar ni los festivos. A lo largo del año son más los tropiezos que los llanos.

Tienes que contar con la sequía, con los pastos, con todos los problemas de papeleo y control. Más que una quesería parece que llevamos una empresa informática. El restaurador Roca me dijo que había probado muchos quesos de pasta blanca pero que como el nuestro ninguno", sentencia.