El proyecto Masdunas, que ha puesto en marcha el Cabildo de Gran Canaria para evitar la pérdida del campo dunar de Maspalomas, inicia en estos días su segunda fase, tras constatar el buen funcionamiento de la primera, en la que se ha logrado una serie de dunas embrionarias que ya superan el medio metro de altura.

Además, según informa la corporación insular, con esa intervención y la ayuda de la naturaleza, se ha alargado la línea intermareal con arena que el área de Medio Ambiente retirará antes de que se pierda definitivamente en el fondo del mar, lo que permitirá ponerla en el punto de partida del circuito dunar para que tenga una segunda vida y forme nuevas dunas que ya crecen gracias a la plantación de un centenar de balancones.

En las últimas décadas las dunas se han ido retirando de la costa hasta situarse a 210 metros de la línea del mar, cuando antiguamente estaban a apenas 70 metros. Para atajar ese retroceso del espacio natural el Cabildo ha plantado balancones protegidos por captadores de arena -zocos de mimbre-, para que formen montículos que no son otra cosa que esas mismas dunas en estado embrionario que hoy superan el medio metro.

Para ello se extrajeron 20.000 metros cúbicos en la primera fase para situarla en la "casilla de salida" del circuito, tal como explica Miguel Ángel Peña, técnico insular responsable de Masdunas, quien subraya que se trata de material que hubo que cernir para retirar la gran cantidad de callaos que contenía, si bien en esta ocasión la arena amontonada por la naturaleza en la orilla no contiene piedras, lo que facilita tanto el trabajo de extracción y transporte que en apenas cinco días ya han sido retirados más de 4.300 metros cúbicos de arena, casi la cuarta parte de la prevista en esta fase.

Miguel Ángel Peña añade que la arena acumulada en los últimos cinco meses ha hecho que la zona intermareal, que es el recorrido máximo entre la pleamar y la bajamar, haya pasado de 30 a 90 metros, y además haya ganado una altura que por zonas alcanza los dos metros.

Las tormentas del sur y la acción del mar provocan que este volumen de árido tan valioso para las dunas se vaya adentrando en el mar hasta caer en el acantilado submarino del sur, también denominado veril, y que a todos los efectos funciona como un "sumidero" natural por el que se perdería para siempre.

Las construcciones aledañas al perímetro de espacio natural han roto el antigo proceso para retroalimentar la zona de áridos, y precisamente para impedir este fenómeno que con el tiempo amenaza con arrasar con el campo dunar se ha implantado este proyecto que que conlleva una constante monitorización, para conocer cada situación, no en vano supone la intervención en todo un proceso geológico.

El resultado de la primera fase, más la disposición de la naturaleza en esta segunda etapa, en la que vuelve a jugar a favor del proyecto, hace que se afronte con "esperanza", subraya Peña, quien asevera que la tercera fase, prevista para octubre y noviembre, implica la extracción de otros 20.000 metros cúbicos tras una inversión de 1,15 millones de euros prevista para diciembre de este mismo año.

Desde hace décadas el deterioro del sistema lunar era evidente y esta actuación decidida para frenar la pérdida continuada de arena está dando, según afirma el presidente del Cabildo, Antonio Morales, "resultados extraordinarios, ha merecido la pena y necesita continuidad".

Para el titular de la corporación se trata de "un proyecto científico de referencia mundial, no hay una propuesta de estas características en el mundo relativa a una actuación en unas dunas áridas como la que se está realizando en Maspalomas",

Morales visitaba el área de actuación ayer acompañado del consejero de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez.

Ambos elogiaban la implicación del personal insular encabezado por los especialistas Miguel Ángel Peña y Orlando Marrero, en una actuación medioambiental que también contempla diversas acciones de protección en la Charca de Maspalomas, de la que han sido extraídos 4.200 ejemplares de tilapia, un pez de Mozambique invasor que de-preda su biodiversidad, tanto flora como fauna, incluidos pollos de aves, de manera que "se trabaja a destajo también en este ámbito", según subraya el presiden-te del Cabildo.