El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), ligado a la ONU, ha recomendado a la Unesco proteger como Patrimonio de la Humanidad los "espacios sagrados" de la cumbre de Gran Canaria como testimonio excepcional de las antiguas culturas Amazigh (bereberes) del norte de África, legado de la única de todas ellas que se desarrolló en islas.

El ICOMOS ha remitido al Cabildo de Gran Canariasu informe sobre la candidatura que España defenderá este verano en Azerbaiyán cuando la Unesco debata qué lugares del mundo van a ingresar en la lista del Patrimonio de la Humanidad, que concluye que los espacios de la cumbre de Gran Canaria merecen esa condición, por la "autenticidad" con la que retratan a las culturas prehispánicas de Canarias.

La candidatura la encabeza el enclave de Risco Caído, una cueva artificial de Artenara a la que se considera el más sofisticado de los testimonios arqueológicos sobre el dominio de la astronomía que llegaron a desarrollar los sociedades aborígenes que poblaron Canarias durante unos 1.500 años, hasta la llegada de los europeos.

Sin negar ese valor, pero sí subrayar que la interpretación religioso-cultural de los fenómenos que pueden verse en Risco Caído necesitan más investigación, el ICOMOS defiende que el espacio que define la Caldera de Tejeda cuenta con testimonios de una "riqueza excepcional", en particular los asentamientos trogloditas que conectan esos espacios de montaña con las antiguas culturas Amazigh (antiguas viviendas en cuevas, pero también graneros y cisternas).

La candidatura de "Risco Caído y las montañas sagradas de Canarias" abarca un espacio de casi 18.000 hectáreas, algo más de la cuarta parte de toda la superficie de la isla, enclavada en una de las zonas mejor conservadas, su cumbre, con mucho menor población y desarrollo económico que lo que puede verse en la costa.

La propuesta se construyó en torno a los antiguos "almogarenes", yacimientos arqueológicos a los que se les atribuye algún tipo de papel ceremonial en la cultura prehispánica de Canarias, los lugares donde según las crónicas llevaban a cabo sus ritos los faycanes.

De muchos de ellos se ha descubierto en los últimos años que funcionaban también como marcadores astronómicos, ya que señalan con precisión los solsticios y equinoccios del año, aprovechando la luz del sol y de la luna y elementos naturales del paisaje (como el Roque Bentayga) o construidos ex profeso (como Risco Caído).

El ICOMOS dice que se necesita investigar más al respecto (en realidad, fue el reciente descubrimiento de Risco Caído el que llevó a reexaminar en esa dirección muchos yacimientos de la isla), pero no niega la interconexión entre cielo y tierra en esos espacios. De hecho, en una mención con pocos precedentes, se refiere también al cielo del espacio que propone proteger como parte de ese conjunto cultural, en particular al nocturno, que en ese lugar "se conserva casi sin cambios desde la Conquista española en el s. XV". "La candidatura propuesta proporciona un testimonio excepcional de una cultura insular que incluye los cielos como parte fundamental de su percepción del mundo, sus ritos y creencias", añade.

Para este consejo asesor de la Unesco, la Caldera de Tejeda merece ser Patrimonio de la Humanidad por muchos valores, entre los que cita los yacimientos arqueológicos, la pervivencia de la cultura troglodita (en municipios como Artenara hay familias que siguen viviendo en casas-cueva), las redes de senderos para la trashumancia del ganado, las inscripciones líbico-bereberes o la toponimia.

Pero sobre todo, aprecia su conexión con las antiguas culturas bereberes del norte de África, en especial las trogloditas, que no están representadas hoy en ningún sitio Patrimonio de la Humanidad. "El paisaje cultural de Risco Caído sería una contraparte de inestimable valor de Dougga (antigua ciudad del norte de Túnez, Patrimonio de la Humanidad desde 1997)", apunta.

Pero mientras que Dougga, continúa, "representa una fusión total de elementos libios con otros púnicos y latinos", en la cumbre de Gran Canaria se han conservado elementos líbico-bereberes que han desaparecido en la actualidad en buena parte del Magreb.

El Cabildo de Gran Canaria resalta que el informe favorable del ICOMOS, y más en estos términos, suele ser "en el 99 % de los casos" la antesala de la inscripción de un bien como Patrimonio de la Humanidad, aunque la decisión deberá tomarse en julio en Bakú.

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha destacado en rueda de prensa el impulso que este informe da a la candidatura de Risco Caído, en un momento en el que los criterios para entrar en la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad se ha vuelto "infinitamente más exigente" de lo que era hace una década.

Morales y el director de la candidatura, José de León, han indicado que, en paralelo, el Cabildo sigue trabajando para abrir un centro de interpretación de Risco Caído en Artenara con una réplica exacta de la cueva y un centro de visitantes en Tejeda, todo ello con la voluntad de dinamizar la cumbre.

Pero también se tomarán todas las precauciones, ha enfatizado De León, para evitar "morir de éxito", como les ha pasado en otros momentos a otros bienes Patrimonio de la Humanidad, desbordados por el número de visitas y el impacto que estas generan.