Los motoristas se quedan sin circuitos para competir. Los colectivos de motociclistas de Gran Canaria reclaman el impulso y la creación de un circuito en la Isla con el objetivo de poder organizar carreras y los campeonatos; y lo hacen, dicen, ante el peligro de desaparecer que corre esta modalidad deportiva que cada año arrastra a cientos de personas y mueve importantes volúmenes de negocio y promoción turística para el destino. Solicitan el apoyo de las administraciones públicas.
La reivindicación llega después de que los pilotos no puedan utilizar el circuito de motociclismo ubicado en Tarajalillo, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, al no reunir las características adecuadas. La última carrera del Campeonato de Velocidad de Canarias que se disputó en este circuito se desarrolló el pasado mes de febrero y, si no se promueve de alguna forma este deporte, alertan los clubes, el motociclismo estará condenado a desaparecer, ya que no existe ningún otro circuito en todo el archipiélago. Este deporte se practica en las Islas desde hace 65 años, ya que la primera carrera se organizó en el año 1954.
Todos los colectivos de motociclistas coinciden en la misma tesis: la falta de un circuito para celebrar los campeonatos, que funcione además como campo de entranamiento y ocio, supone un grave perjuicio para esta disciplina deportiva y un duro varapalo económico para el bolsillo de sus pilotos, y también para sus seguidores, ya que la mayoría ha realizado importantes inversiones para adquirir sus motos; y además se ven abocados a perder grandes sumas de dinero derivadas de los patrocinios firmados con las empresas.
"Los pilotos están cabreados y desencantados", explica Manolo Zurita, secretario del colectivo Moto Club Podium, "particularmente he tenido varios desencuentros con algunos porque se piensan que los hemos abandonado, y no es así". Los clubes no han recibido la autorización para celebrar carreras en el circuito de Maspalomas, como se conoce a la pista ubicada en Tarajalillo, porque ésta no reúne las características necesarias para el desarrollo de las pruebas. Una medida que afecta, señala Zurita, a una sesentena de corredores del Archipiélago y en torno a 600 o 700 personas que cada año se desplazan hasta este circuito para hacer rodadas.
Desde que se les ha limitado la utilización del trazado largo de este circuito, cuyo desarrollo es de 4.200 metros de longitud, los pilotos tienen que ajustar sus carreras al trazado corto, de 2.100 metros de largo. "En la pista pequeña es imposible competir con grandes máquinas de más de 180 caballos", prosigue el secretario del colectivo Moto Club Podium, "y afecta también al número de motociclistas que pueden participar en cada una de las pruebas, porque no hay espacio para todos". "Pero si ni siquiera tuviéramos el circuito pequeño, no tendríamos ninguna opción de practicar este deporte, porque no existe otro circuito en Canarias y el motociclismo estaría sentenciado a desaparecer en las Islas", señala Manolo Zurita.
De hecho, este mismo domingo comenzaba el Campeonato de Velocidad de Canarias con la primera de las cuatro pruebas previstas este año. Comenzaba. Porque ya no se celebra hasta que se solucionen los trámites administrativos por los que atraviesa este circuito.
"La cancelación de las carreras es un golpe económico para los participantes, porque el motociclismo es un deporte muy costoso", añade Zurita, "conseguir un patrocinador es una tarea muy complicada y cuando se ha logrado conseguir uno, resulta que a muchos pilotos les han abandonado por no poder competir". El responsable del colectivo Moto Club Podium explica que la entidad está barajando la posibilidad de celebrar carreras de motocicletas de menor cilindrada en las instalaciones del karting de Tarajalillo.
Bien social
"La gente está nerviosa, estamos en mayo y no hay carreras, y algunos han comprado motos de hasta 30.000 y 40.000 euros que no están utilizando", indica Zurita, quien ha defendido las carreras como "bien de interés social" porque "los accidentes en las carreteras se producen cuando no hay circuitos disponibles porque los aficionados no se desfogan en la pista". "Un sábado cualquiera pueden estar corriendo en el circuito pilotos llegados desde todas partes de Canarias", señala.
Por su parte, el secretario del Moto Club Toma Plátano, Carlos Batista, también insiste en que el motociclismo es un deporte olvidado. "Los motociclistas no tienen donde practicar este deporte, donde único lo pueden hacer es yéndose a las carreteras públicas y matándose", dijo, en relación a varios accidente ocurridos en los últimos meses en las vías del centro de la isla de Gran Canaria con resultado de personas fallecidas.
Por este motivo, los colectivos de motociclistas reclaman el apoyo de las administraciones públicas, si no para invertir en circuitos, al menos para promover y facilitar la construcción de uno a las iniciativas privadas. "Los políticos no se dan cuenta de que con dinero público, al igual que se construye un auditorio o un teatro, deberían promover un circuito que sirva para el motociclismo, la Fórmula 1 y los deportes de motor en general", sostiene Carlos Bastista, "ese circuito debería tener una inversión pública porque sería una gran fuente de ingresos en relación a la publicidad de la Isla. Tenemos un clima privilegiado y muchos equipos y pilotos viajarían hasta Gran Canaria para hacer sus entrenamientos durante la temporada de invierno".
"Que en el mundo se diga que en Gran Canaria se puede entrenar durante todo el año podría ser el mejor reclamo turístico para la Isla", apunta el secretario de Moto Club Toma Plátano, "y si no lo hacemos nosotros, lo hará Tenerife; alguien debe dar el primer paso, y deberíamos ser nosotros, porque vivimos en una isla más llana y tenemos mayor cantidad de motoristas".
Uno de los pilotos del Campeonato de Canarias de Velocidad y subcampeón de la categoría de mil centímetros cúbicos de la temporada 2018, Kenny Huertas, ha sido uno de mis muchos pilotos que ha mostrado su descontento. "Estoy desilusionado, y la situación del circuito ha condenado que no continúe el campeonato; si no se puede seguir celebrando esta prueba, los pilotos se marcharán". De hecho, afirma, ya hay pilotos que se están trasladando a competir a la Península. "Pero hay otros tantos, como es mi caso, que no tenemos poder adquisitivo para trasladarnos a correr en la Península, y sucede que te acabas viendo bastante frustrado", relata, " y que el trabajo de conseguir patrocinadores se va al garete porque no puedo darles la respuesta de su publicidad en el campeonato que les prometí, porque se están suspendiendo las pruebas". Hay pocas alternativas, o ninguna, considera, "acabaré comprando una moto de calle y no para competir".
Desde la Federación de Motociclismo de Las Palmas, su presidente, Juan Luis Hernández, también apoya que las instituciones promuevan infraestructuras de este tipo y espera que se resuelva cuanto antes la situación en que se encuentra el circuito y reúna nuevamente las condiciones necesarias para poder desarrollar allí las carreras. "Ya se ha suspendido la primera de las carreras, pero confío en que los obstáculos se solucionen durante el próximo mes y medio y podamos competir en la segunda prueba, que se celebra el 14 de julio", manifiesta.
La petición de los motociclistas se encuentra en el camino con proyectos pendientes de ejecución en Gran Canaria. Y es que el expolítico y piloto José Mari Ponce guarda desde hace años en sus cajones el proyecto para desarrollar un circuito de motociclismo en terrenos ubicados en el municipio de Arucas, para el que carece de capital.
Manolo Zurita recordó además que el Cabildo tinerfeño ha propiciado y patrocinado un proyecto en terrenos situados en el sur de la Isla cedidos por el Ayuntamiento de San Miguel de Abona. Por otro lado, explica, el Ayuntamiento de Antigua, en Fuerteventura, también ofreció hacer un circuito, pero la isla no contaba con las infraestructuras adecuadas para ello.
