"Se nos ha ido el padre de todos los tirajaneros". Esa fue la reflexión de muchos de los vecinos, allegados y familiares que ayer se acercaron hasta Tunte para dar el último adiós a Francisco Araña del Toro, el que fuera alcalde de la Transición en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, fallecido el pasado jueves a los 88 años. Ayer, con el exalcalde en el recuerdo, fue una jornada en la que muchos aprovecharon para rememorar las mejores anécdotas que vivieron con él, así como su intensa labor para llevar la luz o la televisión a los barrios y potenciar las zonas turísticas de Playa del Inglés y Maspalomas de la mano de los empresarios.

Sus restos mortales llegaron hasta el casco de la Villa, procedentes de Las Palmas de Gran Canaria, pasadas las 13.00 horas del mediodía y el féretro recorrió los últimos metros del camino, desde la entrada del pueblo hasta la iglesia de San Bartolomé, a hombros de sus familiares; la misma forma en que éstos lo trasladaron después, tras la misa corpore insepulto, hasta el cementerio de Tunte. El féretro llegó escoltado por agentes del cuerpo de la Policía Local de San Bartolomé de Tirajana y miembros de la Policía Nacional, y acompañado por una larga comitiva, encabezada por el actual regidor de la localidad, Marco Aurelio Pérez.

En los momentos previos a su entrada por la puerta de la parroquia, el féretro fue recibido con honores policiales y entre aplausos de las decenas de vecinos que estuvieron presentes en este último recorrido por el pueblo que le vio nacer en 1930. Tunte estuvo ayer durante unas horas colapsado de vehículos y de ciudadanos para despedir al hombre que impulsó el municipio más importante de la isla de Gran Canaria desde el inicio de la etapa democrática.

En el interior de la iglesia no cabía un alma, hasta el punto en que muchas de las personas tuvieron que permanecer de pie en las naves laterales de la iglesia durante el responso. Junto al altar y al féretro, dos retratos del difunto presidieron una misa en la que el sacerdote destacó su figura, más como ciudadano que como político.

"No me puedo olvidar de su rostro cuando llegué al pueblo y se acercó y me dijo que era el antiguo alcalde", explicó el sacerdote, Armando Ladeiro, "y no por lo que dijo, sino por cómo lo dijo, con mucha ternura y una gran sonrisa de humildad y sencillez". "Eso acompañó a Francisco durante toda su vida, porque todo lo que escucho sobre su persona son piropos", prosiguió el párroco, "y nadie venía a comulgar con el mismo deseo y la misma ilusión con que lo hacía él".

Durante sus palabras a Araña del Toro, el sacerdote también recordó al recientemente fallecido Germán Suárez. "Creo que ambos están ahora ahí arriba mirándose y hablando de lo fácil que les fue la vida porque vivían sin que las cosas fueran su centro, sino como grandes emprendedores y dirigentes públicos que tenían corazón de servidores", dijo Ladeiro. "Francisco supo estar dispuesto a ayudar, a servir y a ponerle facilidades a todos los que llegaban con problemas y preocupaciones; si algo podemos aprender de él es que con su corazón servía al pueblo", concluyó el sacerdote.

A las puertas de la iglesia de San Bartolomé de Tunte estuvieron ayer presentes no solo vecinos del municipio, sino también empresarios y antiguos compañeros de Francisco Araña del Toro en el Ayuntamiento. Uno de ellos fue Fernando Pérez Ascanio, exconcejal de Servicios Públicos. "No hay una casa en el municipio que no le deba algo; unos trabajo, otros carreteras", recordó, "él era el padre de los tirajaneros y no habrá un hombre como él que pise San Bartolomé de Tirajana nunca más". Araña se preocupaba mucho por la zona turística, pero también se desvivió por los barrios. "Empezó a instalar el agua en las casas, a hacer carreteras o los teleclubes", apuntó, "y le gustaba su trabajo, a las siete de la mañana ya estaba en el Ayuntamiento, con un trato personal impecable, aunque mantenía a su equipo de concejales a raya". "Le dijimos que en el barrio de Risco Blanco no se veía la televisión y colocó los repetidores", recuerda por su parte Juan Ramos, vecino del barrio, en una conversación con el exconcejal.

Trabajador nato

Para Benito Ramos, policía local, Araña "era una joya para el Cuerpo, para él la policía era prioritaria; material que se le solicitaba, material que compraba y ponía a nuestra disposición". "Si los favores estaban al alcance de su mano, él los hacía sobre la marcha", añadió. Muy cerca, Antonio Reyes, funcionario en la época de Araña, con quien trabajó 32 años, rememoró cómo a menudo salía a tomar café con él. "He perdido a un amigo, a un hombre que fue fuerte, tanto que superó dos golpes que le dio la vida a su salud".

El que fuera su concejal de Hacienda y Gobernación, Pepe Pérez, lo recuerda como un hombre del que aprendía. "Yo trabajaba en la banca cuando me llamó para que colaborara con él, y con él aprendí todo; como jefe era un trabajador nato con un gran conocimiento de su municipio y de sus vecinos", dijo. Pepe se acordó cómo cada vez que iba a verlo al centro de día lo primero que le preguntaba, sin saludar, era qué se contaba la gente por ahí. "Quería estar siempre informado de todo", añadió Pepe Pérez.

Armando Fuentes Falero, empresario, lo conoció hace 38 años cuando llegó a San Bartolomé de Tirajana para abrir una empresa de limpieza. "Tuve la suerte de que cuando llegué, el Ayuntamiento contrató mis servicios, y desde entonces he tenido una relación muy cercana con Francisco", relata.

El geógrafo y urbanista Guillermo Morales conoció a Araña en su posterior etapa como concejal de Turismo en 1992 cuando el Ayuntamiento encargó a la ULPGC el Plan General del municipio, del que fue director. "Él era quien me aportaba información muy valiosa del territorio, tenía un conocimiento territorial exhaustivo; sin su ayuda no habría podido hacer un buen PGO", señaló Morales.

A las puertas de la iglesia, Antonio Cabrera, empresario de agencias de viajes jubilado, destacó su vertiente didáctica, ya que Araña del Toro le estaba asesorando en un trabajo de investigación. "Tenía una mente lúcida, se acordaba de muchas cosas", señaló, "en lo laboral colaborábamos mucho, teníamos reuniones cada mes donde le informaba de cómo estaba el mercado o le presentaba a representantes de turoperadores; lo que él hizo por el destino fue un éxito para mi empresa, y lo que hizo mi empresa fue un éxito para el destino".

Hasta Tunte se desplazaron ayer algunas personaldiades destacadas en el municipio y representantes del sector empresarial como los exalcaldes Marcial Franco y Maripino Torres, y numerosos concejales de corporaciones anteriores y del equipo de gobierno actual, representantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad, miembros de otras formaciones presentes en el municipio.

Francisco Araña del Toro fue nombrado Hijo Predilecto en 2012 y, en el Pleno de enero, el Ayuntamiento aprobó una calle con su nombre.