Parque Nacional de Garajonay (1986)

Durante el año 2018, el Parque Nacional de Garajonay, en la isla de La Gomera, superó su récord de visitas al rozar el millón de personas que se acercaron a descubrirlo, tal y como asegura Ángel Fernández, director del Parque, un hecho que es todo un reto para este paraje que en 1986 se convirtió en el primer bien de carácter natural de España en ser incluido en la lista de Patrimonio Mundial. El Garajonay "es el motor económico de la isla", recalca Fernández. Y La Gomera es posiblemente la isla en la que "hay un mayor número de camas por habitante", añade el director.

Fueron sus valores de carácter natural los que le permitieron ingresar en la exclusiva lista de la Unesco. Es uno de los mayores bosques de laurisilva del mundo y "supone un valor único por el hecho de ser una representación de lo que queda de los antiguos bosques que había próximos al norte de África y en Europa durante la Era Terciaria", explica Fernández. Además, se trata de un enclave que "posiblemente sea el de mayor diversidad endémica de toda Europa", añade.

La gran cantidad de gente que llega al Garajonay es un desafío pues "los parques nacionales son sitios muy frágiles y no podemos estar creciendo eternamente. El reto es la gestión de una visita compatible con los valores del parque", advierte Fernández.

La labor en la gestión del parque es fundamental para su buena conservación. "Diría que somos la capital de España en especies de flora amenazadas", revela Fernández, quien confirma que "hemos hecho esfuerzos muy grandes y hemos trabajado con 30 y tantas especies".

A día de hoy, se ha dotado al Garajonay de toda una serie de infraestructuras y equipamientos como "la mejora que ha habido en redes de miradores, caminos y centros de visitantes", detalla. Todo ello, explica, "facilita la visita y contribuye a que esto sea un destino turístico de calidad".

La Gomera tiene "un patrimonio increíble", destaca Fernández, quien asegura que "estar incluido en esa lista junto con parques nacionales como Yellowstone y Yosemite es un reconocimiento muy importante en el ámbito local".

San Cristóbal de La Laguna (1999)

Este año, San Cristóbal de La Laguna, en la isla de Tenerife, celebra el 20 aniversario desde su nombramiento como Patrimonio Mundial. Para el municipio, la inclusión en la exclusiva lista de la Unesco ha supuesto "un antes y un después en el turismo, que ha crecido de manera exponencial y que aumenta año tras año", tal y como asegura Juan Manuel Castañeda, exconcejal de Cultura y Patrimonio Histórico de La Laguna entre 1993 y 1999. Durante el año 2017 acogió a un total de 1.185.161 personas, entre excursionistas y visitantes, según él mismo confirma, a pesar de que no tiene "un potencial importante de alojamiento".

La Unesco centró su atención en la ciudad por ser "la primera ciudad colonial española no fortificada y porque su plano ha proporcionado un modelo para las ciudades coloniales de las Américas que se fundaron con posterioridad", explica Castañeda. "El conjunto histórico de La Laguna se conforma a partir del año 1500 y presenta un valor universal excepcional como concepción", añade.

En la ciudad se conservan alrededor de 600 edificaciones de arquitectura mudéjar y, además, "da fe de un intercambio de influencias entre la cultura europea, la hispanoportuguesa y la americana, con la que ha mantenido un vínculo constante desde el punto de vista humano, cultural y socioeconómico", expone el exconcejal.

La inclusión en la lista de Patrimonio Histórico supuso un impulso a la "reurbanización y peatonalización, así como a la recuperación y mejora de toda una serie de edificaciones importantísimas", comenta. Y de la misma manera que aumentó el turismo, creció la economía en el municipio. Se abrieron toda una serie de "negocios y establecimientos de todo tipo" que han derivado en un"beneficio notable", expone Castañeda.

Para los laguneros es "un orgullo poderse codear con otras ciudades del ámbito español y mundial", asegura Castañeda, quien admite que la inclusión en la lista de Patrimonio Mundial ayudó a que "las administraciones y la ciudadanía tuvieran una mayor conciencia de la necesidad de trabajar en la conservación de todo ese patrimonio".

Parque Nacional del Teide (2007)

En la isla de Tenerife se alza imponente el volcán del Teide, cuyos 3.718 metros sobre el nivel del mar lo convierten en el pico más alto de toda España. Situado en el Parque Nacional del Teide, el impacto visual de este enclave "se debe en gran parte a las condiciones atmosféricas que modifican continuamente las texturas y los tonos del paisaje, así como al espectáculo impresionante del mar de nubes que forma el telón de fondo de la montaña", explican desde la Unesco. En 2007, el Parque fue seleccionado para ingresar en la Lista de Patrimonio Mundial.

Manuel Durbán, director del Parque, explica que las razones que captaron el interés de la Unesco fueron "el criterio paisajístico de representar fenómenos naturales y constituir áreas de una belleza natural y estética excepcional, y el criterio geológico al ser un ejemplo sobresaliente de diferentes periodos de la historia de la Tierra".

Los grandes valores arqueológicos "desde cabañas hasta enterramientos" y la flora y fauna endémica sirvieron de apoyo, igualmente, al nombramiento del Parque como Patrimonio Mundial. El paraje presenta "una elevada tasa de endemismos en especies vegetales. Hay algunas que únicamente podemos encontrar aquí, como la violeta del Teide", explica el director. Respecto a la fauna, el Parque alberga "especies muy singulares como el pinzón azul", añade.

"El Teide era utilizado en los meses de verano por los guanches de toda la isla donde llevaban al ganado a pastar. Se convirtió en una zona de encuentro", asegura. A día de hoy, recibe más de 4.300.000 visitantes de media al año, tal y como confirma Durbán.

El director afirma que el Parque Nacional del Teide es "el más visitado con diferencia de España y uno de los más visitados del mundo" pero, aún así, la entrada en la lista de la Unesco atrajo "a un turismo muy selectivo de personas que visitan exclusivamente los lugares de esta lista", explica.

Sobre el reconocimiento, Durbán admite que "es un orgullo para todos los canarios y también una gran responsabilidad" y añade que "nos llevó a todos a valorar mucho más nuestra naturaleza".

Silbo Gomero (2009)

Han pasado solamente diez años desde que la Unesco decidiera, en 2009, declarar el silbo gomero como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. "Transmitido de maestros a discípulos a lo largo de siglos, es el único lenguaje silbado del mundo plenamente desarrollado y practicado por una comunidad numerosa: más de 22.000 personas", destacan desde la organización.

"Pasar palabras habladas a palabras silbadas" es la definición por excelencia del silbo gomero, según asegura Eugenio Darias, maestro silbador y miembro de la Catédra de silbo gomero de la Universidad de La Laguna. Ello supone que, aunque el idioma que se silba en la isla es el español de Canarias, podría reproducirse cualquier lengua del mundo.

El origen de este lenguaje no se ha determinado con exactitud y existen dos teorías al respecto, tal y como explica Darias. "La primera teoría es que haya venido desde el norte de África con los primeros pobladores pero no hay ninguna documentación escrita que la avale", asegura el maestro. "La segunda, dice que pudo haber tenido su origen en la propia isla y para esta teoría sí tenemos documentación que la acredite, como la que aparece en las crónicas francesas Le Canarien, escritas entre 1402 y 1404 por unos monjes que se encontraban en la islas".

Durante la última mitad del siglo XX, el silbo gomero estuvo cerca de desaparecer debido a la despoblación de la isla por "el boom turístico" y la "mano de obra demandada por la agricultura de la zona sur de Tenerife", comenta Darias. Para evitar su completa desaparición, "el maestro Isidro Ortiz comienza clases extraescolares de silbo en los centros educativos". A día de hoy, todos los estudiantes de La Gomera desde primero de primaria hasta segundo de secundaria lo estudian de manera oficial.

El reconociento del lenguaje del silbo gomero por parte de la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial "para nosostros supuso afirmar, más si cabe, que no se va a perder jamás y que puede ser llevado a cualquier parte del mundo", reconoce el maestro Darias, quien añade que "fue una gran alegría y satisfacción".