Hace unos pocos días abría al público el nuevo centro de interpretación de Risco Caído y Montañas Sagradas de Gran Canaria, con unas modernas salas talladas en la piedra que ofrecen la mejor arquitectura de la cumbre, la de la cueva propiamente dicha.

Según informaba ayer el alcalde de Artenara, Jesús Díaz, las instalaciones se inaugurarán oficialmente en menos de dos semanas, pero ya el domingo se registraban unos 130 visitantes que recorren en distintas salas buena parte del camino que durante 1.500 años hicieron los antiguos canarios en la enorme caldera que corona la isla, con un despliegue audiovisual que incluye videorecreaciones así como paneles que detallan la cultura que hizo de los grabados de los triángulos púbicos un santo y seña de sus creencias espirituales.

Al centro aún le falta su atractivo estrella, la denominada neocueva, una cúpula artificial que imita la que se encuentra en la estancia número 6 del yacimiento de Barranco Hondo y que es la primera que se crea para Canarias. La empresa ganadora del concurso, en una segunda convocatoria porque en la primera quedó desierto, la está construyendo por piezas en Madrid, y si bien no hay fecha oficial para su transporte e instalación en el centro de interpretación, se espera que para noviembre, o como muy tarde antes de fin de año, ofrezca con su recorrido de luz una visión de lo que se esconde en la original. Esa misma empresa ya ha ejecutado trabajos similares para otros yacimientos muy antiguos, algunos en Egipto.

Hay que subrayar que las visitas al yacimiento de Risco Caído están muy restringidas.

El Cabildo de Gran Canaria, que gestiona el patrimonio histórico insular, lanza en su página web las inscripciones para participar en las visitas que se inician antes del equinoccio de verano, momento en el que la luz comienza su viaje por los triángulos púbicos durante 180 días, y cuyos cupos se agotan muy rápidamente. Además el camino hacia el yacimiento de Barranco Hondo es de cierta dificultad, lo que reduce la accesibilidad al lugar.

Además de este nuevo centro de Artenara hay que citar el del Bentayga, inaugurado hace años pero que durante meses ha estado cerrado, y que el domingo, a remolque de la nominación, tuvo que regular el acceso debido al elevado número de personas que se dieron cita en la base del farallón, y en el que también se describen los ritos que tenían lugar en el que se considera como uno de los principales templos de todo el conjunto. A estos dos se añaden un tercero, que deberá estar finalizado en unos dos meses, según anunciaba el consejero insular de Cultura, Carlos Ruiz, éste localizado en el actual museo de Las Tradiciones, en Tejeda, a modo de antesala de la gran caldera que completa las Montañas Sagradas.

Esto supone de ya de por sí un mayor trasiego y movimiento económico. Solo en empleos directo el nuevo centro de Artenara ocupa a seis personas.

Todos ellos, según mandato del Cabildo, están gestionados hasta el 31 de diciembre próximo por la empresa pública del Estado Tragsa, que los debe mantener abiertos todos los días con un presupuesto que supera los 200.000 euros.

A partir de esa fecha se tendrá que hacer cargo de ellos la Fundación Risco Caído.

Todo este nuevo sustrato cultural tiene además logotipo propio, y un merchandising asociado. En las vitrinas del centro de interpretación de Artenara ya se encuentran camisetas, botellas de campaña y otros objetos marcados con la representación de un triángulo en el que se aprecian detalles como el perfil de las montañas que rodean la Caldera de Tejeda.

A esto se suma, paralelamente, un amplio programa de actividades diseñado por Patrimonio para acercar la cumbre a los centros poblacionales de la isla, con exposiciones itinerantes que incluyen conferencias, documentales y mesas redondas y en las que participan los mayores expertos en el conjunto, como el arqueólogo y descubridor del marcador solar de Barranco Hondo, Julio Cuenca. Rematan la tareas de divulgación propuestas como la de los talleres para el público infantil, como el titulado Risco Caído, el templo del Sol, en los que se ofrecen actividades gratuitas para niños de entre 4 y 12 años.