"He cumplido mis objetivos como acróbata que nunca había pensado alcanzar, después de mucho esfuerzo. Ahora se abrirá una nueva etapa en mi carrera, ya que a partir de septiembre mi espectáculo lo seguiré ofreciendo en Florida, en Estados Unidos, tras ocho años de gira por todo el mundo con distintas compañías", explica Saulo Sarmiento, de 31 años, acróbata natural de Las Palmas de Gran Canaria. .
El isleño disfruta de unas vacaciones en compañía de sus padres, residentes de Arinaga, en el municipio de Agüimes, y con el resto de su familia, consciente de que probablemente no pueda encontrarse pronto con ellos al trabajar ahora de forma fija en una ciudad del continente americano.
"Me gusta mucho venir a Gran Canaria, como a Arinaga, al Sur y a la capital para estar con los míos", afirma el artista, que añade que "mis padres son mis fanes número uno y siempre me han apoyado. Fueron a verme con el espectáculo a Andorra y Londres, como también lo hicieron mis tías y mi hermano. Van a empezar a ahorrar para verme también en Florida".
Respecto al respaldo familiar, asegura que "una pared de la casa está cubierta por un mapamundi, donde mi padre coloca las fotos pequeñas que yo me hacía en cada sitio al que iba a actuar. Está repleta de imágenes y ya se cansó de colocarlas. He estado años también haciendo giras en un espectáculo de Circo del Sol, y viviendo en hoteles. El año 2015 fue muy intenso y actué en los cinco continentes. En los tres años siguientes, en América".
Después de una laboriosa y dura carrera dentro del mundo de la acrobacia en el Reino Unido, Francia y China, Saulo Sarmiento logra que la empresa canadiense Cirque du Soleil le contratara con su espectáculo con solo 24 años. "Cuando tenía 12 decidí ser un acróbata como los que hacen sus espectáculos en la compañía. Ellos eran mi inspiración. Ahora lo soy yo para muchos que me lo comentan", manifiesta Sarmiento, quien habla inglés y francés.
Sobre el espectáculo por el que fue contratado, Sarmiento destaca que "nadie lo había hecho antes. Soy su solista y su creador".
"Lo creé en París y se realiza con un palo aéreo a ocho metros de altura. Realiza figuras con con fuerza y flexibilidad. Suelen ser nueve o diez veces a la semana, con una duración de cinco minutos cada una. Me la juego. Nunca me lesioné haciendo ese número", asegura.
El acróbata deja bien claro la dureza del espectáculo, complicación y riesgo. "Para hacerlo en cada ocasión hace falta mucho trabajo y tiempo de preparación física y mental, como meditación y dieta, entre otros. Hay que estar muy seguro", puntualiza. Indica que será clave la nueva etapa en Florida. "Ya estoy empezando a reducir, a seleccionar, delegar y a dirigir a otras personas. Formé a tres acróbatas que ahora realizan mi número en otros sitios en el mundo", señala.
Al comentar lo más positivo de trabajar en Circo del Sol, indica que "el poder viajar tanto. Además, esta empresa cuenta con los mejores medios del mundo, en vestuario, maquillaje, fisioterapeutas y acróbatas, entre otros. Son muy profesionales, todo está muy medido y nada improvisado. Es el nuevo circo". Lo peor: "Estar lejos de la familia, una vida personal complicada y que te la juegas".
Circo del Sol, con sede en Montreal, en la provincia canadiense de Quebec, es una empresa de entretenimiento y la mayor productora de teatro y circo del mundo. Ofrece actualmente en torno a una veintena de espectáculos diferentes por todo el planeta, y uno de ellos denominado Totem que se halla actualmente en Meloneras, en el término municipal de San Bartolomé de Tirajana.
Saulo Sarmiento nunca participó en Totem, espectáculo en el que sí tiene amigos y que también ha visto en Madrid, París y Londres. En dicha compañía trabajan, en todos sus espectáculos que están en marcha, más de 1.500 personas, y Sarmiento ha sido el único grancanario entre su plantel de profesionales. Un lanzaroteño, Nicolás Pérez, forma parte del departamento de marketing.
