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Santa Brígida

Eidan, el niño que se hizo vino

Bodega Ventura gana dos medallas en los Premios Civas con el caldo que lleva el nombre del hijo del dueño l Comenzó a etiquetarlo en 2016

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Bodega Ventura de Santa Brígida

Desde que le puso el nombre de su hijo, en 2016, el vino no ha hecho sino ganar premios, primero insulares, provinciales y regional, y ahora se suma uno nacional con sabor internacional. Javier Ventura (Santa Brígida, 42 años), propietario de la Bodega Ventura, de Santa Brígida, vendía antes la uva y el vino a granel, pero a partir de 2016 sacó la marca comercial Eidan con denominación de origen. La bodega Ventura la lleva la familia desde su abuelo (Alfonso) y luego su padre (Alfonso Luis). El Eidan blanco semidulce 2018 obtuvo un oro y el Eidan tinto 2018, la de Distinción.

"Es una bodega familiar que llevamos nosotros solos. Mi abuelo tenía el vino en las barricas y lo vendía a granel. Mi padre siguió con la bodega y yo la amplié y la cambié. Hace quince años que me vendió mi abuela la finca y he hecho más grande la bodega", afirma. La bodega se encuentra en el Camino de Los Olivos. "Mi abuelo era agricultor, plantaba papas mi padre, que era profesor de autoescuela, combinaba su trabajo en sus tiempos libres con la finca. Cuando mi abuelo dejó de trabajar, mi padre cogió el relevo y mantuvo la viña". Su vino lo vende solo a restaurantes y tiendas especializadas.

Las tres generaciones se llamaban Alfonso Ventura, pero su hijo es Eidan (Eidan Javier), como luego le denominó a su vino. Tiene seis años y él, 42. "Los que mantienen el apellido Ventura en esta generación son mi hijo y mi sobrino. Yo vengo todos los días a trabajar". Javier lleva la bodega solo, pero su hermano le ayuda cada vez que lo necesita.

"Me ayuda con la uva y a embotellar. Me dedico en cuerpo y alma a la bodega. Desde que etiqueté el vino en 2016 he conseguido premios prácticamente desde el primer día. Todos los años tengo premios, primero insular, provincial y regional, y ahora nacional. Esta vez nos eligieron a través de un concurso de sumillers de España que se hizo en Gran Canaria organizado por el Cabildo". Manifiesta que "pasamos por 12 pruebas y conseguimos estar entre las 165 bodegas mejores de España. Nos reconocieron con la medalla de oro y la distinción. Hemos pasado a la final, que será en septiembre con los 10 primeros vinos de España".

La producción de la bodega depende de la añada. "Rondamos entre los 6.000, 7.000 u 8.000 litros. Yo vivo de mi bodega, aunque es muy sacrificado y trabajoso. Hay que tener mucha dedicación a la uva y a las parras. De los 15.000 metros cuadrados de la finca, 9.000 es del terreno antiguo y los otros 6.000 son nuevos. Todavía no están produciendo. Este año me dará algo y dentro de dos me dará más. Será más rentable".

En la vendimia le echan una mano familiares y amigos. "Un día recolectamos la uva tinta y el otro la blanca, en una mañana. Los bodegueros y viticultores tenemos buenas relaciones. Cuando alguno me solicita ayuda yo estoy siempre dispuesto. En la comarca de Santa Brígida-Monte Lentiscal no tengo ningún problema. Incluso la bodega San Juan me compra el vino blanco para venderlo porque solo elabora vino tinto".

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