El fuego de la Cumbre sigue sin extinguirse. Los equipos contraincendios continúan refrescando el interior de Gran Canaria, sobre todo por la entrada del tiempo de sur, con la amenaza de calima en altura y temperaturas que podrían alcanzar los 38 grados en las próximas horas, lo que ha llevado a activar la declaración de alerta por riesgo de incendio forestal y de temperaturas altas. De momento, el Cabildo anunció ayer que todas las carreteras se encuentran ya abiertas, pero insta a la población a que no suba a los 'puntos calientes', para evitar nuevos peligros y facilitar el trabajo de los equipos que siguen activos, además de la advertencia de posibles desprendimientos.

El servicio de carreteras abría a media mañana de ayer el tramo de Los Pechos a Pinos de Gáldar (GC-150). De esta forma se acababa con todas las restricciones para el tráfico de coches impuestas como consecuencia del incendio que se inició el sábado en Las Arbejas (Artenara), y se extendió por otros municipios del interior. En algunos momentos y con el incremento del perímetro afectado, las vallas tenían cortadas hasta ocho carreteras, tanto por el riesgo para los usuarios como por la movilización del personal que ha estado trabajando durante la última semana contra las llamas.

Sin embargo, las autoridades siguen haciendo un llamamiento para que desistan de subir en lo posible a la Cumbre. Sobre todo para las zonas en las que permanece el personal que está trabajando en los rescoldos del fuego. "Estamos en una emergencia nivel 2. Cuanto más tránsito, más riesgo. Y llega un nuevo peligro: los derrumbes de laderas por falta de sujeción ¿Quiere ayudar? Colabore y no suba". Este es un mensaje lanzado por la institución insular en las redes sociales, ante el temor de que los 'turistas de desgracias' se concentren en el centro de la Isla para curiosear sobre lo sucedido.

Las condiciones de temperatura tampoco ayudan a finiquitar este despliegue. Gran Canaria se encuentra en estos momentos en alerta por temperaturas máximas, al igual que el resto del Archipiélago, con calor y temperaturas máximas que oscilarán entre los 30 y los 38 grados, que podría ser incluso superior en algunos puntos aislados.

Las condiciones hacen que también se encuentre activa la alerta por riesgo de incendios forestales, tanto en Gran Canaria como en Tenerife, El Hierro, Gomera y La Palma, por la presencia de tiempo de sur. Es decir, un caldo de cultivo en el que confluyen las altas temperaturas, una humedad relativa del aire inferior al 30%, probable presencia de calima en altura y déficit de lluvias en el año hidrológico en curso de entre el 50 y el 70%.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé intervalos nubosos de nubes medias. En el litoral norte estará nuboso a primeras horas, con probable calima en altura. Las temperaturas máximas ofrecen pocos cambios y mínimas en ligero ascenso. "Se superarán los 38 grados en medianías del sur, en el resto de medianías y de forma puntual en litorales al oeste y sur se superarán los 34 grados. Las temperaturas mínimas se mantendrán muy altas en medianías del sur, sobre los 30 grados. Viento del nordeste, que será fuerte en los extremos noroeste y sureste, con rachas que pueden alcanzar ocasionalmente los 70 kilómetros por hora", según el último parte.

De momento, Las Tirajanas (San Bartolomé) registró la segunda máxima del país, con 41,1 grados, seguido de Agüimes con 40,6 grados. Solo estuvo por encima El Granado (Huelva), que llegó a 41,4 grados, según la Agencia Estatal.

Temporada sin escopeta

Por otro lado, el domingo comienza la temporada de caza sin escopeta. Y la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo recuerda´que en las zonas afectadas por los dos últimos incendios forestales en las cumbres de los municipios de Artenara, Tejeda y Gáldar; y Cazadores-Guayadeque, en los municipios de Telde e Ingenio, queda prohibida la caza".

Tal y como establece el artículo 42.6 de la Ley 7/1998, de 6 de julio, de Caza de Canarias se declara que "queda prohibido cazar en los llamados días de fortuna, es decir, en aquellos que como consecuencia de incendios, epizootias, inundaciones, sequías y otras causas, los animales se ven privados de sus facultades normales de defensa y obligados a concentrarse en determinados lugares".

Posteriormente a la extinción total de los dos incendios, según la comunicación oficial, "las zonas permanecerán vedadas por un periodo no inferior a dos años hasta su total recuperación y sus límites, así como la descripción literal de los mismos se publicarán en el Boletín Oficial de Canarias (BOC)".

Los últimos datos hablan de unas 1.164 hectáreas quemadas, aunque en la segunda jornada se habló de bastante más. A pesar de las dimensiones, en esta ocasión afectó a menos de la mitad del incendio de 2017. Y ha ardido, según las informaciones preliminares, monte bajo y pastos, principalmente , ya que la incidencia en la zona de pinar es baja.

Hasta que no se apague completamente el fuego no se realizará un informe definitivo sobre los daños causados, aunque ha afectado a unas pocas viviendas y a servicios básicos, como la electricidad y canalizaciones de regadíos, entre otros. El fuego se inició el sábado a mediodía por la imprudencia de un vecino de Telde que estaba soldando una