Aparatoso y rápido. Así describió la pasada noche el consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, Julio Pérez, el incendio que se originó ayer en Valleseco y que, al cierre de este periódico, ya había arrasado más de 500 hectáreas. Las llamas, que se extendieron hasta Tejeda provocó la evacuación de cerca de 2.000 vecinos del municipio, "la mayor parte de ellos residentes en el casco" que fue desalojado a última hora de la noche dada la proximidad de las llamas.

Según comentó Pérez, el fuego se originó diez minutos antes de que diesen las cuatro de la tarde en el barranco de Los Andenes, muy cercano a Cueva Corcho. A medianoche aún se desconocía la causa que provocó las llamaradas que "eran bastante visibles desde el principio", señaló Pérez. Tanto es así que las grandes columnas de humo causaron también interferencias en el tráfico aéreo de Gran Canaria. Esto se debe "a que, tal y como explican los técnicos es un incendio de copas -es decir, en la parte más alta de los árboles-, mientras que el que tuvimos hace unos días estaba más pegado al suelo", apostilló el portavoz institucional.

Este hecho, provocó que el "incendio se extendiese con mayor velocidad" y que sea "muy aparatoso" controlarlo. A pesar de ello, el consejero puso en alza la inmediatez con la que se ha podido actuar en esta ocasión, "gracias a que ya estaba activada la alerta". Tanto es así que en cuestión de poco más de una hora y media "el primer helicóptero ya estaba echando prácticamente encima del fuego y pasadas las 18.00 horas ya caía desde el Kamov", afirmó Pérez.

No obstante, y dada la complejidad de la situación, Julio Pérez vaticinó una "noche -por la de ayer- bastante complicada" puesto que los vientos que estaba previsto que azotasen la zona afectada debido a su orografía podían complicar la extinción. "La idea principal es construir cortafuegos para que impidan la extensión de las llamas", apostilló antes de que Jorge Naranjo, técnico superior del Ejecutivo regional, contase que a lo largo de toda la tarde se estuvo trabajando en los flancos derecho e izquierdo, puesto que fueron los que presentaron mayor problemática junto a la cabeza.

Por este motivo, Pérez contó que durante la madrugada se mantendrían sobre el terreno el personal terrestre compuesto por unos 150 efectivos, 50 de ellos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), otros tantos personal del Cabildo de Gran Canaria y los restantes procedentes de brigadas de otras islas y bomberos de Las Palmas de Gran Canaria. A ellos se sumará hoy otro centenar de miembros de la UME.

También hoy se incrementará el número de medios aéreos. Hasta que anocheció en la zona trabajaron un total de siete helicópteros que hoy pasarán a ser nueve. Junto a ellos operarán también dos hidroaviones, el Air Tractor 802 que tiene base en La Gomera, y el del Ejército del Aire que, tras regresar el viernes a Málaga, volvió a aterrizar a medianoche en la Isla donde ayer se alcanzaron los 41 grados en Tasarte -La Aldea- con una humedad del 30%.